Córdoba

4.800 millones al año de la UE: Andalucía peleará por una respuesta a la sequía en Europa

El reto demográfic­o, la gestión migratoria y la inteligenc­ia artificial son otros asuntos andaluces a los que la Eurocámara debe dar respuesta

- PATRICIA GODINO Sevilla

Europa se la juega el 9 de junio. Suena a eslogan, sí, pero nunca un claim oteó mejor el horizonte: en los próximos años los desafíos se acumulan encima de la mesa en el viejo continente.

La crisis climática, la sequía y los efectos en la producción industrial, el reto demográfic­o, la gestión migratoria y la incorporac­ión de la Inteligenc­ia Artificial al mercado laboral y como estrategia de desinforma­ción son algunos de los asuntos a los que las institucio­nes europeas deben dar respuesta en un escenario de polarizaci­ón y avance de la extrema derecha que complica, con frecuencia, las negociacio­nes en un gran parlamento que tendrá la próxima legislatur­a 720 eurodiputa­dos (15 más que la que acaba de concluir) y donde los acuerdos no funcionan sólo en bloques ideológico­s sino también por intereses entre países en función de los retos.

Al sur de Europa el principal desafío se llama gestión del agua, a los países del norte, sin embargo, todavía se les hace bola entender de qué hablamos aquí cuando hablamos de sequía. Por eso, el Parlamento que surja de las próximas elecciones europeas será decisivo para que se continúe la agenda que la Comisión Von der Leyen (un gobierno de socialdemó­cratas, conservado­res y liberales) ha dejado sin terminar por culpa, entre otras razones, de la pandemia y los efectos de las dos guerras o, por el contrario, para invertir las prioridade­s. De lo que pase el 9 de junio depende también la mirada que se tenga hacia territorio­s muy dependient­es de la UE como Andalucía.

Andalucía cree en Europa y lo refleja en el voto: en 2019, la participac­ión de los andaluces fue del 60,6%, frente al 61% nacional. Una participac­ión que creció en 20 puntos en las últimas dos décadas: en las elecciones de 2004, que fue del 40,6%, por debajo de la media nacional.

Porque, como territorio al sur del sur, Andalucía es especialme­nte sensible al aleteo de la mariposa en cualquier despacho de las institucio­nes comunitari­as. Un dato da la medida de lo que se juega: en 2024, unos 4.800 millones de euros andaluces proceden de los fondos europeos (de los 46.753 millones con que cuenta el presupuest­o de la Junta para 2024). De ellos, unos 3.564 son los fondos estructura­les del marco 2021-2027 (a los que se suma los que quedaban de ejecutar del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Ruralfeade­r) y unos 1.313 proceden del

Mecanismo de Recuperaci­ón y Resilienci­a (Next Generation), activados como respuesta a la pandemia.

La respuesta de la PAC

Con todo, son pocas las voces andaluzas que se fajarán a futuro en la gran cámara europea: hasta ahora había cuatro andaluces -Lina Gálvez (PSOE), Juan Ignacio Zoido (PP) y Manu Pineda (IU) repiten en las listas- en un parlamento multilingü­e en el que los eurodiputa­dos representa­n a sus países, sí, pero sobre los que es lógico pensar que opera también la sensibilid­ad hacia sus territorio­s a la hora de diseñar agendas y posicionam­ientos en los debates.

En la próxima legislatur­a, donde

España contará con 61 eurodiputa­dos, el PP ha mandado un mensaje claro: ha colocado de número dos de su lista a la ex consejera de Agricultur­a de la Junta, Carmen Crespo, para defender los intereses del campo andaluz en Bruselas; una pieza importante en una cámara donde no repite la granadina Clara Aguilera, ex consejera del ramo con el PSOE que, durante 10 años, se ha fajado en un diseño beneficios­o de la Política Agraria Común (PAC) para España y Andalucía.

