La Fundación Gala despide a sus artistas
Un total de 14 jóvenes creadores de artes plásticas, visuales, literatura y música han culminado el proyecto realizado en el convento del Corpus Christi durante los últimos ocho meses Algunos de los trabajos se exhiben en la exposición ‘Promoción 22’
La Fundación Antonio Gala clausuró ayer el presente curso, despidiendo así a su 22ª promoción de jóvenes creadores, 14 residentes de artes plásticas, visuales, literatura y música que han desarrollado su proyecto durante los últimos ocho meses en el antiguo convento del Corpus Christi gracias a la beca de la fundación.
Isabel Aguirre Suárez, Lucas Selezio de Souza, Lucía Maguregui Magu, María Blanco Reyes, Zhenxiang Zhao, Alejandro Fernández Bruña, Ana Belén Andrés Silva, Daniel Rabal Davidov, Diego Santana Caunedo, Juan Sánchez Gómez, Julen Azcona, Pilar Asuero Salazar, Sebastián Martínez Vanegas y María Jesús Amaro Luque son los artistas que componen la promoción más internacional desde que naciera la iniciativa del fomento del arte creada por Antonio Gala, y la primera que ha desarrollado su formación tras la ausencia del autor.
Una carta a sus compañeros, dedicatorias y sentimientos en palabras de los protagonistas centró el acto de clausura del curso 2023-2024 de la Fundación Gala. No sin antes escuchar palabras de ánimo, inspiración y cariño del propio Antonio Gala, en un vídeo de recopilación de frases pronunciadas en anteriores actos de otras promociones.
Experiencia única
Durante la ceremonia, todos los artistas recalcaron en sus palabras la experiencia única que han experimentado, las sinergias que han creado durante estos ocho meses de estancia entre las distintas disciplinas, así como el cariño fraguado, que guardarán para siempre, más allá de la trayectoria profesional. Hay quien llegó a comparar la residencia en la fundación con un particular Gran Hermano, aunque sin cámaras y con mucho aprendizaje artístico.
Daniel Rabal, aunque también escribe poesía y hace música, ha llegado a Córdoba desde Madrid para desarrollar un proyecto novelístico durante su estancia en la
Fundación Gala. Tras estos meses, define la experiencia como «muy positiva», señalando que «la fundación es un regalo para todos los que estamos aquí». Daniel ha matizado
que lo interesante es que conviven en un mismo espacio artistas de distintas disciplinas, lo que fomenta que «entre nosotros comentemos los proyectos, nos
aportamos ideas, lecturas, etcétera». El joven, de 26 años, acaba la formación «abierto a los cambios» y con «una sensación buena porque uno se lleva todo el aprendizaje, amistades y un apoyo de aquí y va a lo siguiente con todo ese apoyo profesional, emocional y personal». A ello añadió que estar en Córdoba es «como estar constantemente en un poema del que uno puede beber para escribir más».
Lucía Maguregui, conocida por todos como Magu, es pintora y cataloga la experiencia de «intensa». Destaca que «tanto tiempo como el que tenemos aquí para pintar no se tiene en ningún sitio» y que el intercambio de ideas que se produce durante estos ocho meses es «muy bonito». «Yo vengo de la Facultad de Bellas artes (del País Vasco) y no conocía escritores ni poetas» y convivir con esas artes «ha sido súper bonito», recalcó, a la vez que aseguró que sale de la Fundación habiendo crecido como artista porque «es un feedback constante» entre los residentes, que se suma a la formación recibida.
Autoridades políticas y académicas acompañaron a los creadores en un acto en el que estuvieron arropados por sus familiares y allegados. El presidente de la fundación, Francisco Moreno, destacó la valía de cada uno de los 14 artistas que han realizado «satisfactoriamente» su proyecto, que había sido aprobado antes de su entrada en la Fundación. «Yo creo que algunos han superado con tiempo el proyecto para fomentarlo dentro de la fundación», lo que significa que «han trabajado bien y duro», matizó.
Moreno detalló que este año han sido 8 chicos y 6 chicas, procedentes de seis países (España, China, Brasil, Chile, Colombia y Cuba) los que han residido y han disfrutado de la beca de la Fundación en el convento. «Cada año la selección se hace casi paritaria, en la medida de lo posible, siempre teniendo en cuenta los méritos», señaló.
El presidente de la institución puntualizó, asimismo, que tras un año sin Antonio Gala la casa pervive «feliz y contenta», a pesar de su ausencia y que «como él había pensado» continúa siendo «una institución, no para él, sino para Córdoba». «Él sabía que cuando se marchara Córdoba seguiría queriendo y apoyando su fundación» convirtiéndola en una institución para los cordobeses, remarcó.
Los residentes aseguraron que durante todo el curso han tenido al fundador «muy presente». «Lo hemos querido honrar haciéndolo lo mejor posible, honrando el proyecto y la propuesta con nuestro proyecto creativo», apuntó el novelista Daniel Rabal, que apuntó que «Antonio Gala es un referente para todos los escritores españoles, sobre todo los que pasamos por aquí, que cada vez somos más».
Tras la clausura del curso se inauguró, en la sede se la Fundación Antonio Gala, la exposición Promoción 22, que reúne una selección de los trabajos creados por los cinco artistas visuales y plásticos de esta vigésimo segunda promoción. Esta muestra permanecerá abierta al público hasta final del mes de julio.