Cosmopolitan España

ALISHA BOE.

LA ‘CARA A’ DE LA ACTRIZ DE LA SERIE ‘POR 13 RAZONES’ MUESTRA A UNA CHICA QUE AMA A SUS AMIGOS Y SU FAMILIA. LA ‘CARA B’, A UNA LUCHADORA QUE HA LOGRADO EL ÉXITO A FUERZA DE TRABAJO. GRÁBATE SU NOMBRE PORQUE VA A DAR MUCHO QUE HABLAR.

- TEXTO: ANA M. JIMÉNEZ. FOTOS: BERNARDO DORAL. REALIZACIÓ­N: DANIELA GUTIÉRREZ.

La actriz de Por 13 razones habla del esfuerzo y el éxito.

Su papel de Jessica Davis en la controvert­ida serie Por 13 razones (que se emite en Netfix y aborda un suicidio) ha conseguido que su rostro sea conocido en todo el mundo. Con dos millones de seguidores en Instagram, el estreno de la segunda temporada el 18 de mayo (en la que cobra aún más protagonis­mo), y la película Yes, God, Yes prevista para el año que viene, Alisha Boe se perfla como una de las actrices más prometedor­as del momento. Por este motivo, nos desplazamo­s hasta Los Ángeles, ciudad en la que reside desde los 8 años, cuando sus padres –un refugiado somalí y una noruega– decidieron trasladars­e allí desde Oslo, donde ella nació. Nada más irrumpir en el estudio de Venice Beach, donde hemos quedado para realizar la entrevista, nos sorprende su tremenda naturalida­d (en contra del protocolo habitual en Estados Unidos, nos saluda con dos besos en lugar de un apretón de manos) y su gran sonrisa, que mantiene durante toda la sesión de fotos. En cuanto cruzamos las primeras palabras, comprobamo­s que, a pesar de su fama repentina, Alisha no desea que le cuelguen el cartel de celebrity: «Agradezco la amabilidad de la gente que me dice que le encanta mi trabajo, pero no me gustaría ser tan conocida que no pudiese vivir tranquila en mi casa», señala mientras da unas caladas a su cigarrillo electrónic­o y espera tranquila a que comencemos con las preguntas.

Acabo de darme cuenta de que hoy es martes 13 (el equivalent­e a vuestro viernes 13). No serás superstici­osa…

Lo soy, y mucho. Por ejemplo, no puedo evitar echarme sal por detrás del hombro cuando se cae en la mesa. Pero a pesar de su mala prensa, creo que el 13 es mi número de la buena suerte. Los días 13 son buenos y esta es la prueba.

¿Cómo te ha infuido tu mezcla de raíces?

Mi padre, que es musulmán y estuvo en la cárcel por intentar escapar de la guerra de Somalia, me ha enseñado la cultura afrosomalí; y mi madre, que es europea y liberal, la nórdica. Y lo

más importante, me ha ayudado a no tener miedo a la diversidad. Me siento estadounid­ense, pero sigo consideran­do mi lugar de origen como mi hogar.

El 6 de marzo cumpliste 21 años. Ya eres mayor de edad en Estados Unidos…

Sí, ¡ya puedo tomar alcohol! (bromea). Es gracioso, porque llevo bebiendo vino con mi madre desde que los 17 o 18 años. Siempre me decía: «Venga, que en Noruega no importa» (se ríe).

¿Qué tipo de regalos te conquistan?

Los que están hechos con el corazón. Este ha sido mi mejor cumpleaños: me fui con diez amigos al desierto de Joshua Tree, en California; alquilamos una casa preciosa y estuvimos haciendo senderismo durante el día y bailando toda la noche. Una semana después, seguía dándoles las gracias mientras se me saltaban las lágrimas (se ríe).

He visto en Instagram esta cita tuya: «No podrás lograr nada a no ser que trabajes duro». Es raro encontrar esa actitud en una chica tan joven.

No procedo de una familia rica y no entré en el mundo de la interpreta­ción por conocer a alguien en la industria. Ahora soy famosa, pero llevo mucho tiempo actuando. Empecé a hacer castings para anuncios a los 10 años, y mi madre y yo pasábamos hasta ocho horas en el autobús para ir desde nuestra casa a Hollywood. Ya entonces me di cuenta de que cumplir un sueño requiere sacrifcio y mucha autodiscip­lina.

¿Qué otros valores rigen tu vida?

Para mí es fundamenta­l ser honesta conmigo misma y los demás. También aprender a estar sola y saber parar –el día a día a veces es una locura– para estar en sintonía con tu yo interior.

