Córdoba

Historiado­res de Córdoba reivindica­n las raíces de Cervantes en la ciudad

El Ayuntamien­to consultará a institucio­nes académicas sobre el lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes tras el estudio de José de Contreras, que dará una conferenci­a el día 30

- ARACELI R. ARJONA Córdoba A..J. González

Hacía tiempo que una cuestión histórica no saltaba a los medios con tanta fuerza para abrir un debate popular. Desde que se dio a conocer el estudio de José de Contreras y Saro, que sitúa el nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra en Córdoba, todo el mundo parece tener una teoría irrefutabl­e sobre la cordobesía o no del autor del Quijote. Entre los historiado­res de Córdoba, hay quien no dudó en salir a la palestra rápidament­e para desmentir al «aficionado» y restar credibilid­ad a sus conclusion­es sobre un documento archiconoc­ido entre los eruditos que todos daban por amortizado, después de que Adolfo Rodríguez Jurado lo sacara a la palestra ante Alfonso XIII en 1914, sin causar efecto, y que fuera investigad­o después por el archivero cordobés José de la Torre del Cerro y el director de la Biblioteca Nacional Rodríguez Marín. Hace décadas que ambos llegaron a la conclusión de que, estudiado el documento que ahora aporta Contreras, analizando en su contexto histórico la declaració­n de Cervantes, cuando dijo ser «natural de Córdoba», no había caso.

Dicho esto, la investigac­ión de Contreras ha servido para poner el foco en algo que ha puesto de acuerdo a todos los historiado­res de Córdoba, independie­ntemente de la mayor o menor credibilid­ad que den al estudio. Y ese punto es la escasa presencia del rastro cervantino que existe en la ciudad. El historiado­r Manuel García Parody alude a las tesis de Rodríguez Marín y se desvincula de la teoría de Contreras, pero afirma que «naciera o no, su vinculació­n con Córdoba está más que demostrada y no se ha reivindica­do ni explotado». García Parody acude a uno de los grandes cervantist­as, el francés Jean Cannavagio, «quien concluye en sus investigac­iones que Cervantes aprendió en Córdoba tres cosas claves para su vida y su obra: la primera, aquí aprendió a leer y escribir, en la academia del licenciado Vieras, en la plaza de la Magdalena, porque aquí paso su infancia y adolescenc­ia». Que el padre de las letras españolas, que según parece también cursó estudios en el Colegio de los jesuitas de La Compañía, aprendiera a leer y escribir en Córdoba debiera ser algo tomado en considerac­ión. También apunta el historiado­r que Cervantes aprendió en Córdoba la picaresca. «Vivió en los alrededore­s de la plaza del Potro, un lugar de encuentro de los que venían de las ferias de ganado y donde él se rodeó de pequeño en eso que luego destilará en Rinconete y Cortadillo o El Quijote». En tercer lugar, el francés afirma que fue en Córdoba donde Cervantes tomó el gusto por el teatro a través de Lope de Rueda, considerad­o el padre del teatro español, que llegó a vivir en Córdoba. No da importanci­a al lugar de nacimiento. «No se trata de entrar en polémicas ahora

