ENERGÍA EN VERDE
Me encantan esos días en los que el verano irrumpe sin previo aviso y hace volar por los aires la rutina. Esos en los que la gente cambia el sofá por la terraza, las tiendas venden vestidos de flores y las agendas se llenan de planes al aire libre. Para mí son un poco como un aperitivo de las vacaciones que están por llegar, en los que la consigna es salir, salir y salir. ¿Adónde? ¡Qué más da! A la calle, a la playa, al campo, a dar una vuelta por ahí… Ahora, sin embargo, desde que lo verde es definitivamente the new black, la última tendencia en ocio es perderse en el bosque para encontrarse a una misma. Un concepto que los japoneses han denominado shinrin-yoku, y que asegura que caminar entre árboles mitiga la agresividad, reduce la tensión arterial, diluye la ansiedad, provoca la producción de hormonas de la felicidad y mejora el sistema inmunitario. Su eficacia es tal que desde los años ochenta las empresas niponas fomentan entre sus empleados esta medicina preventiva subvencionándoles una excursión anual a alguna arboleda silvestre. Eso sí, estadísticamente los beneficios duran una semana, de modo que el estado anímico durante el resto del año es cosa de cada uno. Quizás por eso los hay que siguen prefiriendo el karaoke. Sospecho que cantar a grito pelado el último hit ofrece las mismas ventajas (y tiene casi los mismos efectos secundarios) que andar entre la espesura, aunque bien es cierto que no dispongo de ningún sesudo estudio que lo corrobore. A mí los árboles siempre me han gustado. Me caen bien, aunque no hasta el punto de practicar la arboterapia (o costumbre de abrazarlos sin pudor) por la ciudad. Tampoco los conozco tanto. Pero creo que tienen algo de salvavidas. Si la cosa se pone fea, nada como trepar hasta su copa, mirar desde lo alto y ver cómo lo grande se hace pequeño, tal y como hacía el protagonista de El barón rampante, de Italo Calvino. Porque a veces, para ser más feliz sólo hace falta un pequeño cambio de perspectiva.
LA ÚLTIMA TENDENCIA EN TIEMPO LIBRE ES PERDERSE EN EL BOSQUE PARA ENCONTRARSE A UNA MISMA