Augusto Centeno alterna prosa, verso y rasgueo de guitarra en su pregón
El Real Círculo de la Amistad acogió anoche la 34ª edición del acto taurino por el escritor y ganadero cordobés, que destacó la obligación de continuar el legado de los toreros antiguos
Aunque ya se ha celebrado el primer festejo del cartel de mayo, anoche tuvo lugar en el Real Círculo de la Amistad el 34º pregón taurino a cargo del escritor, poeta y ganadero cordobés Augusto Centeno Blanco. Centeno, de pluma elegante y palabra fluida, entremezcló prosa y verso para elaborar un pregón muy original e interesante, y con esa virtud de saber expresarse, enseguida captó el interés del público asistente. Comenzó haciendo un recorrido por el mes de mayo en Córdoba, donde todo es alegría y color. Las Cruces, los Patios y sobre todo la Feria, a la que catalogó como un importante acontecimiento social y taurino, donde «han destacado siempre nuestros toreros», porque, según apuntó, «los toreros de Córdoba siempre han mantenido la diferencia, tanto matadores como hombres de plata, aunque en estos momentos necesitemos un puñado de toreros para levantar la afición y que haya rivalidad y crezca la pasión. Tenemos la obligación de continuar el legado que nos dejaron los toreros antiguos, de oro y plata, y luchar por él». Designó a Manuel Benítez El Cordobés como
el Califa más importante de los cinco que conforman el escalafón cordobés, por la categoría de su toreo y por la dimensión mundial que alcanzó proyectando el nombre de Córdoba. «Manuel Benítez – dijo es una figura irrepetible, como torero y como persona».
Centeno no olvidó mostrar su reconocimiento a la gente imprescindible y necesaria que conforma el mundo del toro: ganaderos, mayorales, tertulias taurinas, etc,
porque «la fiesta se mueve con muchos resortes y ellos siempre están ahí». No olvidó referirse a la plaza de Los Califas, que acaba de cumplir 59, «una plaza cómoda que en tan pocos años de vida ha escrito páginas de oro de la tauromaquia».
El pregonero fue presentado por el director de la Tertulia El Castoreño, colaboradora en la organización. Manuel Vázquez Silva intercaló en su guion versos propios, recitados
por Rafael Márquez, que estuvo acompañado por el guitarrista Rubén Márquez. La comitiva entró al Salón Liceo y se fue con los compases de un pasodoble taurino interpretado por la banda Cristo del Amor. Al acto asistió Manuel Benítez El Cordobés y un nutrido grupo de toreros cordobeses entre los que destacamos a José Mª Montilla, Fernando Tortosa, Fernando Sacromonte, Rafael González
y Andrés Luis Dorado.