DEJA DE COMPARARTE CON OTRAS PAREJAS.
¿TE MUERES DE ENVIDIA CUANDO VES LO BIEN QUE SE LLEVAN TUS AMIGAS CON SUS NOVIOS? ES HORA DE PARARTE A PENSAR SI TIENES LA RELACIÓN QUE QUIERES…
Te damos todas las claves para neutralizar la envidia y mejorar tu relación.
Alguna vez has querido aniquilar con tu cuchillo de sushi a una de esas parejas que ves en Instagram, locamente enamorada, cenando en un restaurante de moda? ¿Te sientes una pringada cuando estás en pijama, tirada en el sofá en modo Netfix, con tu chico, y te llega por las redes una foto de tu mejor amiga con un look afterbeach contemplando un atardecer en Bali mientras su novio surfero la abraza? ¿Por qué tu prima Sara se pasa el día yendo con su noviete a inauguraciones y conciertos y tú no sales del bar de tu barrio? ¿Cómo es que las casas de los demás son divinas y la vuestra aún tiene en el salón las cajas de la mudanza? Si te sientes identifcada, no te preocupes. Ni tu chico es tan gris ni los demás son tan supercool.
Y aunque así fuera, ¿no has pensado que los días supernublados también pueden ser maravillosos? Si sufres una contractura cervical por mirar a los otros más que a ti misma es hora de estudiar la situación y, si hace falta, buscar soluciones.
ALGO NATURAL
Fijarse en los demás es humano, todos lo hacemos de manera casi automática y puede ser productivo e inspirador. Esta es la teoría. Sin embargo, en la práctica las comparaciones pueden resultar odiosas, y más desde que las redes sociales han llegado a nuestras vidas, no ya para quedarse, sino casi para suplantar nuestra realidad. Date cuenta de que sólo muestran la mejor cara de los otros, la que lógicamente se enseña más. ¿Tú subirías un story teniendo la bronca del siglo en Ikea con tu chico? ¿No? Los demás tampoco.
EMOCIONES NEGATIVAS
Querer emular esos fotogramas de vidas perfectas (aunque inexistentes) sólo te llevará a sentirte frustrada, te agobiará y no te dejará avanzar. Paula Rueda, psicóloga de la app Mediquo, asegura que estar continuamente atenta a lo que hacen otros te puede perjudicar en muchos aspectos: «Mientras miramos a los demás, no nos miramos a nosotros mismos, a nuestra relación, ignoramos cómo somos, qué hacemos, si estamos bien o mal, si somos realmente felices… También es un posible generador de inseguridad e impotencia. Podemos imitarlos e intentar parecernos a ellos, pero somos parejas diferentes, nunca seremos iguales. Perseguir ideales imposibles nos vuelve infexibles y muy exigentes, tanto con nosotros mismos como con nuestro chico, lo que nos puede llevar a una situación de malos rollos por cuestiones externas que nada tienen que ver».
SOS: PROBLEMAS
Envidiar a los que te rodean de una forma obsesiva a veces es una señal de que algo no funciona y que quizás haya alguna carencia y tengas que poner el foco en ella. Según María Velasco, psicóloga especialista en temas de pareja, «se puede deber a que nuestro día a día ya no nos satisface o a que estamos pasando por un mal momento personal. Cuando uno no es tan feliz como había soñado, debe plantearse con valor y sinceridad qué está pasando, y hacerlo a todos los niveles. Tanto si es algo propio, como si tiene que ver con tu chico, hay que intentar entenderlo y corregirlo. Si no es posible, entonces quizás haya que pensar en una separación. Nos merecemos ser felices. Y no en las redes sociales, sino en la vida real». Poner fn a este círculo vicioso es fácil. Sigue estos consejos:
Piensa en positivo
Apunta las cualidades de tu chico en una lista. Recuerda qué te enamoró de él (y no de otro) y por qué lo has elegido para compartir ahora tu vida.
