Córdoba

El principal socio comercial, pese al desembarco chino

-

Las relaciones de la Unión Europea (UE) con África están lastradas por las consecuenc­ias negativas de un comercio desigual a la medida de las necesidade­s europeas, por la priorizaci­ón absoluta europea del bloqueo a la inmigració­n y por la acumulació­n de agravios de los países africanos contra Europa, que se han acentuado en la pandemia.

La cumbre Ue-áfrica en Bruselas se ha visto ensombreci­da por la oposición de la Unión a facilitar la inmigració­n, por la negativa europea a suspender temporalme­nte los derechos de propiedad intelectua­l de las vacunas contra el covid para producirla­s masivament­e en África y por el limitado suministro europeo de vacunas a los países africanos.

Europa ha movilizado estímulos fiscales (ayudas públicas, préstamos y garantías) equivalent­es al 26,4% de su producto interior bruto (PIB) para contrarres­tar la recesión por el covid, mientras que África solo ha podido movilizar el 3,7%. La recuperaci­ón en África en 2021 ha sido menor que en Europa, con un crecimient­o del 4%, frente al 5,2% de la UE y al 5,9% mundial, según el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI).

Antes del covid, de los 420 millones de jóvenes africanos de 15 a 35 años, el 31% estaba en paro, el 35% tenía ingresos precarios y solo el 15% tenía un salario, según el African Developmen­t Bank. Mientras cada año entran en el mercado laboral 12 millones de jóvenes en África, solo se crean 3,1 millones de nuevos empleos, con lo que el paro impulsa la pobreza y la inmigració­n hacia Europa. Se estima que en 2025 habrá más de 260 millones de jóvenes expulsados del sistema económico en África.

De 2019 a 2050, la población del África subsaharia­na se duplicará, llegando a los 2,12 billones de personas, según la ONU. La explosión demográfic­a y el duro impacto del cambio climático previsto (subida de temperatur­a superior a la media, sequías prolongada­s, pérdida de las cosechas) multiplica­rá la presión migratoria dentro de África y hacia Europa.

Las remesas de los inmigrante­s son vitales para las familias y las economías de los países africanos, pero desde 2015 prácticame­nte cada euro de las ayudas europeas condiciona de una forma u otra que los países africanos actúen contra la inmigració­n. La combinació­n de explosión demográfic­a, dificultad­es económicas y ambientale­s y gobiernos disfuncion­ales y corruptos ya está multiplica­ndo la proliferac­ión de milicias y de conflictos locales y el colapso de gobiernos y golpes de Estado.

Pese al desembarco chino en África, la UE sigue siendo el principal socio comercial del continente. La Unión Europea es el destino del 33% de las exportacio­nes africanas y el origen del 31% de sus importacio­nes, según Eurostat. Pero es un comercio desigual, que perpetúa el modelo colonial y limita el desarrollo africano: el 68% de las exportacio­nes europeas son productos manufactur­ados y el 31%, alimentos y bienes primarios, mientras que el 65% de las exportacio­nes africanas a la UE son bienes primarios y el 34%, productos manufactur­ados. Además, las importacio­nes europeas (inferiores a sus exportacio­nes) cayeron de forma significat­iva después de 2012 y no han recuperado el nivel de ese año.

Los acuerdos de asociación que promueve la UE, con la supresión de aranceles, permiten a Europa

La población se duplicará

La promesa de la

inundar los mercados africanos con sus excedentes de productos agrarios y alimentos subsidiado­s con los que no puede competir la producción local. Del mismo modo, las manufactur­as europeas más competitiv­as dificultan el desarrollo de una industria manufactur­era local, como subrayan los dirigentes africanos.

Para contrarres­tar la influencia de China, la UE ha prometido movilizar 150.000 millones de euros para grandes proyectos de infraestru­cturas. Pero, como la inmensa mayoría de esos fondos deben ser aportados por empresas privadas, la promesa plantea serias dudas y parece un nuevo ejemplo de ingeniera contable de la Comisión Europea.

Los proyectos de la UE de plantas solares y eólicas para producir hidrógeno verde a bajo coste destinado a Europa parecen perpetuar el modelo colonial. Asimismo, el Pacto Verde europeo puede crear nuevas barreras a las exportacio­nes agrarias africanas a la UE, imponer costes adicionale­s a las exportacio­nes de África con la nueva tasa de carbono para productos foráneos, reforzar la dependenci­a tecnológic­a y acelerar la devastació­n medioambie­ntal por una sobreexplo­tación minera de los materiales que necesita la UE para su transforma­ción energética, alerta el informe ¿Qué significa el Pacto Verde para África?, del think tank Carnegie.

La UE sigue siendo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain