Putin firma la ley que pone coto a la «propaganda homosexual»
El presidente ruso ha reforzado uno de sus pilares, el conservadurismo social, con la consecución de un proyecto de ley que prohíbe cualquier tipo de mención a la homosexualidad y el cambio de género, además de equipararlo con la pedofilia, en libros, videojuegos, series, medios de comunicación y anuncios. Dentro de la restricción se incluye la importación, desde otros países, de productos que hablen de estos temas.
El Roskomnadzor –regulador nacional de telecomunicaciones– tendrá la autorización para bloquear en el país las páginas que contengan «propaganda relacionado con relaciones sexuales no tradicionales, pedofilia o cambios de género». A lo largo del presente año este ente estatal ya ha prohibido o bloqueado 138.000 páginas –por la aplicación de otras leyes distintas, como la ley contra lo que calificó de «noticias
El texto legal prohíbe hablar del colectivo LGTBI en películas y series
falsas» que desacrediten al Ejército ruso–, entre ellas Facebook, Instagram o Twitter.
Las multas previstas por la nueva legislación pueden llegar a ser de hasta 3.000 euros para ciudadanos, de 6.000 euros para funcionarios y de 12.000 euros para entidades públicas, en el caso de promover relaciones sexuales «no convencionales». Los extranjeros también estarán sujetos a esta normativa y si la incumplen deberán pagar las multas como un ruso y pueden ser expulsados del país.
Alexander Bashkin, miembro del Consejo de la Federación, la Cámara alta del Parlamento ruso, aseguró que previamente esta legislación se aplicaba a menores de edad, pero que «ahora» vale «para toda la población».
En sus últimos discursos de este año, como por ejemplo el del día en el que celebró las anexiones de las regiones del sur y este de Ucrania, el presidente Putin cargó contra las «relaciones sexuales no tradicionales» y defendió que no quería que en Rusia hubiera «padre 1 y padre 2».