En la bandera de la libertad se danza
Dirección y coreografía: Antonio Ruz Diseño de escenografía y vestuario: Alejandro Andújar
Música: Aire Diseño de iluminación: Olga García Dramaturgia: Rosabel Huguet Cordinación técnica: Espacio Átomo Producción: Spectare Sastrería: Esther Fiol, Rocío Pozuelo Coproducción: Teatros del Canal y Museo Universidad de Navarra
Pharsalia, obra de poesía. Es herida que yace bajo la piel. Poesía del obrar, tejida por el Fatum y sometida a la Fortuna. Henchida ante un patio de butacas aún encendido, la poesía adquiere un volumen contorneado. Es aire contenido entre la piel y el órgano. Una figura aparece y se pierde en esta superficie elevada del suelo, anaranjada y cenital. Se inicia esta pieza que danza contemporánea y bellamente dirigida por el cordobés Antonio Ruz, quien coreografía el tacto de un cuerpo herido con la composición orgánica y su descomposición hacia el gesto libre de organicidad, de organización. Desde la Farsalia del poeta cordobés Marco Anneo Lucano, esta obra homónima se extiende liberada porque se inicia vencida, libre para dejarse morir en una expresión envuelta y plástica. La sensibilidad artística de Ruz y la delicada iluminación de Olga García emulan unas curvas apoyadas que se pisarán hacia la mecanicidad de las líneas quebradas y rectas de todo cuerpo movido por otros en las imágenes siguientes. Unos y otros movimientos articulan esta Pharsalia, y recuerdan a su imagen lucana sobre este doble espacio escénico con forma de burbuja. Anna B. Andresen, Elias Bäckebjörk, Joan Ferré, Carmen Fumero, José Alarcón, Manuel Martín, Lucía Montes, Alicia Narejos, Selam Ortega, Isabela Rossi y David Vilarinyo son la composición danzarina, eficaz y excelente que se articula en luchas especulares. Porque son lo mismo. Son conciudadanos. Es Pharsalia, poética del grito embellecido por contornearse con sentido y sinceridad. Ruz actualiza el recuerdo de epopeya con una nueva poesía que se invierte entera y excede el escenario para sentarse en primera fila. Contemporánea, ondea una bandera sin color que significa a todas las vencidas, las figuras que yacen y lo seguirán haciendo por una causa en y latente sobre nuestras cabezas.