‘Historia de las sitcoms’: ¿eres de ‘Seinfeld’ o de ‘Friends’?
En un principio, duraban unos 20 minutos La serie documental de Movistar Plus+ recorre la historia de las comedias de situación americanas, desde los años 50 hasta nuestros días n Cada entrega es una minicronología de cómo estas ficciones reflejan los cam
Según la prensa de la época, Jerry Seinfeld estuvo a punto de salvarle la vida a Frank Sinatra. El 14 de mayo de 1998, 76 millones de personas se pusieron delante de una televisión para ver cómo terminaba esa serie en la que nunca pasaba nada. Las calles de Los Angeles se vaciaron de coches entre las ocho y las diez de la noche, así que la ambulancia que transportaba al crooner pudo circular a toda velocidad sin encontrarse con ningún atasco. El artista no sobrevivió al ataque al corazón que le mandó al hospital, pero posiblemente los guionistas habrían hecho alguna broma sobre la anécdota si la comedia hubiese seguido en antena. Cuando la noticia salió a la luz, Jerry Seinfeld ya había pronunciado las últimas palabras del capítulo final que, curiosamente, son las que abren el piloto: «El segundo botón es el que hace que una camisa te siente bien o mal».
Sin duda, esta sitcom (comedia de situación según su traducción literal al castellano) protagonizada por un grupo de colegas es una de las más famosas en su categoría. De ahí que tenga una presencia de peso en Solo amigos, el primer capítulo de la serie documental de ocho episodios Historia de las sitcoms. Estrenada en la cadena estadounidense CNN en 2021, se acaba de añadir al catálogo de Movistar Plus+. Cada entrega supone una minicronología de cómo estas ficciones han reflejado en sus guiones los cambios sociales que se han producido con el paso del tiempo, siguiendo temáticas concretas como el sexo, la familia, el trabajo o la amistad.
Bill Carter y John Ealer –experiodista de The New York Times y productor, respectivamente– estaban terminando la serie documental The Story of Late Night para la CNN, cuando la cadena les pidió una nueva idea para un proyecto similar. Desde el estreno de I Love Lucy en 1951, las sitcoms han estado presentes en la parrilla televisiva norteamericana con mucho éxito, así que no dudaron en lo adecuado de la temática. Pero ¿qué es exactamente una comedia de situación? En un inicio, eran ficciones de unos 20 minutos que se grababan en un plató con público y a las que después se les añadían risas enlatadas. Poco a poco se introdujeron nuevos elementos como los flashbacks o la ruptura de la cuarta pared, se eliminaron las carcajadas o se alargó la duración de los capítulos. Pero la esencia se
mantuvo intacta desde sus orígenes: son refugios audiovisuales en los que sentirse bien, productos culturales reconfortantes.
Además de realizar un exhaustivo proceso de documentación, el equipo de Carter y Ealer entrevistó a 184 personas entre actores, productores, críticos de televisión y creadores para hilar la narración. Antes de cada episodio, hay una introducción de diez segundos con una sintonía parecida a la de Seinfeld que parodia los créditos de comedias famosas como I Love Lucy, Embrujada, Happy Days, La isla de Gilligan, Frasier, Friends, Los Simpson o Arrested Development, entre otras. Cualquier telecomedia que se precie tiene una entradilla inolvidable,
y algunas hasta canciones cuyas frases se graban a fuego en el cerebro, como Thank You for Being a Friend de Las Chicas de Oro, Al oeste en Filadelfia, crecía y vivía sin hacer mucho caso a la policía de El Príncipe de Bel Air o I’ll Be There For You de Friends (es casi imposible leerlas sin tararearlas en la mente).
Hasta el 15 de mayo, que se colgará el segundo, en Movistar Plus+ solo se puede ver el episodio con el que arranca Historia de las sitcoms, dedicado a la amistad. En él se explica que, aunque las comedias de situación estadounidenses nacieron a mediados del siglo XX, fue a partir de los años 70 cuando las protagonizadas por amigos captaron la atención del público. El motivo más claro fue el aumento de los divorcios y el cambio de las estructuras familiares. Una de las primeras en triunfar fue La extraña pareja (1970-1975, NBC) de Garry Marshall, cuya trama orbita en torno a la relación de dos hombres de mediana edad divorciados que comparten piso. Está basada en la obra de Broadway escrita por Neil Simon, que después se adaptó al cine y finalmente aterrizó en la pequeña pantalla. El dúo está formado por dos polos opuestos: el pulcro y responsable vs. el desastroso y mujeriego. La fórmula se ha repetido varias veces desde aquellos años: uno de los ejemplos más recientes es Dos hombres y medio, creada por Chuck Lorre y
Lee Aronsohn y protagonizada por Jon Cryer y Charlie Sheen hasta que Ashton Kutcher le reemplazó.
La ruptura de las parejas también afectó a la cotidianeidad de sus hijos que, de pronto, empezaron a pasar más tiempo solos en casa delante de la tele y se convirtieron en objetivo de las cadenas. De ahí que títulos como Welcome Back, Kotter (1975-1979, ABC), con un jovencísimo John Travolta de protagonista, resultasen un éxito. Lo mismo ocurrió con Días felices (1974-1984, ABC), un clásico catódico que marcó a generaciones como la del grupo Weezer, que en el videoclip de su famosísima canción Buddy Holly, simula un cameo en la serie.
En un principio, los elencos de esas ficciones dirigidas a los adolescentes estaban compuestos por blancos. Las cadenas comprendieron que podían aumentar mucho sus audiencias si captaban a otro grupo social: los jóvenes afroamericanos, a los que sedujeron con What’s Happening!! (1976-19799, ABC). Esa división de ficciones para personas blancas o para personas racializadas se extendió hasta el siglo XXI con pocas excepciones como The Facts Of Life (1979-1988, NBC). Esta no solo fue la primera sitcom en contemplar la pluralidad racial, sino también en incluir a una actriz con diversidad funcional. Pero hasta que no llegaron series como Community (2009-2015, NBC), no hubo muchos más ejemplos.
Al llegar a los años 80, los adolescentes que se habían divertido con sus sitcoms en los 70 necesitaban nuevos amigos televisivos. Su realidad se había llenado de hipotecas, obligaciones laborales y familiares, así que evadirse durante un rato con ellos podría suplir un poco la falta de vida social. Y apareció Cheers (1982-1993, NBC), la serie del bar en el que todo el mundo se conoce que, además de animar al público, introdujo en los guiones el infalible tropo de la duda sobre si los protagonistas acabarán juntos o no. Funcionó con Ted Danson y Shelley Long y, por supuesto, con Ross y Rachel en Friends años más tarde. Seinfeld y Friends no son rivales pero sí opuestas. Mientras que los personajes de Marta Kauffman y David Crane intentan ser buenas personas, tienen aspiraciones profesionales, románticas y se apoyan los unos a los otros, en el grupo ideado por Jerry Seinfeld y Larry David ocurre todo lo contrario.