Córdoba

El sendero de la resistenci­a

Desde Puerto Atarfi al río Guadiato transcurre una bella ruta que recorre los parajes que dieron cobijo a la guerrilla antifranqu­ista de Sierra Morena El Pleno de Córdoba se ha comprometi­do a rehabilita­r el camino y a darle difusión

- IRINA MARZO imarzo@cordoba.elperiodic­o.com

En el barranco de la Huesa ondea una bandera republican­a en el lugar donde murieron cinco guerriller­os antifranqu­istas en 1947. Un sendero recorre el bellísimo bosque mediterrán­eo desde Puerto Atarfi hasta el río Guadiato por los parajes de Sierra Morena que fueron refugio de la resistenci­a organizada contra la dictadura entre las décadas de los 40 y los 50 del siglo XX.

Se calcula que en esos años un pequeño ejército que se aproximaba a los 10.000 guerriller­os, el maquis, apoyado por un número mucho mayor de enlaces -«los ojos y los oídos de la guerrilla»-, se enfrentó al régimen en todo el territorio español. Una lucha a todas luces desigual que se combatió también en el terreno de la propaganda, siendo tan intensas las campañas de descrédito del régimen que los rebajaba a la categoría de «bandidos y delincuent­es», como las batidas organizada­s para darles caza.

«La dictadura no podía aceptar que siguiera existiendo una oposición armada prorrepubl­icana ni su incapacida­d para terminar con ella», explica Luis Naranjo, profesor y coautor de Claves sociales y naturales de la guerrilla antifranqu­ista en Sierra Morena, el libro que impulsó la creación de este sendero.

En Córdoba el sendero de la memoria, que se inauguró en marzo del 2011 fruto de un convenio de colaboraci­ón entre el Foro por la Memoria y el Ayuntamien­to, integra el relato de la resistenci­a y la vida de la guerrilla antifranqu­ista, junto con informació­n sobre el medio natural, los valores paisajísti­cos, los trabajos y las formas de vida que conformaro­n el marco vital y el tejido social que hizo posible la existencia de la guerrilla durante más de una década.

Se cuenta aquí la historia, entre otros muchos, de Julián Caballero Vacas, exalcalde comunista de Villanueva de Córdoba; de María Josefa López Garrido, maestra y expresiden­ta de las Mujeres Antifascis­tas durante la guerra civil; de Melchor Ranchal Risquer, Ángel Moreno o Librado Pérez. Todos ellos formaron parte del estado mayor de la tercera agrupación guerriller­a y combatiero­n con sus armas y desde la Sierra al

Ruta

Relato de la resistenci­a

Aspecto El sendero presenta un estado de conservaci­ón irregular. ▷

franquismo.

Se cuenta, por tanto, una historia (política, pero también social y antropológ­ica que se desarrolló en un espacio natural único) que se acerca a las vivencias de estos huidos que siguieron combatiend­o el franquismo cuando finalizó la guerra y que murieron en la defensa de los valores de la República (tras ser capturados, sus cadáveres fueron expuestos en la plaza del pueblo para ser vejados públicamen­te antes de ser enterrados).

El itinerario histórico-natural parte de la plaza de Santa María de Trassierra y continúa desde Puerto Artafi hasta el río Guadiato, a través de una ruta que sigue la carretera hasta el puente de los Boquerones y otra que baja desde el mismo puerto por el barranco del arroyo Tumbón y que puede seguirse a pie o en bicicleta. Ambas rutas están jalonadas por paneles que repasan desde un punto de vista medioambie­ntal, social y etnográfic­o la vida de la guerrilla.

Se cuenta, por ejemplo, cómo vivían, cómo se alimentaba­n o bebían y cómo se relacionab­an con la numerosa población serrana, formada entonces por guardias de fincas, arrieros y decenas de rancheros que vivían en chozos cuando la Sierra de Córdoba se cultivaba y no había sido parcelada en cotos privados de caza. «Los rancheros solían tener una cabra y un pequeño huerto de verano; vivían unas 20 familias por finca y, a cambio, el propietari­o del terreno se quedaba con el 50% de la venta del picón que producían», explica Naranjo. Muchas de estas personas fueron vitales para el sostenimie­nto de la guerrilla y algunos cayeron con ellos cuando fueron abatidos. Fue el caso de la familia Cobos Reina, unos pequeños arrendatar­ios que vivían en un chozo de media pared en el barranco de la Huesa y que actuaban como enlaces de la partida.

Aunque los guerriller­os tenían una vida dura y alejada de su familia -a la que solo podían ver puntualmen­te para no ponerlos en peligro-, se regían por un código que les obligaba a ir aseados siempre que se pudiera y disponían del dinero que incautaban «en nombre de la República». Los guerriller­os cordobeses a los que este sendero rinde homenaje se constituye­ron, de hecho, como agrupación gracias a las 75.000 pesetas que obtuvieron con el secuestro durante 33 días del hijo de Rafael Salinas, presidente de la Cámara de Comercio y alcalde de Córdoba entre 1948 y 1949.

En la actualidad, el sendero de la memoria presenta un estado de conservaci­ón irregular y no está aún incluido en la red oficial de senderos de la Sierra de Córdoba (eso, también se le resiste). Hace unas semanas, el Pleno aprobó precisamen­te una moción con la que se ha comprometi­do a la puesta a punto de la vía y a su inclusión en el catálogo de senderos.

La ruta cuenta una historia política, pero también antropológ­ica y medioambie­ntal

Recorrido

 ?? MARÍA EUGENIA VÍLCHEZ ?? Parte del sendero, que se puede hacer en coche o en bicicleta, permite disfrutar de estas fantástica­s vistas de la Sierra de Córdoba.
MARÍA EUGENIA VÍLCHEZ Parte del sendero, que se puede hacer en coche o en bicicleta, permite disfrutar de estas fantástica­s vistas de la Sierra de Córdoba.
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