Hoteles y restauración temen el fin de los ertes covid
El Gobierno valora el mes de transición que le piden los agentes Los gestores alertan de un alud de trámites con el cambio
Exactamente dos años después de que el Gobierno habilitará el mecanismo de los ertes covid al calor del primer estado de alarma, esta herramienta extraordinariamente dispuesta para combatir la pandemia toca a su fin. Es consenso compartido que el recurso ha funcionado y del pico de 3,4 millones de trabajadores que llegaron a estar durante el confinamiento afectados por un expediente temporal de empleo, hoy en día apenas quedan 100.000 personas. Y ahora, tras dos años de un esfuerzo sin precedentes del erario público, el Gobierno de coalición ha decidido que las empresas y los trabajadores españoles deben decir adiós a los ertes covid.
No se ha cumplido, por el momento, la tan aireada maldición de que de muchos de estos expedientes pasarían al ere y los despidos se contarían por centenares de miles. El empleo sigue en su tendencia ascendente y el Ejecutivo ha decidido que el paciente está suficientemente sano como para retirarle la bombona de oxígeno. Si bien en sectores como los hoteles, la aviación y otras empresas derivadas del turismo todavía los afectados se cuentan por decenas de miles.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) es tajante en su demanda: hay que mantener los ertes tal como están hasta el 31 de mayo. Según esta asociación, la variante ómicron aún late, los viajes de negocio siguen sin recuperarse y el turista de largo radio sigue sin venir. «Todos estos factores provocan que una parte importante del sector hotelero español no se pueda recuperar hasta mayo o junio», plantea la entidad, que de nuevo recurre a anticipar despidos si cae el escudo de estas ayudas tal como están ahora concebidas.
DESPIDOS ⁄ «Sin ertes bonificados, probablemente la única solución en muchos casos será despedir a gente», coincide el director general del Gremio de Hoteles de Barcelona, Manel Casals. Según este portavoz, el 40% de los trabajadores del sector en la capital catalana siguen con el empleo suspendido temporalmente (de forma parcial o total), el 25% de los hoteles siguen cerrados y la ocupación no pasa del 30%. «Todavía lo estamos pasando muy mal», sintetiza Casals, que además de este problema anticipa un considerable «caos burocrático» cuando los empresarios soliciten los nuevos ertes que sí contempla la reforma laboral.
Los gestores alertan de un alud de trámites con el fin del contrato de obra y servicio y la subida del SMI. «Faena no nos falta», reconoce la ponente del Colegio de Gestores Administrativos de Cataluña, Aurora Rodés. «Las empresas están preocupadas y lo que más asusta es la transición», afirma. Los cambios –lo desconocido– genera una inevitable incertidumbre y estos llegan en un marzo caliente para las empresas: el periodo de vacatio de la reforma laboral acaba y ya no se pueden realizar contratos de obra y servicio, una práctica que el año pasado representaba el 40% de la contratación. Entra en vigor la nueva subida del salario mínimo, con efecto retroactivo a 1 de enero. Y a ello se suman la transición a los nuevos ertes.
Parte de los gremios y patronales recelan del nuevo mecanismo habilitado en la reforma laboral porque para determinados supuestos contempla menos ayudas públicas en conceptos de exoneraciones. Si bien cubre con la misma intensidad aquellos casos de fuerza mayor, no es tan garantista para las compañías en el caso de caídas de facturación o no recuperación de la demanda, el problema actual de los sectores entrevistados para este reportaje.
ALARGAR HASTA SEMANA SANTA ⁄ La patronal Pimec aboga claramente ante este escenario por alargar la bombona de los ertes covid hasta Semana Santa. «El turismo internacional, especialmente el asiático de alto poder adquisitivo, y el de negocios todavía no está recuperado», apunta su directora de relaciones laborales, Ariadna Guixé. Los sindicatos no focalizan tanto en el formato y ya ven bien transitar hacia los nuevos ertes, aunque comparten la preocupación por ese impasse entre uno y otro mecanismo. ☰