Un fallecido cada 13 minutos en las listas de espera de la dependencia
Directores y gerentes de Servicios Sociales denuncian el «abandono» pese a la financiación En los últimos tres años aumentan en más de 287.600 las personas con derecho a prestación
Más de 40.440 personas dependientes fallecieron en 2023 esperando ser valoradas o atendidas, lo que significa que cada 13 minutos muere en España una persona en las listas de espera de la dependencia. Porque, pese al incremento de la financiación estatal al sistema, aún hay grietas sin solucionarse, como muestra el XXIV Dictamen del Observatorio Estatal de la Dependencia, elaborado por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. La asociación recuerda que en 2021 el Ministerio de Derechos Sociales aprobó un plan de choque, con un incremento de la financiación estatal al Sistema de la Atención a la Dependencia de más de 600 millones anuales. El objetivo era superar algunos de sus problemas más graves, como la reducción de las abultadas listas de espera, los tiempos tan largos en la resolución y la escasa cuantía o intensidad de sus prestaciones y servicios.
Como resultado, indican que en los tres últimos años (2021, 2022 y 2023) han aumentado en más de 287.600 las personas atendidas y se han alcanzado más de un millón y medio de ciudadanos con derecho a prestación. Sin embargo, lamentan que el incremento de financiación estatal acumulado entre 2020 y 2023 -que asciende a 3.793 millones de euros-, ha tenido un impacto mucho menor de lo esperado en la mejora. Por ejemplo, en cuanto al limbo de la debien
pendencia. Si el plan de choque marcaba como objetivo reducirlo en 2021 hasta el 12,7%, no ha sido hasta dos años después (en 2023) cuando se ha logrado. En concreto, se ha reducido hasta el 11,4%. Y ha sido «por un ajuste estadístico realizado por Cataluña en noviembre, donde desaparecieron del limbo 25.296 personas». Con todo, a finales de 2023 en las listas de espera de la dependencia aún había más de 296.000 personas, bien porque
estaban esperando a recibir una prestación o un servicio, bien porque esperaban a ser valoradas. A todas ellas, razona la asociación, se les «está abandonando sin atenciones».
Además, de las 40.440 personas que fallecieron en 2023 esperando ser valoradas o atendidas, 18.454 estaban pendientes de resolución de grado y 21.993 esperando ser atendidas. La media del tiempo de tramitación de un expediente, si
es de 97 días menos que en 2020, aún se sitúa en los 324 días. Hasta en cuatro comunidades se superan los 12 meses (Canarias, Andalucía, Murcia y Galicia), y solo cinco están por debajo de los seis meses que establece la ley (Navarra, Cantabria, País Vasco, Castilla y León y Ceuta). Asimismo, la asociación denuncia que los servicios de bajo coste y las escasas cuantías de las prestaciones económicas siguen siendo la tónica general del sistema, sin que se perciba una mejora sustancial a raíz de este «importante incremento de financiación estatal, tal y como proponía el plan de choque». Por ejemplo, se establecía que, para toda aquella persona con grado de dependencia reconocido, fuera un derecho subjetivo que viviera en su domicilio.
Sin ⁄ embargo, a día de hoy solo el 35,8% de ellas tienen teleasistencia. Además, la intensidad media de la Ayuda a Domicilio en 2023 fue de 33,8 horas mensuales -57,9 horas para el Grado III-, con un incremento de solo 0,3 horas respecto al año anterior. Quienes cuidan a un familiar dependiente en su propio domicilio reciben de media 240,17 euros, una cuantía que asciende a 369,6 en los dependientes de Grado III, mientras que la prestación económica vinculada al servicio para una plaza de dependientes de Grado III asciende a 575 euros, menos de una tercera parte del coste real de estos servicios en la mayor parte de España.
«La complejidad de los procedimientos desde que una persona solicita que se reconozca su situación de dependencia, que venimos denunciando de manera sistemática, unido a la falta de voluntad política de algunos gobiernos autonómicos, que ha reducido su aportación económica ‘haciendo caja’ con el incremento de financiación estatal que ha supuesto el plan de choque, pueden explicar estos resultados tan limitados», aseguran.