La mayoría progresista aprueba los Presupuestos en un día bronco
Los 187 votos a favor de las Cuentas ilustran la fortaleza de los partidos progresistas del Congreso La indignación por los ataques de Vox y PP a la ministra Montero marcan un áspero debate
ERC aguantó ayer hasta el último momento para desvelar el voto a favor de los Presupuestos de 2023. Se barruntaba porque las negociaciones intensas de estos días iban por buen camino, y no solo las de las Cuentas, euros de más allí y euros de más allá, sino además por las que no tienen nada que ver con ellas. La reforma del delito de sedición en el Código Penal no tiene nada que ver con los Presupuestos y es algo que llevaba años pidiendo Esquerra.
Los 13 votos a favor de los diputados independentistas elevaron a 187 los síes a unas Cuentas que también registraron 156 votos en contra (PP, Vox, Cs, Junts, CUP, UPN, Foro Asturias) y una abstención (BNG). Es una cifra de apoyos encomiable en la que están todas las fuerzas progresistas del Congreso (PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, Más País-equo y Compromís), además de PDECAT, PNV, Coalición Canaria y PRC.
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RUFIÁN Y LOS CENIZOS El portavoz de los republicanos, Gabriel Rufián, lo explicó así: «Hace ya mucho tiempo que dijimos que estábamos hartos de militar en la moral y perder siempre. También queremos militar en la utilidad. Hago un llamamiento a todos los grupos que quieran ayudar y militar en la utilidad, pues así contrarrestaremos este tiempo. Un tiempo que, si tuviera que definir, definiría como el tiempo de los cenizos, por no decir de los fascistas».
Rufián, a su modo, lleva tiempo advirtiendo de la dialéctica de Vox en el Congreso. Dialéctica que alcanzó su cénit el miércoles, cuando la diputada de ultraderecha Carla Toscano lanzó, en palabras del republicano, una «cacería» sobre la ministra de Igualdad, Irene Montero. «Frente a la violencia contra la ministra Montero, que la critican por ser mujer y que van a por ella por ser de izquierdas y por ser de clase trabajadora. Son dos clases de violencia: violencia machista y violencia de clase».
El portavoz de ERC coló en su intervención una apelación a la Mesa del Congreso. El del PNV, Aitor Esteban, precisó más. Directamente pidió a la presidencia de la Cámara baja que llame a la cuesna tión a los intervinientes, esto es, que obligue a los oradores a que se ciñan al asunto del debate. El hemiciclo ha vivido desde el lunes sumido en un eterno debate sobre los Presupuestos. Decir a la ministra Montero que su «único mérito» es «haber estudiado a fondo a Pablo Iglesias» no tiene mucho que ver con las Cuentas públicas.
Fuentes de la Mesa destacaron que esa es la cuestión: ser «más severos» en la dirección de los debates para evitar estas incursiones en la zafiedad. Pero eso no evitó ayer algunas expresiones y algunas manifestaciones que tampoco encajaron en el debate presupuestario. Víctor Manuel Sánchez del Real, de Vox, defendió a Toscano porque, a pesar de los gritos que le profesaban, «no lloró porque tiene más hombría y más coraje» que todos juntos. También acusó a los diputados del PP de «tibios». Ser tibio, a su entender, no ayuda a evitar
la amenaza del «apocalipsis comunista», al que no se hace frente «con un ‘excel’» plagado de números con el fin de desmontar los presupuestos del Gobierno. «El comunismo es el mayor asesino masivo de personas», zanjó.
Irene Montero a su llegada se reconoció «preocupada» por «el nivel de violencia política» que se está produciendo contra ella. Obedece, según sus palabras, a una «campaña» orquestada desde hace días por la extrema derecha. Está «agradecida» por las muestras de respaldo recibidas, así como de solidaridad. Otro aspecto que deslizó, aunque no concretó, fue la alusión a una supuesta acción destinada a «concretar esta indignación» contra la violencia recibida.
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CAMBIO DE DINÁMICA Mertxe Aizpurua, de EH Bildu; Aitor Esteban, del PNV; Gabriel Rufián, de ERC; Íñigo Errejón, de Más País… Muchos diputados y diputadas de diferentes grupos se unieron por una causa: que cese la dinámica. Aitor Esteban, que de los mencionados, es el que más legislaturas lleva reconoció que no ha visto una cosa igual como lo de estos años.
Regresemos al principio, a los presupuestos. Después de la etervotación de las enmiendas, eterna porque los diputados deben dirimir el destino de centenares de enmiendas vivas, el Congreso decidirá qué hace con los Presupuestos.
Ahora el proyecto se enviará al Senado para que en un mes lo estudie y tramite. Será así porque 187 diputados van a votar a favor del dictamen. Los del PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu, PDECAT, Más País, Compromís, PRC, Coalición Canaria y Meri Pita, del Mixto. Estos partidos se han unido de esta manera en el día más bronco que se recuerda en años, no por soflamas agresivas tan solo, sino además por la intensidad de lo que se discute.
⁄ SIN EL APOYO DE TERUEL EXISTE Se ha caído Teruel Existe. Tomás Guitarte votó no y se une a los del PP, Vox, Cs, Junts, la CUP, Foro, los dos ex de UPN y el ex de Ciudadanos (estos tres en el Mixto). El total se queda muy por debajo de los que darán el ok a las Cuentas, las terceras avaladas en tres años. Una muestra de fortaleza en un día áspero. Puede que haya más porque, como ha dicho la diputada Inés Cañizares, de Vox: «Ni un paso atrás sin pedir permiso ni perdón».