Los peones en España
Los cónsules honoríficos de Rusia en nuestro país no son funcionarios y se dedican, sobre todo, a atender a los ciudadanos
Estos son los seis cónsules honoríficos en España:
PEDRO MOURIÑO
Este empresario es cónsul honorario de Rusia en Galicia desde 2020, según ha explicado él mismo. En junio de 2021, abrió las oficinas en Vigo. Es consejero delegado y fundador de la empresa de inversión Iberatlantic y se dedica a la atención de ciudadanos rusos residentes en Galicia y a la promoción económica y cultural de Rusia. Milita en el PP, se define «muy amigo» del expresidente popular Pablo Casado y fue precandidato a unas primarias en Santiago de Compostela en 2008. Es comentarista del canal televisivo Russia Today (RT), con el que el Gobierno ruso difunde sus mensajes en la esfera internacional. Fue observador internacional en el referéndum soberanista de 2014 en Crimea y en unas elecciones en Ucrania. En los últimos meses ha recibido amenazas. Su nombre apareció en los Papeles de Pandora por su vinculación con la compra de una villa en Belice para Antonio Oburu, directivo de la petrolera guineana.
SEBASTIÀ ROIG
En Baleares, el cónsul honorario de Rusia es promotor y fue director general de Interior del Gobierno autonómico, alcalde de la localidad de Campos y fundador de la oenegé Infants del Món, que durante décadas ha llevado de vacaciones a las islas a niños de orfanatos rusos, muchos víctimas de Chernóbil. Por ello, Putin le distinguió en 2018 con la Orden de la Amistad. En abril, el cónsul honorario anunció que continuaría en el cargo mientras dure la guerra de Ucrania. Su motivo: no dejar desatendidos a los casi 2.000 rusos censados en el archipiélago. El consulado está abierto desde 2017. Meses atrás, al ser preguntado por la guerra , Roig admitió: «Putin me ha decepcionado. No es tonto, pero se ha llegado a una situación desastrosa».
ESTHER MORELL
En Andalucía, la Federación Rusa está representada desde 2010 por esta empresaria dedicada al corcho y la agroalimentación y cuenta con oficinas en Sevilla, Málaga y Marbella. En una entrevista aseguró que su padre, cuando era niña, les retaba a una apuesta: «Nos daba X pesetas a quien encontrara una noticia positiva sobre Rusia en los periódicos. Nunca ganamos. Y ahora hago lo mismo con mis hijos. Seguimos igual». Tomó el testigo de su padre, Héctor Luis, cuando murió en 2008. «Mi padre fue el primer cónsul honorario de la Federación Rusa en España».
GONZALO PARADA
El cónsul honorario de Rusia en Canarias tiene dependencias en Tenerife y Las Palmas. En los últimos meses ha tenido problemas judiciales por temas personales. En marzo, confirmó que conocía los incidentes sufridos por unos 30 empresarios rusos afincados en las islas tras la guerra de Ucrania, a la vez que aclaró que su cargo «no tiene nada que ver con el Gobierno de Rusia». «Resolvemos algunos trámites de los ciudadanos pero poco más», afirmó.
PEDRO JOSÉ BALLVÉ
Otro cónsul honorario de Rusia en España, según la página web de la embajada rusa y el listado que figura en la del Ministerio de Exteriores, está en Burgos. Pedro Ballvé, que fue presidente de la empresa Campofrío, la empresa fundada por su padre, hasta julio de 2017. Empezó vendiendo comida para perros a domicilio en La Moraleja. En 1952, cuando desapareció la cartilla de racionamiento en España, su padre, José Luis Ballvé, fundó Campofrío. La expansión internacional de esta empresa vino de la mano del ahora cónsul honorario. Su vinculación con Rusia deriva, probablemente, de esa expansión internacional de Campofrío.
RAMÓN CONGOST
Este empresario del sector inmobiliario es el cónsul de Rusia en Valencia. A un periodista colaborador del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) le explicó que su relación con Rusia comenzó a raíz de los viajes que hizo a este país por temas de investigación y desarrollo a propuesta del embajador. Asegura que se acababa de jubilar y el consulado honorífico le iba bien como entretenimiento. Prefiere no hablar de la guerra de Ucrania.