Otro dato subraya lo sensible de esta materia: más de 200.000 agricultor­es y ganaderos reciben apoyo financiero de la UE para sostener y modernizar su actividad económica. La pasada legislatur­a fue clave para la actualizac­ión de la política agraria de los 27: la nueva PAC, rubricada en noviembre de 2021, reserva el 10% de los pagos directos a pequeñas y medianas explotacio­nes, mayoritari­as en el campo andaluz y el pasado febrero, ante las críticas, se aprobó una revisión parcial de la PAC para reducir la carga administra­tiva y dar más flexibilid­ad a los agricultor­es. En octubre de 2023, el Parlamento pidió políticas públicas a favor del relevo generacion­al en el campo y el pasado febrero se aprobó el reglamento sobre indicacion­es geográfica­s de los productos agrícolas. La lista de medidas sería infinita.

Respecto al agua, en plena revuelta

del campo en las carreteras españolas, la Eurocámara debatió con el comisario Virginijus Sinkevičiu­s sobre la necesidad de una estrategia sostenible como respuesta a la sequía. Fue un debate político (no se votaba ningún expediente) pero sirvió para dimensiona­r, por parte los diputados españoles, cuánto se juega España y Andalucía por la falta de agua. Según datos de la Junta, sin sequía, nuestra economía habría crecido un 2% más en 2023.

El sevillano Zoido alertó de «la brecha insalvable entre la Europa seca y la Europa húmeda» si no se

activan medidas. El catalán Javi López, que repetirá en la Eurocámara, como número 3 de la lista que encabeza Teresa Ribera para el PSOE, pidió «movilizar recursos europeos, invertir en infraestru­cturas hídricas». Y Aguilera, en el que fue uno de sus últimos debates como eurodiputa­da, reclamó «una

estrategia de resilienci­a hídrica, medidas inmediatas ya para los próximos años». En la misma línea, la extremeña María Eugenia Rodríguez Palop, otra baja en las listas de Sumar, reclamó «una estrategia europea que cambie el modelo productivo y garantice el derecho humano al agua». Por contra, para Jorge Buxadé, que continuará en la lista de Vox, «en España hay agua suficiente para cubrir las necesidade­s del pueblo español», pero, dijo, «el fanatismo climático que criminaliz­a a los agricultor­es de Murcia, Almería o Huelva, le echa la culpa de los males del planeta».

Ya en 2020, el Centro de Estudios Andaluces hizo una encuesta en 12 países europeos que concluyó que el 67,6% de la población europea piensa que los productos andaluces son garantía de calidad y buen precio y que el 64,4% estaría justificad­o pagar más por un producto de origen andaluz. Pese a las crisis puntuales (la fresa de Doñana fue una), la confianza en el campo andaluz es grande. Pero faltan las medidas que atajen sus desafíos a largo plazo desde el corazón de Europa. En el voto del 9J estará (parte) de la respuesta.

En 2024, unos 4.800 millones del presupuest­o de la Junta proceden de los fondos europeos

 ?? Efe/josé Manuel Vidal ?? Miles de agricultor­es de Huelva se concentrar­on en Sevilla para reclamar «con urgencia» las infraestru­cturas hidráulica­s necesarias para garantizar la superviven­cia de su actividad.
Efe/josé Manuel Vidal Miles de agricultor­es de Huelva se concentrar­on en Sevilla para reclamar «con urgencia» las infraestru­cturas hidráulica­s necesarias para garantizar la superviven­cia de su actividad.
 ?? ?? Una marisma de Doñana.
Una marisma de Doñana.
 ?? Fred Marvaux/ Ep/dpa ?? Pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburg­o.
Fred Marvaux/ Ep/dpa Pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburg­o.
 ?? ?? Embalse de Sierra Boyera, mermado por la sequía.
Embalse de Sierra Boyera, mermado por la sequía.
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Protestas de agricultor­es y ganaderos en Madrid.

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