HABLEMOS DE DINERO.

Pierde el miedo y saldrás ganando.

La mayoría de las personas ve más inapropiado que le preguntes cuál es su sueldo que en qué postura ha hecho el amor la última noche. El dinero es un tabú que está muy por encima del sexo, y análisis de prestigiosos organismos lo demuestran. Según la University College de Londres, la gente está más dispuesta a conversar sobre enfermedades de transmisión sexual que sobre sus ingresos. Otro estudio de la gestora Fidelity afrma que el 43% no conoce el salario de su pareja, y está aumentando el porcentaje que oculta los movimientos de sus tarjetas al otro. La encuesta anual Money Habits and Confessions, de la empresa LearnVest, asegura que sólo un 11% de los adultos habla con sus padres de fnanzas, mientras que un 23% está dispuesto a charlar con ellos sobre sus relaciones. Y el banco virtual Ally Bank, uno de los preferidos por los millennials en Estados Unidos, afrma que para un 70% de sus clientes es un

tema que resulta grosero. Y tú… ¿cuánto ganas? No nos odies por la pregunta, te conviene reconciliarte con las cuestiones monetarias.

Test contra la ansiedad

No se trata de ir por la vida pregonando que has tenido un aumento o que no te pagan como mereces. Todo tiene un límite, pero evitar asuntos de este tipo por norma se ha convertido en un mal moderno en el que pasar de la discreción a la ansiedad es muy fácil y que, además, puede tener efectos negativos en tu cuenta bancaria. Si quieres saber si estás en la zona de peligro, responde:

1. Te acabas de comprar el it bag. ¿Te molesta decir su precio si te lo preguntan?

2. ¿Desconoces el salario de tu pareja, tu padre, tu hermana… o tu mejor amiga?

3. Tienes una deuda. ¿Prefieres no ver tu saldo para evitar el golpe?

4. ¿Te sientes incómoda cuando un conocido te pregunta cuánto cobras?

5. ¿Evitas hablar de gastos y ganancias aunque el tema salga en la conversación?

6. ¿Has mentido alguna vez sobre tus ingresos o alguna compra por vergüenza?

Si tienes tres o más respuestas afirmativas, tu disposición para hablar de dinero es muy baja. El sentido común debe ser tu guía para saber que no puedes interrogar a un desconocido sobre su nómina cinco minutos después de que te lo presenten, pero que sí debes confesarle a tu novio que este fin de semana no puedes salir porque estás sin blanca. Acostumbrarte a abordar este tema con naturalidad es vital para evitar que tus finanzas sean más complicadas de lo que deberían y, ya de paso, tener una mejor noción de cómo gestionarlas.

Negocia al alza

Sí, se considera de mal gusto comparar los salarios entre los compañeros de la empresa. Pero si dejamos de lado el hecho revelador de que «tú puedes pedir un café grande y yo sólo uno mediano», o viceversa, esta es la única manera de descubrir si puedes solicitar que te paguen más y a qué cantidad puedes aspirar. Según el buscador de empleo Monster, lo habitual suele ser que una persona acepte un trabajo sin saber cuánto ganan los demás empleados y que, al cabo de un tiempo, descubra que su retribución es mucho menor. Esto no pasará si antes de firmar un contrato intentas averiguar cuál es la media de ingresos de ese puesto en la compañía. No tengas miedo de preguntar.

El boca a boca funciona

Existen pequeños gastos que pasan inadvertidos pero que, si desaparecieran, supondrían un gran ahorro. ¿Que cómo se logra esto? Apunta: si le confiesas a una compañera cuál es el outlet donde compras tus modelitos más chic, quizá ella te cuente cómo obtuvo un descuento en su tarifa móvil o que en la cafetería de al lado se come mejor y por menos. Intercambiar este tipo de información con la gente que te rodea te puede ayudar a salir de la inconsciencia de gastos permanente en la que vives (tú y media humanidad) y a engordar tu cerdito-hucha.

Mejora tu amor propio

La consecuencia más grave del desorden financiero es la que afecta de modo directo a tu autoestima. Por ejemplo, si no reconoces tus deudas acabarás gastando más de la cuenta o pagando intereses absurdos, y además, se reflejará en la percepción que tienes de ti misma. «La gente que debe dinero a otros tiene una menor autoconfianza y no puede evitar compararse con los demás continuamente. Como cualquier problema en la vida, esto mejora si se asume el problema y se habla sobre ello», explica el experto financiero Dave Ramsey.

Problemas de pareja

Ni celos, ni limpieza, ni el fútbol. Ya es hora de que sepas que uno de los puntos que genera más conflictos en las parejas es el dinero. No podemos decir que estemos en shock, pero lo que sí nos sorprende es que solamente una de cada cinco parejas con una relación seria maneja este asunto sin prejuicios, según los datos proporcionados por Fidelity. Con el tiempo, esos secretos se convierten en discusiones que parecen nacer de la nada. Así que ya sabes: cuentas claras, relaciones largas.