SITA ABELLÁN.
La modelo y dj más underground del momento conquista a todos los que la conocen.
hace tres años, acababa de llegar de Nueva York, adonde se había ido para probar suerte, cuando una llamada de su agente cambió su vida: «Rihanna te ha elegido para su videoclip». La cantante de Barbados la había encontrado en internet y quería darle una oportunidad. Así fue como María Abellán (de niña decidió ser Sita porque su nombre le parecía demasiado común) saltó a la fama. «Todavía tenemos relación», dice la modelo, que acaba de crear la serie web, La vida de Sita, y está inmersa en el lanzamiento de su segunda colección de ropa y joyas. Un repaso a su breve (pero meteórica) carrera pone en evidencia
APARENTEMENTE PAREZCO MUY CABRONA, PERO EN REALIDAD SOY BASTANTE DULCE
que su ascenso ya es imparable: se ha convertido en la musa de los diseñadores Jeremy Scott (quien, por cierto, la adora) y Maria Ke Fisherman, y protagoniza la nueva campaña de la frma italiana MCM. Además, es asidua del front row de los desfles de Chanel, Moschino o Desigual, entre otros, y no hay festa en la que no se requiera su presencia como
dj (ha sido la primera mujer que ha pinchado en un club de Arabia Saudí). Hasta Kim Kardashian ha sucumbido a sus encantos, después de que le hiciera unas fotos para la revista Odda. De hecho, la socialité ya forma parte de su casi medio millón de followers, igual que la cantante Katy Perry. Pero, ¿qué tiene esta murciana de 25 años que a todo el mundo enamora? Para despejar la incógnita, quedamos con ella en Ibiza. Lo primero que comprobamos es que no le gusta madrugar (la noche anterior ha salido de marcha y llega algo tarde a la sesión) –«Me pone de mala leche levantarme pronto», dice– y que tiene una increíble facilidad para los idiomas (se enfada con la misma soltura en inglés que en italiano mientras atiende el móvil porque no han llegado a tiempo todos sus accesorios para nuestra producción). Pero según avanza la entrevista, la chica de pocas palabras da paso a una Sita risueña que acaba hablando sin tapujos.
Te defnes como technoprincess…
Sí, es un refejo de mi personalidad. El techno, mi música favorita, transmite fuerza, y princess simboliza dulzura. Yo parezco muy cabrona, pero soy dulce.
En 2017 recibiste el premio Espíritu Libre en los Cosmo Awards. Cuéntame qué signifca este concepto para ti.
Es ser tú misma sin dejar que la opinión de los demás te infuya. Eso es lo que a mí me ha llevado a conseguir mis metas.
¿Has llegado donde te habías marcado?
Yo sabía lo que quería hacer, que me apetecía dedicarme a la moda y la música, pero no me imaginaba todo esto. En general, en mi vida intento no emocionarme demasiado. Prefero que las cosas pasen y decir «¡guau!», a ilusionarme y llevarme el chasco.
¿Siempre has sido tan provocadora?
Sí, ya de pequeña me vestía diferente, y de adolescente me puse yo misma un
piercing en la boca (de hecho, monté un estudio clandestino en un trastero para hacérselo también a mis amigos). Todo el mundo decía: «Esta chica es un bicho raro». Y mis padres pensaban que estaba loca (se ríe). Pero yo creo que eso es lo que se llama estilo. Me gusta combinar cosas que valen un euro con un bolso de Dior o Chanel. No hace falta gastarse un dineral para vestir bien.
En esto del estilo creo que tu abuela ha sido tu referente, ¿no?
Sí, para mí es un ejemplo. Tiene clase, tanto desde un punto de vista estético como personal: se pone de punta en blanco hasta para ir a por el pan.
Dices en tu web que nunca te cuestionas. ¿Eso cómo se consigue?
No me pongo límites. Lo que hago sale naturalmente de mí. Aunque me
NUNCA ME HE ENAMORADO DE UNA MUJER, PERO QUIÉN SABE... YO CREO QUE EL AMOR NO TIENE SEXO
considero muy exigente conmigo misma porque soy superperfeccionista. Nunca me quedo satisfecha al cien por cien. Siempre estoy buscando un challenge.
¿Y si te cuestionan los demás?
Las críticas, salvo si son constructivas, me dan absolutamente igual.
¿Cómo puedes ser tan polifacética?
Pues no lo sé (se ríe). Pero lo cierto es que me resulta más fácil expresarme a través de la moda y la música que mediante las palabras.
¿Y qué cuentas en tu próxima colección?
Hablo de la privacidad en internet y juego con el concepto de observar la vida de los demás y ser observado.
