Detienen al nieto de un exalcalde por el triple crimen de Guadalajara
Los arrestos se producen tras el hallazgo de los cadáveres de un hombre de 52 años, de su mujer de su misma edad, y de su hija de 22 años en su casa con signos de violencia
Primeros detenidos por el crimen de tres miembros de la familia Villar Fernández en Chiloeches (Guadalajara). La Guardia Civil practicó en la mañana de ayer dos detenciones en el municipio vecino de Pioz, a escasos 15 kilómetros del lugar de los hechos.
El Periódico de España, del mismo grupo editorial, pudo saber que se han practicado dos detenciones en dicha localidad, ambas próximas al entorno de Laura, la hija que murió presuntamente asesinada durante el asalto a su domicilio.
Los dos arrestados serían amigos del exnovio de Laura, con antecedentes por robo con fuerza y sobre el que pesa una orden de alejamiento de la fallecida. Uno de los detenidos sería el primo de su expareja, que se mudó a Pioz desde Madrid hace unos años. El otro detenido es natural del municipio guadalajarense y sobrino-nieto de un exalcalde ya fallecido de la localidad.
La investigación del triple crimen, que se encuentra en fase de reconstrucción de los hechos sobre el terreno, se centra en la figura del entorno de la expareja.
Uno de los detalles significativos es que, para acceder a la urbanización Medina Azahara en la que residía la familia asesinada, se necesitaba permiso de acceso. En ambas entradas existe una restricción de entrada y para entrar era necesario un mando.
Esas dos no son, no obstante, las únicas detenciones. La Guardia Civil practicó varios arrestos más, sin que haya trascendido el
número de personas implicadas.
La Delegación de Gobierno de Castilla-la Mancha confirmó dichas detenciones, pero tampoco especificó el número. Se espera, además, que se sigan practicando arrestos, vinculados todos con el entorno de la expareja de la joven presuntamente asesinada.
Laura Villar Fernández, de la misma edad, y sus padres, Ángel y Elvira (ambos de 52), fueron encontrados muertos dentro de su casa incendiada. La voz de alarma la dio Yeray, el otro hijo de la pareja y mellizo de Laura, que se encontraba de fiesta cuando sucedieron los hechos. Cuando las autoridades llegaron al domicilio y pudieron acceder tras sofocar las llamas, encontraron a los tres cuerpos ya sin vida. Los tres tenían heridas de arma blanca.