EL ARTE DE COMUNICAR
Saber estar y tener una apariencia impecable no sirve de nada si cuando al articular palabra no somos capaces de seducir a los demás también por lo que decimos. «Hablar bien no es un don. Si sigues unas pautas sencillas, lograrás comunicar lo que deseas», dice Bárbara Garrigues, profesora de oratoria, coach y una de las fundadoras de Escuela de Comunicación de Madrid. Pero ¿cómo convertirnos en una socialité tan locuaz como Emma Watson? Empieza por trabajar los aspectos no verbales, ya que «el miedo se ve: respiras con agitación, abres más los ojos, sudas… Quien habla contagia su estado anímico al otro; es básico aprender a relajarse, eliminar los gestos de inquietud. Y muévete como quieras, pero siempre con naturalidad». La voz es, tal como afrma Garrigues, otra de las herramientas que están a nuestro alcance. Mira a tu interlocutor a los ojos, ya que nos da información de lo que piensa: si está atento, ha desconectado o se aburre. «En función de eso, modularemos el volumen y el tono de la voz, haremos pausas (nunca demasiado largas) y cambiaremos el ritmo». Y en cuanto al contenido de nuestra charla, hay que procurar que sea siempre inteligente, adecuada al momento, respetuosa y, por supuesto, que nunca muestre superioridad ni inferioridad ante las personas con quienes hablamos. Y ante la duda, lo mejor siempre es escuchar.