Adiós al batería de los Stones
Charlie Watts, de 80 años, no supera la dolencia que causó su baja para la gira por EEUU
Charlie Watts, batería de la banda británica Rolling Stones, murió ayer a los 80 años, según informó Bernard Doherty, representante del músico. El legendario miembro de los rolling se había sometido recientemente a una operación, lo que forzó su retirada de la próxima gira planeada por el grupo en EEUU. «Es con inmensa tristeza que anunciamos la muerte de nuestro querido Charlie Watts. Falleció en paz en un hospital de Londres esta mañana rodeado de su familia», señaló un comunicado divulgado por su representante. «Charlie fue un querido marido, padre y abuelo y, también como miembro de los Rolling Stones, uno de los más grandes baterías de su generación», añadía la nota, en la que se pedía respetar la intimidad de la familia y los amigos en este «momento difícil».
Los Rolling Stones tienen previsto reanudar su gira en EEUU en septiembre después de verse obligados a postergarla el año pasado por la pandemia del coronavirus. A principios de agosto, el grupo comunicó que Steve Jordan sería el sustituto temporal de Watts en la gira estadounidense.
Fue el miembro más reservado del grupo con el que compartió más de medio siglo de carrera musical en la que llegó a ser reconocido como uno de los grandes baterías de la historia, con una técnica musical tan depurada como austera. Nacido el 2 de junio de 1941, Watts era el mayor de los Stones y pasaba por ser el más sereno de una banda conocida por los excesos de algunos de sus miembros. Cuentan los relatos biográficos que tuvo una infancia y juventud sencillas, como miembro de una familia trabajadora que vivía en una casa prefabricada del barrio londinense de Wembley. Su primer tambor, de hecho, lo fabricó él mismo después de arrancarle el mástil a su banjo, imitando el proceder de los negros americanos que practicaban la música «skiffle» y se construían sus instrumentos con objetos cotidianos.
A los 14 años consiguió su primera batería real, que fue un regalo de su familia, y así fue profesionalizándose de manera progresiva, primero en un estilo más cercano al jazz, junto a bandas de este género con las que tocaba, mientras trabajaba como diseñador gráfico. Su salto definitivo al rock & roll lo dio cuando en 1963 se convirtió en miembro de The Rolling Stones, que había nacido un año antes, como sustituto de Tony Chapman.
«La diferencia entre tocar jazz en clubes y tocar rock and roll con los Rolling Stones era el volumen», dijo en una entrevista con The New Yorker, y así de fácil unió su talento a Brian Jones, Ian Stewart, Mick Jagger y Keith Richards, la formación de entonces. En realidad, nunca abandonó su pasión por el primer género musical que practicó y a lo largo de su vida fueron varias las aventuras musicales que en esta línea organizó junto a otros músicos, como el grupo Rocket 88.
Su primer tambor lo fabricó él mismo tras arrancarle el mástil a su banjo y con 14 años consiguió la batería
Era el mayor del grupo y pasaba por ser el más sereno de una banda conocida por sus excesos
ILUSTRADOR DEL GRUPO ⁄⁄ Como miembro de los Stones, no solo se ocupó de la percusión, sino que como diseñador gráfico se ocupó también de crear elementos relacionados con el grupo, como varias portadas (o la contraportada viñeteada de Between the Buttons)e ideó los escenarios de muchasde sus giras. A pesar de encarnar un tipo de músico alejado de la típica iconografía roquera (perfil tranquilo y familiar, siempre pulcro en el vestir), Watts vivió uno de sus episodios más amargos en los años 80 por su adicción a la bebida primero, para después pasar a las anfetaminas y la heroína.
Relató después que fue el amor de su esposa y el temor a perderla a ella y a su hija lo que le hizo desintoxicarse. Compaginarlo con las giras de Sus Satánicas Majestades
no era fácil, así que durante las mismas comenzó a recluirse en la habitación de hotel de turno para garabatear. Este pasado 5 de agosto se informó a los medios que había sido intervenido de urgencia, si bien no trascendió a qué tipo de intervención había sido sometido, quedándose descolgado del tour
que el grupo debía iniciar en EEUU para su recuperación. No es un hecho baladí, pues a menudo se le ha señalado que el reservado hombre de las baquetas es en realidad el factótum del hoy cuarteto. Como una vez dijo el propio Richards: «No existirían los Rolling Stones sin Charlie Watts».
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