Nueva amenaza a la Embajada de Ucrania
La sede diplomática ▶ detecta un paquete con el ojo de un animal
Tras una nueva alarma recorriendo Madrid, un barrio de embajadas bajo vigilancia y el consiguiente sobresalto en el comienzo de la tarde del viernes, un nuevo envío postal extraño detectado en la Embajada de Ucrania se quedó en otro susto. Pasadas las tres y media de la tarde, y tras una actuación policial de urgencia, el Ministerio del Interior descartó definitivamente la presencia de explosivos en el paquete sospechoso detectado en el registro postal de la embajada. Su contenido es el ojo aplastado de un animal, como en otras embajadas y consulados ucranianos repartidos por el mundo.
La legación diplomática –en alerta especial desde que hiciera explosión la pólvora pirotécnica de la primera carta explosiva de una oleada que alteró toda la jornada del jueves, y que días antes había tenido también a la Moncloa como objetivo– había apartado el sobre y avisado a la Policía que, pasadas las dos de la tarde, envió a los técnicos en desactivación de explosivos (Tedax), que acordonaron el edificio y su jardín, previamente desalojados por los agentes de la patrulla permanente que da seguridad a esa sede. El escenario era la ronda de la Abubilla, en una zona residencial del norte Madrid en la que tienen domicilio otras embajadas.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania,
Oleg Nikolenko, difundió también en redes sociales fotos de la confirmación del hecho, además de imágenes de los agentes de policía rastreando la legación con perros.
⁄ MÁS CARTAS ENSANGRENTADAS El paquete contenía, finalmente, el ojo de un animal, coincidieron fuentes diplomáticas y policiales. Interior hizo público que el remite es de fuera de España, y no descartan que este envío esté vinculado a otras «cartas ensangrentadas» que han recibido otras legaciones ucranianas en Europa.
Según un recuento del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, las embajadas de ese país en Hungría, Polonia, Italia y Croacia han recibido también cartas con vísceras de animales, así como los consulados ucranianos en Nápoles (Italia), Brno (Chequia) y Cracovia (Polonia).
La investigación en este caso no sigue la línea de la abierta a raíz de los paquetes con material pirotécnico interceptados o detonados el 24 de marzo en el complejo de Moncloa, el 30 de noviembre en la embajada de Ucrania y en la empresa de armamento Instalaza de Zaragoza, y al día siguiente en el centro de satélites de la base de Torrejón y en el Ministerio de Defensa.
Para esos envíos la principal hipótesis de un solo remitente desde territorio español. Todos los paquetes son similares en el detalle de la carga explosiva, pequeña y de uso para petardos y cohetes de feria, en su papel grueso marrón y en el sello de correos utilizado por el remitente. Algunos de los envíos hacían constar una dirección de correo de Gmail en el remite, y al menos tres de ellos contenían metralla en forma de pequeñas bolas metálicas o perdigones.