Emotiva ceremonia de los Juegos Paralímpicos El lema ‘Tenemos alas’ que la presidió es una llamada a los deportistas para que nadie dude en intentar cumplir sus sueños
El Estadio Olímpico de Tokio volvió a llenarse de luz y de color 16 días después para dar el pistoletazo de salida de unos Juegos Paralímpicos que una edición más se presentan apasionantes con 4.400 deportistas, la cifra más alta de la historia, que buscarán dar su mejor versión en estos trece días de competición.
La ceremonia de apertura estuvo marcada por imágenes tridimensionales, luces, colores, danza, música y varias sorpresas que se guardaron en secreto hasta el último momento, como los últimos relevistas de la antorcha paralímpica, que fueron los locales Yui Kamiji, jugadora de tenis en silla de ruedas y bronce en Río 2016; Shunsuke Uchida, jugador de boccia, y Karin Morisaki, lanzadora de peso.
El eje principal de la ceremonia, con el lema Tenemos alas, fue la conversión del Estadio Olímpico en un aeropuerto donde la parada de los aviones que virtualmente sobrevolaban esa magnífica instalación situada en el centro de Tokio fue la de Paralímpicos. Una metáfora referente a que estos deportistas tienen alas para volar en sus respectivos deportes y tener éxito en su firme propósito de no autolimitarse.
LOS SUEÑOS SON POSIBLES Esta performance ⁄ fue la parte más espectacular de una ceremonia con protagonistas discapacitados demostrando que nada les impide realizar sus sueños, pero que quedó desangelada porque se celebró sin público en las gradas y solamente con los deportistas y los representantes de los medios de comunicación, así como los centenares de japoneses que forman parte de la organización olímpica. El acto estuvo presidido por el presidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Andrew Parsons, que estuvo acompañado del emperador de Japón Naruchito; la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike; así como por el presidente del COI, Thomas Bach. El desfile de los deportistas congregó a un total de 163 delegaciones y la española desfiló en el lugar 72 con la nadadora Michelle Alonso y el ciclista Ricardo Ten como abanderados, y con 140 miembros más de la delegación que salieron con caras de alegría y emoción a la vez. España fue una de las delegaciones más animadas y divertidas con muchos de sus miembros bailando y saltando para festejar su presencia en tan importante acto.
No faltaron a la ceremonia los fuegos artificiales que anunciaron a los ciudadanos que un importante evento deportivo invadirá su ciudad durante los próximos 13 días: los Juegos Paralímpicos. El relevo de la otra competición que situó la ciudad de Tokio como referente mundial hace dos semanas.
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