COSMÉTICA A MEDIDA. Productos creados sólo para ti.
¿A que te gustaría tener un vestido de alta costura confeccionado sólo para ti? Pues quizá ese lujo no puedas permitírtelo, pero sí el de usar cremas creadas especialmente para tu piel.
Cuando llevas años escribiendo sobre productos de belleza, hay una pregunta a la que te enfrentas de manera recurrente. «¿Qué crema me recomiendas?», te interrogan tus amigas, tu madre, tu cuñada… «Pues depende», respondes tú, teniendo que soportar la cara de decepción de tu interlocutora, quien sospecha que le estás negando el acceso al elixir de la juventud eterna. Pero es que, realmente, depende: de tu tipo de piel, de tu edad, de la ciudad en la que vives, de tu grado de estrés… y hasta del hecho de que en tu oficina pongan la calefacción a tope o no. Por eso las mejores marcas cuentan con tantas líneas, en un intento por personalizar los tratamientos al máximo. El último paso de esta tendencia es la cosmética a medida, en la que los ingredientes y sus fórmulas se eligen especialmente para ti bajo la supervisión de un dermatólogo.
¿INVIERNO O VERANO?
«Puesto que no hay dos personas iguales, lo deseable es contar con cosméticos que podamos configurar a la medida de cada cual e incluso variar a lo largo del año: no es lo mismo seleccionar un producto para los meses de exposición solar que para el invierno», señala la doctora Natalia Jiménez, del Grupo de Dermatología Pedro Jaén. Ella trabaja con Universkin, una marca francesa que permite customizar los tratamientos. «Tenemos un sérum magistral en el que se pueden disolver 19 activos diferentes. Es decir, se utiliza una única base para todo el mundo, pero luego el médico elige, de entre esos 19 ingredientes puros, los tres que te van mejor a ti», explica María Cudeiro, directora general de Croma, el laboratorio que distribuye Universkin en España.
CUESTIONARIO POR ‘EMAIL’
Si quisieras encargar una rutina de belleza exclusiva para ti, el proceso sería el siguiente. En primer lugar, respondes –vía email– a un cuestionario sobre el estado de tu piel y los problemas que según tú tiene («me salen granitos», «me veo la tez apagada», etc). Tus respuestas le llegan directamente al dermatólogo, que te cita en su consulta unos días después para contrastar lo que a ti te preocupa con lo que él percibe en tu rostro con su lupa de especialista. Con esa información, el médico garabatea una receta, igual que cuando te prescribe un antibiótico, sólo que en ésta indica, por ejemplo, que
necesitas un tratamiento de noche con ácido azelaico (para regular la producción de melanina y evitar las manchas), niacinamida (que frena la inflamación) y retinol (disminuye el tamaño de los poros). En la propia clínica crearán tu producto personalizado, añadiendo al sérum magistral esos tres ingredientes estrella. Ojo: la clave del éxito de la cosmética a medida no es sólo que los activos están especialmente elegidos para ti, sino también que –al contar con una prescripción médica– pueden estar en cantidades más altas que las que se usan en las cremas tradicionales. «Por ejemplo, para tratar el acné podemos utilizar entre un 7% y un 21% de ácido glicólico, unas concentraciones que no se encuentran en los productos de la perfumería o el supermercado», aclara la doctora Jiménez. Así es fácil acertar, porque lo que necesita tu amiga quizá no es lo que te hace falta a ti. Al fin y al cabo, todo depende…