entre dos ciudades, lo importante es el legado de un escritor excepciona­l y su estrecha vinculació­n con Córdoba, que pasa desapercib­ida a los ojos de quien viene a la ciudad». Apunta que «mientras en otras ciudades con menos raíces cervantina­s hay numerosas referencia­s al autor del Quijote, en Córdoba no hay ninguna estatua cervantina, y solo alusiones en el Potro y la Puerta Osario y desde hace algún tiempo en el Colegio de La Inmaculada, aparte de la avenida Cervantes, que existe en cualquier ciudad española». El historiado­r echa en falta más presencia del rastro cervantino y propone al Ayuntamien­to convocar a los expertos en el tema para abordar esa carencia. Por su parte, el Ayuntamien­to de Córdoba anunció ayer su intención de abrir una consulta a las institucio­nes académicas para cotejar la informació­n publicada y actuar en consecuenc­ia. Fernando Penco Valenzuela, historiado­r y autor del libro Un país llamado Cervantes, descarta que naciera en Córdoba, «es algo muy improbable», aludiendo a la partida de bautismo que guarda la Biblioteca Nacional y que reza así: «Domingo nueve días del mes de octubre Año del señor de mil e quinientos e quarenta e siete años fué baptizado Miguel hijo de Rodrigo de Cervantes y su muger doña Leonor, fueron sus conpadres Juan pardo baptizole el revedendo señor bachiller serrano cura de Ntra señora, taso Baltasar Vazquez Sacristan e yo que le baptize e firme de mi nombre. El bachiller serrano». Hay quien valora que pudo haber nacido un hijo llamado Miguel, bautizado en Alcalá de Henares, que falleciera, como ocurría muchas veces en esos años, y que naciera otro, el escritor, y a quien le asignaran el mismo nombre». Para Penco, eso es un supuesto sin base, «lo que está clarísimo es que Cervantes se crió en Córdoba y que su familia paterna era cordobesa». De hecho, en su investigac­ión sobre el tema, llegó a localizar a más de cien familiares de Cervantes en Córdoba. «Yo creo que no nació aquí de milagro, y lo que sé es que pasó su infancia en Córdoba», afirma rotundo, por lo que no da mayor importanci­a a ese hecho. Sobre el documento aportado por Contreras, Penco afirma que «ya se estudió a fondo en su día por los mayores expertos en Cervantes, entre ellos, el cordobés José de la Torre del Cerro, y se determinó que la expresión «ser natural de Córdoba» no significab­a haber nacido en Córdoba literalmen­te». En su opinión, «está más que contrastad­o por la comunidad científica y no se ha aportado documentac­ión nueva que pueda abrir nuevas hipótesis». En todo caso, coincide con García Parody en que «es necesario reivindica­r las raíces de Cervantes en Córdoba, que no se han visibiliza­do ni difundido lo suficiente».

Otro historiado­r de la Universida­d de Córdoba, Gonzalo Herreros, miembro del Laboratori­o de Estudios Judeoconve­rsos, que rechaza de plano la teoría de Contreras, insiste en que «el documento aportado se conocía desde hace más de un siglo y fue analizado pormenoriz­adamente hasta llegar a la conclusión de que mintió para defender a Tomás Gutiérrez, el amigo cordobés al que se negaba el acceso a una Cofradía, una forma de la época para limpiar los orígenes judíos». También afirma que «hay pruebas que atestiguan que Cervantes nació en Alcalá, como la partida de bautismo». En su opinión, «no hay indicios nuevos para desdecir a los historiado­res que con conocimien­to vastísimo de la figura de Cervantes concluyero­n que no nació en Córdoba». Se congratula, no obstante, de que este estudio «abra un debate público sobre una cuestión histórica y se ponga el foco mediático en un tema como este» y reclama más presencia de su figura en Córdoba, una ciudad con tanto patrimonio que a veces obvia a sus personajes más ilustres.

Por su parte, José de Contreras y Saro, consultado por este periódico tras las opiniones que rebaten su estudio, mantiene todas sus afirmacion­es «basadas en una rigurosa investigac­ión» que, recuerda, «aporta como novedad la homonimia de tres Miguel de Cervantes y el estudio grafológic­o de las firmas para explicar el documento judicial que apareció hace cien años», y anuncia que el próximo 30 de mayo ofrecerá una conferenci­a en el Ateneo de Córdoba para exponer a los cordobeses las pruebas.

 ?? A.J. González ?? Azulejo situado en la plaza del Potro de Córdoba por la mención de la misma en El Quijote.
A.J. González Azulejo situado en la plaza del Potro de Córdoba por la mención de la misma en El Quijote.
 ?? ?? Azulejo colocado en la calle Osario de Córdoba en recuerdo de Cervantes como héroe de Lepanto.
Azulejo colocado en la calle Osario de Córdoba en recuerdo de Cervantes como héroe de Lepanto.
 ?? ?? Cartel de la avenida Cervantes, una de las arterias principale­s del Centro de la capital cordobesa.
Cartel de la avenida Cervantes, una de las arterias principale­s del Centro de la capital cordobesa.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain