Gómez consulta al Ayuntamiento el estado de sus expedientes fiscales
El empresario acudió ayer por segunda vez este año a una reunión en Recaudación
El empresario cordobés y exconcejal Rafael Gómez acudió ayer al Ayuntamiento de Córdoba «para consultar la situación de sus expedientes» en la hacienda municipal. Esta es la segunda vez que Gómez se ha personado en el área de Recaudación del Consistorio cordobés en lo que va de año para tratar de poner orden a su situación económica con la administración local. Fuentes municipales han confirmado este extremo, si bien no han dado más detalles de la situación financiera de este contribuyente cordobés que, en su momento, llegó a deber 40 millones a las arcas municipales, entre otras cuestiones, por la famosa multa impuesta por la Gerencia de Urbanismo a raíz de la construcción irregular de las naves de Arenal 2000 en la antigua Colecor.
La multa se impuso en 2005 y se cifró en 24,6 millones. El empresario la recurrió y finalmente el Tribunal Supremo la rebajó a 20 millones en 2014. Durante muchos años, los presupuestos municipales recogían la sanción, aunque como de dudoso cobro.
El empresario nunca ha llegado a saldar aquella deuda millonaria, a pesar de que durante cuatro años (entre los años 2011 y 2015) fue líder de la oposición y concejal de Unión Cordobesa, la formación política con la que logró cinco asientos en el salón de plenos, gobernado entonces por el popular José Antonio Nieto. Ya en aquel mandato, el Ayuntamiento daba por perdida
«Sigo siendo un gladiador, hermana», dijo a las puertas de Capitulares justo antes de su reunión
esa deuda. El entonces concejal de Hacienda y hoy alcalde, José María Bellido, reconocía que el dinero no se iba a recibir y que tampoco se podía embargar nada porque «muchas de sus propiedades no están a su nombre».
La última vez que se cifró públicamente la multa de Gómez fue en la etapa de Isabel Ambrosio. Entonces se situó en 38 millones lo que debía el conglomerado empresarial de Rafael Gómez, integrado por diez sociedades más el propio empresario, al Ayuntamiento: 29,4 millones, a los que hay que sumar 5,8 millones de recargo y 2,6 millones de intereses.
⁄
MULTA DE LAS NAVES La posibilidad de cobrar la deuda por las famosas naves se complicó de manera definitiva en diciembre del 2020 después de que los acreedores, sobre todo el Banco de Santander, pusieran en marcha un procedimiento de ejecución hipotecaria contra el empresario. El banco reclamaba 7,2 millones en concepto de principal más 2 millones de gastos y costas, pero la subasta se cerró sin que ningún pujador superara los 6 millones. Actualmente la situación de las naves sigue siendo complicada y la Gerencia debe tomar una decisión sobre su demolición.
REUNIÓN/ SEGUNDA Rafael Gómez acudió a la reunión de ayer concertada con el técnico de Recaudación encargado de su expediente acompañado del abogado Rafael Natera,
especialista en derecho tributario. Gómez sigue exhibiendo la personalidad y la fuerza que siempre lo caracterizaron: «Sigo siendo un gladiador, hermana», respondió a su entrada al edificio de Capitulares.
La última vez que el empresario compareció públicamente fue en 2021 para reclamar la propiedad del parque Tívoli, en Benalmádena. Apenas unos meses antes, en noviembre del 2020 había conseguido la libertad condicional después de ingresar en prisión el 4 de diciembre del 2017 por un delito contra la Hacienda Pública a la que le adeudaba 28 millones. Aunque pagó con la cárcel aquella deuda, Hacienda lo sigue apuntando como uno de sus principales morosos situando, en 2023, por encima de 165 millones su débito con el erario público (72 millones de Arenal 2001 y 64,4, de Arenal 2000), de los que 2,78 millones los debía a titular particular el propio Gómez.