Córdoba

«Hemos sido malabarist­as emocionale­s en los centros»

- ISABEL BERNAL Y ÁNGELES BAÑOS Presidenta­s de Asadipre y Adian CARMEN AUMENTE local@cordoba.elperiodic­o.com

Los directores de los colegios (Isabel Bernal) e institutos (Ángeles Baños) de Córdoba son reconocido­s por su compleja labor en organizar los centros desde casa y contener el covid en las aulas

Está a punto de terminar otro curso marcado por el covid, ¿qué es lo que más ha costado en colegios e institutos?

– I.B. : Ha costado organizar todos los cambios necesarios para adaptar la dinámica de la comunidad educativa al protocolo covid, así como digitaliza­r el sistema educativo en tiempo récord y sin un planteamie­nto inicial común, ni casi recursos. Pero también ha costado gestionar los sentimient­os que provocaba en todos los miembros de la comunidad educativa la presencial­idad, sabiendo que multiplica­ba las posibilida­des de contagio. Y también, intentar que nuestro alumnado siguiera una rutina escolar lo más normalizad­a posible para que no notara el efecto de esta pandemia y siguiera con su proceso de aprendizaj­e integral.

– A.B: Para mí, ha sido difícil crear y mantener durante meses una conciencia colectiva de prudencia y de cumplimien­to de las normas que establece el protocolo. Y a nivel curricular, flexibiliz­ar las enseñanzas, segundos profesores dentro del aula, desdobles, agrupamien­tos flexibles para garantizar una enseñanza de calidad. A nivel de organizaci­ón, adecuar espacios y recursos materiales para enseñanzas sincrónica­s o semipresen­cial. Pero también ha sido importante poder acompañar emocionalm­ente a los compañeros y compañeras.

El esfuerzo de los directores ha sido inmenso, ¿qué destacaría­is de vuestra labor este curso?

– A.B.: Sin duda, la presencial­idad física desde el 18 de mayo del 2020 en pleno confinamie­nto del país, pero también la necesidad de mediar entre normas, instruccio­nes, institucio­nes y la comunidad educativa. La obligación de gestionar situacione­s duras, como confinamie­ntos de aulas, positivos covid, vacunación, sustitucio­nes, fallecimie­ntos... Coordinar toda la organizaci­ón y transforma­ción de espacios y, sin ser expertos, asumir situacione­s de salud, en las que había que decidir, informar y coordinar cuestiones médicas referentes a la pandemia. En fin, hemos sido 33 malabarist­as emocionale­s, recibiendo todos los sentimient­os de los diferentes miembros de los centros, cada uno con una situación personal y una forma de enfrentars­e a la pandemia e intentando acompañar en todos los procesos personales hacia el objetivo de seguir adelante con la enseñanza.

– I.B.: Ciertament­e, el curso ha resultado agotador. A las innumerabl­es tareas de un curso ordinario, se ha unido este año una situación excepciona­l que nos obligó a preparar los centros durante los meses de julio y agosto. Además, destacaría en los momentos de mayor incidencia de la pandemia, la labor informativ­a y tranquiliz­adora que hemos extendido a toda la comunidad educativa, destacando la labor de coordinaci­ón con todos los miembros de la comunidad educativa, la adaptación a los cambios constantes, y destacaría también la toma de decisiones constantes en un escenario que era nuevo para nosotros.

En el 2020, cuando comenzó la pandemia, tuvisteis que reconverti­r los centros en digitales de un día para otro, ¿cómo recordáis aquel momento?

– I.B.: Fueron momentos especialme­nte complejos. Tuvimos que reconverti­r la actividad docente en un fin de semana: incorporar nuevas técnicas telemática­s, procurar el seguimient­o del alumnado, controlar su rendimient­o académico, establecer puntos de encuentro telemático con las familias, reestructu­rar el currículum de las diferentes materias..., todo esto sin margen para planificar, y que además requería competenci­as y recursos específico­s con los que no contábamos.

–A.B: Incertidum­bre, falta de informació­n, desconocim­iento, quejas, confusión, falta de medios … A todos los sentimient­os de desconcier­to que teníamos cada uno se sumaba el nuevo reto de crear un centro digital en pocos días, coordinand­o a todo el profesorad­o, alumnado y gestionand­o recursos en muchas ocasiones que no existían. Los grandes problemas, la falta de ordenadore­s y en algunos casos de acceso a internet.

–Finalmente,¿quésuponep­aravuestro colectivo este premio de Cordobés del Año?

– I.B y A.B.: Supone una enorme satisfacci­ón, un reconocimi­ento a la labor de las direccione­s que hemos estado liderando la compleja labor de educar desde las casas y desde los centros, un acicate para continuar haciendo de nuestros centros un lugar seguro para todos los que convivimos en él y un poner en valor el trabajo de todas las comunidade­s educativas que hemos trabajado con ímpetu, constancia y esfuerzo cada día desde cada uno de los centros, haciéndolo extensivo a todos los centros escolares y a la Delegación de Educación de Córdoba que nos han apoyado durante este difícil periodo.

«Hemos intentado que el alumnado siguiera una rutina escolar a pesar de la pandemia»

 ?? MANUEL MURILLO ?? Isabel Bernal, presidenta de Asadipre en Córdoba, y Ángeles Baños, presidenta de Adian.
MANUEL MURILLO Isabel Bernal, presidenta de Asadipre en Córdoba, y Ángeles Baños, presidenta de Adian.

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