Alíate con el reloj
Durante las 16 horas que –aproximadamente– estás despierta, no siempre te sientes igual de avispada. ¿Te suena? Tal y como afrma el psicólogo Simon Folkard, la capacidad cognitiva no se mantiene estática. Su conclusión es que el mejor momento para realizar las tareas depende de la naturaleza del asunto. Apunta ejemplos y maximiza tu rendimiento.
Empieza afrontando el trabajo más analítico, el que requiere de tu agudeza y sólo tiene una respuesta correcta. ¿La razón? En las primeras horas la mente está vigilante y hay menos distracciones.
Olvídate del sad desk lunch (comer rápido delante del ordenador). Empresas como Microsoft ya obligan a que te alejes de la pantalla durante al menos 30 minutos, para tomar el distanciamiento físico y psicológico recomendado. Sal con ese colega con el que hace tiempo que no charlas.
Evita ir al hospital o examinarte a partir de esta hora. Cientos de estudios han comprobado que, tanto en el quirófano como en la aulas, el número de fallos aumenta (y mucho) en horario vespertino.
Si te gusta correr o nadar, hazlo por la tarde y ganarás en velocidad (la función pulmonar se encuentra en su nivel más alto) al mismo tiempo que disminuyes las probabilidades de lesionarte, pues los músculos están más calientes y elásticos.
Esta es la hora en la que se dispara la creatividad y se activa el mood más social. ¡Aprovecha y haz una actividad artística en grupo!