Has dicho que la dragqueen Adore Delano representa a los millennial­s…

Sí, porque es auténtica y no tiene ningún tipo de complejos. Además, nunca sigue las reglas, y eso me encanta.

En tu opinión, ¿cuáles son las principale­s virtudes de tu generación?

Somos más consciente­s de los problemas sociales, más empáticos, sabemos escuchar a la gente y no nos conformamo­s con un no. Tenemos acceso a mucha más informació­n y estamos trabajando para conseguir la igualdad en todos los ámbitos: sexualidad, género y raza.

¿Piensas que los hombres tienen privilegio­s sobre las mujeres?

No exactament­e, pero lo que sí es cierto es que ellos no se sienten agredidos cuando caminan por la calle, ni se ven forzados a preocupars­e por su seguridad si van solos a su casa por la noche.

Imagina que pudieses ser un chico durante todo un día. ¿Qué harías?

Disfrutar de sus ventajas. Por ejemplo, pasear por la calle sin que nadie silbase a mi trasero o ir a la playa sin tener que aguantar que ningún tío baboso me hiciese fotos. Me sentiría muy libre.

¿Cuál sigue siendo nuestra asignatura pendiente en cuestión de igualdad?

La brecha salarial. Que a estas alturas las mujeres cobren menos por el mismo trabajo es ridículo. Pero vencerlo no depende tanto de lo que nosotras hagamos, sino sobre todo, de que todo el mundo deje de vernos como objetos.

¿Tú has sufrido esta cosifcació­n?

Por fortuna, no. Estoy feliz de haber comenzado justo cuando las mujeres han decidido denunciar a todos esos actores, directores o productore­s que cometen abusos de poder. Gracias a que ellas han hablado, yo me siento más tranquila y no voy a tener que pasar por ese trance.

He leído que te acosaban en el instituto.

Sí, durante un año. Yo no le caía bien a nadie y a esa edad la gente es muy cruel y puede hacer que te sientas aislada.

¿Por eso decidiste apoyar el proyecto Punto y Coma, que trata de reducir el suicidio entre adolescent­es?

Sí, y para simbolizar mi implicació­n, me he tatuado un punto y coma en la muñeca. También lo han hecho Selena Gómez (productora de ‘Por 13 razones’) y Tommy Dorfman, uno de mis compañeros. El objetivo es transmitir idea de continuida­d, de que las cosas en general no tienen por qué acabar.

Para ti este compromiso es importante. ¿Cuál es tu orden de prioridade­s?

Familia, amigos, dinero y amor. Prefero tener una carrera estable antes de meterme de lleno en una relación.

¿Es difícil tener pareja con tu profesión?

Sí. Me encantaría echarme novio, pero antes de enamorarme de otra persona necesito conocerme y enamorarme de mí misma y saber lo que busco. Además, he tenido una relación larga y ahora me apetece vivir la vida.

¿A la hora de ligar preferes el faceto face o las aplicacion­es de citas?

¡El estilo tradiciona­l! Para mí estas dating apps no tienen ningún sentido porque a la mayoría de los tíos que están ahí no les voy a conocer nunca. Prefero empezar con alguien como amigo y que después surja el amor.

O sea, que no eres de fechazos.

Nunca he sentido ninguno. Sí que me he encapricha­do de algún chico y, en ese caso, he ido a saco. Pero al fnal se ha asustado y ha salido huyendo (se ríe).

¿Quién te ha dado los mejores consejos?

Mi madre. Padezco ataques de pánico y se han acentuado en los últimos años porque mi vida ha cambiado radicalmen­te. A veces me suceden cuando estoy sola y la llamo. Ella siempre me dice «túmbate, respira y piensa que todo va a ir bien», y esto me ayuda mucho. Es como un mantra.

Si grabaras una cinta con un mensaje para que lo escucharan tus descendien­tes, ¿qué les dirías?

Mmmm... Pues sería algo así como «hola, soy Alisha, ¿cómo está el mundo ahora?, ¿existen ya los coches voladores? ¡porque nosotros aún no los tenemos! Espero que haya agua todavía (se ríe), que os vaya todo genial, que mantengáis el contacto entre las personas y que os habléis cara a cara, no sólo a través de algún aparato electrónic­o raro».

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 ??  ?? Vestido estampado, Marina Hoermansed­er. Pantalón, Nina Ricci. Pendiente, Mercedes Salazar. Sandalias, Blumarine.
Vestido estampado, Marina Hoermansed­er. Pantalón, Nina Ricci. Pendiente, Mercedes Salazar. Sandalias, Blumarine.

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