¿No te parece esto un poco paradójico? Sobre todo porque tú eres de las que se expone mucho en Instagram…
Sí, lo es. Pero a mí las redes sociales no me han hecho ser otra persona, como le sucede a la mayoría de la gente, que cambia para ganar dinero o venderse. Yo gracias a ellas, he logrado que mi mensaje llegue a todo el mundo.
¿Te consideras una infuencer?
No, odio tanto ese término como el de blogger. Las infuencers viven de
colgar sus fotografías, pero este no es mi caso, yo no lo hago por dinero. Y en lo único que pretendo infuir sobre mis seguidores es en que tengan más seguridad en ellos mismos.
En una entrevista hablabas del ciberacoso. ¿Tú lo has sufrido?
Sí, alguna vez he recibido fotos de penes
(se parte de risa), y hay gente que me ha escrito cosas raras. En más de una ocasión respondo: «El día que te saques el pene otra vez, te lo van a cortar».
¿Qué te parece el movimiento del empoderamiento femenino?
Yo me considero una posfeminista. Y os explico qué es esto: creo que no debería existir ni el feminismo ni el machismo. Lo ideal es que haya una igualdad entre la mujer y el hombre porque ninguno es mejor ni peor que el otro.
En una sesión de estilismo para Moschino vestiste a las modelos de monjas. ¿Eres creyente?
He estudiado en centros católicos, pero no creo ni en Dios ni en la Iglesia. Cuando pido algo, se lo pido al universo.
¿Cómo ves la situación política en nuestro país?
Lo que ocurre en España es de chiste, veo un poco de locura (se ríe) y tendría que haber más democracia de verdad. El pueblo tiene derecho a decidir.
¿Tú votas por correo desde Londres?
(Se ríe). No, no me gusta nadie. Creo que nos manipulan muchísimo. Todo el mundo está muy acomodado y tiene miedo a los cambios.
¿Estar lejos de casa te ha ayudado a darte cuenta de qué es lo importante?
Sí, echo de menos a mi familia, el buen tiempo, la comida… (risas). Esto es lo que más valoro. La pena es que en España casi no tengo trabajo. Me he marchado para que me hagan caso.
Parece que el dinero no está en tu lista de prioridades. Elige: ¿ser anónima y estar forrada o ser famosa y sin pasta?
Prefero la primera opción (se ríe). Ser superconocida y que esté todo el rato la gente encima de ti debe ser un sinvivir.
Hablando de valores... ¿Eres solidaria?
Sí, me gustaría ir a África con alguna ONG para ayudar a los niños.
¿Y te preocupa el medioambiente?
Sí… (hace una pausa). Últimamente sí (se ríe). Estamos cargándonos el planeta. Yo reciclo, aunque por otro lado no paro de comprarme ropa... Y si no me equivoco la industria de la moda es la que más contamina.
Los estudios señalan que la mayoría de los millennials son partidarios de la fuidezsexual. ¿Tú cómo lo ves?
Nunca me he enamorado de una mujer, pero quién sabe... No te voy a decir que jamás vaya a pasar. El amor no tiene sexo. Te enamoras de un corazón.
¿Y qué opinas del poliamor?
¡Eso sí que no! No me gusta nada. Si tengo una relación es porque estoy muy enamorada y no me apetece enrollarme con otros. Dicho esto, puedo entenderlo si llevas mucho tiempo con alguien porque el deseo no es igual después de diez años. Si me llega ese día, tendré que replanteármelo.
No me irás a decir ahora que en cuestiones de amor eres tradicional...
¡Qué va! No soy nada convencional y estoy un poco loca (se ríe). Llevo con mi novio casi un año y nuestra relación no es típica en absoluto, porque ninguno de los dos paramos de viajar. Compartimos techo, pero no estamos todo el día juntos. Aunque reconozco que a mí me cuesta, porque yo siempre quiero que esté a mi lado, pero es imposible.
¿Qué no soportas en una pareja?
Las mentiras. Odio a las personas falsas. Hay que ser totalmente transparente.
¿Y qué es lo más fuerte que has llegado a hacer por amor?
¡Uy, mil cosas! (sonríe con mucha
complicidad). Por ejemplo, coger varios aviones o pasarme 12 horas en un autobús para ir a ver a mi chico. Cuando estoy con alguien, lo doy todo.
Parece que no te aburres nunca…
(Se para a pensar). Es que me lo paso muy bien en mi trabajo (risas). Incluso, cuando me voy de vacaciones, en vez de relajarme, me pongo a pensar en proyectos. Y a veces me frustro, porque quiero hacer más cosas de las que puedo.
¿Cuál será tu próxima meta?
Me encantaría ser actriz. De hecho, lo he pensado muchas veces. Sé llorar y todo (se ríe). Así que, ¿por qué no? Almodóvar, call me please (bromea).