NO DEJES QUE LA GENTE QUE PRESUME DE SU VIDA SEXUAL TE APABULLE O TE FRUSTRE. TAMPOCO HUYAS Y COPIA LAS EXPERIENCIAS QUE SEAN MÁS EXCITANTES
Seguro que te aporta muchas cosas que ni siquiera te has parado a pensar porque las das por hechas. Valora lo que tienes De acuerdo, a tu hermana su marido le acaba de regalar, sin ningún motivo, un maravilloso fn de semana en Lisboa, ¿pero acaso a ti el tuyo no te llevó un colacao calentito a la cama anoche? Quizás ella preferiría un momento chocolatito cariñoso a su escapada a Portugal. Cada pareja es distinta, un mundo. Y por cierto, ¿has pensado que seguro que tú también despiertas envidias en otras parejas? No le culpabilices Si al hablar con él utilizas frases del tipo «¿por qué no somos nosotros tan cariñosos como Borja y Nuria?» o «si yo estuviese con alguien como Mario me iría mucho mejor», no sólo muestras un sentimiento grande de inferioridad, sino que estás cargando la responsabilidad de tu malestar exclusivamente en él. Y esto es cosa de dos. Trata de ser objetiva y ver cuáles son tus fallos. Y por supuesto, una vez detectados, toma medidas para enmendarlos y pídele a él que haga lo mismo. Si lo logra, premia su buen comportamiento con mensajes gratifcantes como «me encanta este detalle tan bonito que has tenido». Acéptale como es La perfección no existe: ninguna encontramos a alguien que tenga todo (¡todo!) lo que nos atrae de un hombre. Por eso no es bueno construir un prototipo sin fallos porque, entre otras cosas, es imposible, y si fuera factible querríamos otra cosa. Lo mejor es aprender a amar sus pequeñas imperfecciones, como él seguramente hace contigo. Quejarte e intentar que sea quien no es acabará por minar su autoestima. Pensará –con lógica– que si estás obsesionada con que se parezca a otros, realmente no le quieres (y tendrá razón) y creerá que por mucho que haga, nunca estará a la altura de tus expectativas. No puedes transformarle, pero si tú te comportas de otra manera, tal vez desencadenes los cambios que deseas en él. Las relaciones son como una partida de ajedrez: si tú mueves fcha, seguramente él la moverá también. Toma las riendas Cada uno es responsable de su felicidad. Si tienes
pelusilla de otras parejas o te parecen más felices o enamoradas, alégrate por
PON EL FOCO EN TU RELACIÓN Y NO EN LAS DE OTROS: HAZ UNA LISTA CON LAS CUALIDADES DE TU CHICO Y RECUERDA QUÉ COSAS TE ENAMORARON DE ÉL
SI NO PUEDES CON EL ENEMIGO, ÚNETE A ÉL. INSPÍRATE EN ESAS PERSONAS A LAS QUE TANTO ADMIRAS Y PROPÓN A TU NOVIO PLANES SIMILARES A LOS SUYOS
ellas en lugar de sentir celos y empieza a trabajar para mejorar tu relación. Las transformaciones y las mejoras nunca vienen solas. Tú eres la única que se las puede currar de verdad.
Muéstrate ‘open-minded’
«Conocer los intereses del otro, sus preferencias y expectativas… te ayudará a comprenderle y a avanzar en el tándem que formas con él. No es necesario que tengáis gustos idénticos o que hagáis lo mismo, pero lograr una actitud fexible te llevará a realizar actividades enriquecedoras que si estuvieses sola ni siquiera conocerías y que, gracias a él, puedes descubrir», afrma la psicóloga Paula Rueda. Además, hay que pensar que a cada pareja le van bien cosas diferentes: «Que a unas personas les funcione una fórmula no signifca nada y no puede transferirse a otros. Por tanto, la mirada se tiene que redirigir hacia dentro. Eso sí, a veces observar a los demás puede ayudarnos a ver lo distintos que somos a ellos», concluye la experta.
No te lo creas todo
Los perfectos también tienen su lado oscuro. Nadie sabe lo que se cuece en casa de los demás, salvo los que viven en ella. Una vez que esas personas cierran las puertas y se desconectan de las redes, la realidad se impone y esta puede no tener nada que ver con lo que muestra Facebook o Instagram. La gente que imaginamos con una existencia idílica puede ser absolutamente desgraciada… ¡y viceversa! Esos setas a los que criticamos quizás sean los más dichosos del mundo. Las comparaciones
son ridículas y más si ignoras todo de los demás. Ni siquiera tus familiares o conocidos más cercanos te contarán lo malo que les sucede con sus parejas, sino una versión descafeinada. Todos queremos dar la mejor cara de nosotros mismos. Sincérate con tus amigos
Si realmente piensas que tu situación es peor que la de tus amigos, habla con ellos y pregúntales si alguna vez han tenido las mismas sensaciones que tú. Te sorprenderá descubrir (y te aliviará bastante), que la mayoría han tenido altibajos y hasta crisis. Si ha sido así, cuéntales tus metas y pídeles consejo para conseguirlas.
Dale la vuelta a la tortilla
Grábate en la cabeza (como si fuese un mandamiento) esta máxima: en lugar de codiciar las relaciones ajenas, inspírate en ellas. O lo que es lo mismo: si no puedes con el enemigo, únete a él. Un primer paso es proponer a tu chico que hagáis juntos alguna de las cosas que has visto en otros y envidias. ¿Qué tal si empezáis por desembalar las cajas de la mudanza? Vais a tener la casa más cool, ya verás.