SCOOPS. Descubre a la musa de Angel Schlesser y los labiales que se personalizan.
Hace años que persigo el rubio soñado, algo que no es fácil de conseguir. Pruebo a lograrlo con la técnica balayage, completamente personalizada, y aquí va el resultado. Por Esperanza Jiménez.
COLOR A MANO ALZADA
Llevo años con mechas y, para mi desgracia, últimamente abuso de ellas para tapar las canas. De momento, me funciona, y así me libro de la tiranía del tinte de cada mes. Siempre me las había hecho con plata, pero me convencen para hacérmelas a mano alzada, con la técnica balayage. No estoy muy segura de que me vaya a gustar...
ASÍ LO SENTÍ
El protocolo es mucho más llevadero. Además de que no pareces un extraterreste con el papel de plata, el trabajo es bastante más rápido que cuando se dan mechas muy fnitas. Yo pido que me mezclen dos tonos, uno claro y otro más oscuro, y así lo hacen.
VEREDICTO
Al verme tras el lavado y con el pelo mojado confeso que casi me da algo: me pareció que tenía como rayas de cebra. Una vez que me matizaron para que no notara grandes cortes, me quedó uno de los colores más naturales que he llevado en mucho tiempo.
SI QUIERES PROBARLO... Ponte en manos de Luis Miguel Vecino, que cocina los colores como si fuera un alquimista en su exclusivo salón madrileño Coolday (coolday.es). Ha formado a todo su equipo, pero si quieres que te atienda él en persona, reserva jueves o viernes. (Desde 50 euros).