La luz de una salida a tres décadas de embrollos
Ocho alcaldes han pasado por Capitulares con el tema del estadio en el aire La situación se ha desatascado con Monterrubio
El pliego para la cesión de El Arcángel al Córdoba CF zanja un debate que tiene la misma edad que el estadio, es decir, 30 años. Desde mediados de los años 90, y sobre todo a partir de la conversión de la entidad blanquiverde a Sociedad Anónima Deportiva, la historia de la cesión del edificio y los problemas que ha generado formaron parte de la historia del club blanquiverde. El paso que van a dar el Ayuntamiento y el Córdoba CF, ahora bajo los designios de Infinity, se antoja definitivo.
Los obstáculos
Pero lo cierto es que el Córdoba CF fue hasta ahora un inquilino de El Arcángel en precario. No ha existido en vigor, hasta ahora, ningún acuerdo escrito sobre los derechos y deberes del Córdoba CF para con el estadio municipal, lo que ha generado no pocos problemas a lo largo de décadas. Mucho menos, ningún documento en el que se especificara derechos y deberes del Córdoba CF con El Arcángel y era un sueño convertido siempre en pesadilla la posibilidad de explotar comercialmente el recinto.
Los últimos intentos, desde la parte del Córdoba CF, se hicieron insistentes con la llegada de José Miguel Salinas a la presidencia blanquiverde y la necesidad de aportar algo de patrimonio al club ante sus problemas económicos en la última fase de la etapa de Prasa. Ya en la temporada 2010-11, concretamente en marzo del 2011, el club consultó al Consejo Superior de Deportes para saber de la actividad de otro club de Segunda División que ya había insertado en sus balances contables el valor del inmovilizado del estadio, cedido también por el Ayuntamiento de la ciudad.
El CSD confirmó que era factible, por lo que la entidad blanquiverde se dio cuenta entonces que a septiembre del 2010 no había utilizado esa arma para poder equilibrar el balance de la sociedad. Así, y dadas las modificaciones efectuadas en el Plan General de Contabilidad en el 2008, el club consultó al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (organismo dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda), la manera de contabilización de esa cesión del inmueble. El ICAC confirmó, por un lado, la posibilidad de realizar el apunte y, por otro, la manera de hacerlo.
Así, el Ayuntamiento cerró el valor de la infraestructura en 29,6 millones de euros y señaló la vida útil de El Arcángel en 50 años. Aplicando un reparto lógico en ese medio siglo aparecería que el valor de la construcción estaría en torno a los 23,5 millones. Pero esa sería una valoración de la cesión «en precario». Si se seguía teniendo al ICAC como
a la hora de contabilizar tanto la construcción como su cesión había que incluir también la valoración futura, que se iría a los 23,69 millones de euros. Y así es como quedó reflejado en las cuentas del club desde la primavera del 2011 por primera vez en la historia del club. Esa fue la llave que utilizó el Córdoba CF cuando Prasa no tenía capacidad de respuesta y fracasaron los intentos de venta.
González quiso comprar
Por lo tanto, el único paso que se logró dar se hizo 17 años después de la inauguración de El Arcángel y fue el derecho de uso contable para equilibrar las cuentas del Córdoba CF ante la extrema necesidad que tenía la entidad blanquiverde para equilibrar su balance.
Llegó Carlos González en el 2011 y, de nuevo, el Córdoba CF tenía como único patrimonio una plantilla deportiva que había que
cambiar por completo y, además, hacerlo en pleno proceso de concurso de acreedores, con una deuda concursal reconocida de más de ocho millones de euros. El Córdoba CF no tenía ni estadio ni Ciudad Deportiva y sufría unas cuentas también en precario. Y ése fue el objetivo que se marcó Carlos González en el Córdoba CF: dotarle de patrimonio.
No lo consiguió. El máximo accionista de la entonces propietaria del Córdoba CF, Ecco Documática, llegó a proponer incluso una compraventa de El Arcángel, algo a lo que la entonces alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, se negó en redondo. El Córdoba CF tenía como máximo dirigente por primera vez a una persona de fuera de la ciudad y las relaciones entre el club y el Gobierno local no fueron nunca las mejores, precisamente. La guerra planteada con la Ciudad Deportiva del Parque del Canal, cuyos primeros pasos para la cesión de terrenos se tumbaron con Ambrosio en la Alcaldía y Pedro García en la Gerencia de Urbanismo, no ayudaron a poder avanzar para que el Córdoba CF tuviera, por fin, un contrato de cesión de El Arcángel. De hecho, ya en aquella etapa hubo quejas públicas desde la planta noble de El Arcángel sobre el coste del mantenimiento del estadio o lo oneroso que resultaba el consumo de electricidad del estadio municipal, ya que el contrato con la suministradora lo hizo una empresa municipal que ya no existe y fue realizada como instalación provisional, de obra.
Justo al ascender el Córdoba CF a Primera, el propio Carlos González, en una entrevista a este periódico aseguró que «el convenio de cesión no se firmará nunca. Vamos a quitarnos ya la careta», ya que «el alcalde tiene un problema, y es que en este Ayuntamiento manda la interventora. Entonces, con la iglesia hemos topado». Una manera como otra cualquiera de reconocer que, ante todo, estaba la legalidad y que la normativa urbanística no permitía determinados usos del edificio municipal.
Porque esa siempre ha sido la madre del cordero. El cambio de usos (o señalamiento por primera vez de los mismos) de El Arcángel, en lo que han estado inmersos Ayuntamiento y Córdoba CF, que mostró públicamente su intención de construir hoteles, residencias universitarias, espacios de aprendizaje y desarrollo para elementos de inteligencia artificial y otros estudios universitarios o espacios de ocio y restauración, como informó en estas páginas el entonces consejero delegado de la entidad blanquiverde bajo la era de Infinity, Javier González Calvo.
La fallida Ciudad del Ocio
Así, tomando como referencia lo señalado en los planos, tanto el PGOU como las diferentes normas que lo desarrollaron planteaban hace casi dos décadas que lo que había que desarrollar en El Arenal era la conocida Ciudad del Ocio, proyecto que se llevó por delante la crisis del ladrillo de finales de la primera década del siglo 21. La Feria, o más concretamente parte de ella, debía ir instalada en donde ahora se ve el aparcamiento del actual recinto ferial, es decir, al otro lado de la autovía.
Por lo tanto, con la crisis cayendo sobre su cabeza, el Ayuntamiento se decidió por terminar, al menos, la modificación de El Arcángel. O para ser más exactos, se decidió por construir un nuevo El Arcángel, porque el actual estadio, en realidad, es un nuevo estadio, urbanísticamente hablando.
El club usó la «llave» del estadio en 2011 cuando Prasa no tenía capacidad de respuesta económica Carlos González llegó a plantear la compra, pero la alcaldesa Ambrosio se negó en redondo
El pliego de UFC
Así, hace poco más de un año se supo que las alegaciones al primer pliego de cesión, que fueron presentadas por la entidad blanquiverde, planteaban un escenareferencia