Seis países africanos recibirán la tecnología para fabricar vacunas
«Más del 80% de la población de África aún no ha recibido ni una dosis de la vacuna contra el covid y parte de esta desigualdad se debe a que la producción está concentrada en un puñado de países de renta alta. Es urgente aumentar la producción local de vacunas, sobre todo en países de renta baja y media», recordó ayer el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Con este objetivo, la OMS lanzó el año pasado la creación de una plataforma de transferencia de tecnología ARNM en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y los primeros seis países que recibirán la tecnología para producir sus propias dosis, según anunció en los márgenes de la cumbre Ue-unión Africana serán Sudáfrica, Egipto, Kenia, Nigeria, Senegal y Túnez.
La iniciativa busca hacer realidad el objetivo marcado de que el 60% de las vacunas que se administran en el continente africano, contra todo tipo de enfermedades, se fabriquen
Sudáfrica, Egipto, Kenia, Nigeria, Senegal y Túnez son los seis primeros
localmente en 2040 frente al 1% actual. El centro de transferencia de tecnología, con el apoyo financiero de la Unión Europea (UE) y estados miembros como Bélgica y Francia, en Ciudad del Cabo, permitirá a los fabricantes de países de renta baja y media recibir formación y conocimientos para producir sus propias vacunas. La OMS quiere que la plataforma se use también para crear inyecciones contra la malaria o la tuberculosis.
«No es aceptable que de forma sistemática África esté al final de la cola en el acceso a medicamentos –dijo ayer el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa–. Apreciamos las donaciones pero no es un mecanismo sostenible. Aceptamos el apoyo pero nos tienen que ayudar a que nos empoderemos. Vamos a demostrar al mundo entero que África tiene la capacidad para poder fabricar vacunas y medicamentos y gestionar la salud en África», recordó. Y reclamó también una solución a los problemas que plantean los derechos de propiedad intelectual y la liberación de patentes durante al menos tres años.
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