SEIS COSAS QUE HACEN LOS INFIELES.
¿SOSPECHAS QUE TU CHICO TE ENGAÑA? ÉL SE CREE MUY LISTO, PERO PILLARLO NO ES TAN DIFÍCIL. COSMO TE MUESTRA LA LISTA DE SEÑALES QUE LO DELATAN. SIGUE LEYENDO.
¿Te engaña tu chico? Fíjate en las señales que le delatan.
La primera señal ante una infdelidad es la mentira. Hay que sospechar cuando la otra persona miente y, al pillarla y pedirle explicaciones, se justifca con respuestas poco coherentes», dice Rosa Montaña, sexóloga de la Clínica Hedner (Madrid). A partir de ahí, su rastro puede sonar como una alarma o, si es discreto, manifestarse con leves cambios en su comportamiento. Si dudas, habla con él y si no consigues nada, saca tu lupa de detective. Aquí tienes algunas pistas.
1 Se vuelve un sordo emocional
Si un día te das cuenta de que a él ya no le afectan tus quejas o tus conquistas (por llamarlas de alguna manera) es porque tiene la mente en otra parte. Vamos, que si ya no le importas, el asunto no tiene buena pinta. « Cuestiona su fdelidad cuando notes un distanciamiento», sentencia Nikki Goldstein, sexóloga y experta en relaciones. Emma, de 24 años, ante la duda, decidió cortar por lo sano: «Todo terminó cuando empezó a preocuparse sólo por él mismo. Luego me contaron que iba a festas a las que yo no estaba invitada y hacía cosas. Le dejé. Seguro que había otra (¡o igual más de una!)».
2 El orden invade su rutina
Hasta hace poco dejaba su iPad, su móvil o su portátil en cualquier sitio, pero ahora lo tiene controlado, carga el smartphone bocabajo y nunca se vacía los bolsillos. ¿Le ha invadido el espíritu de La niñera mágica? No es lo habitual. Esto puede querer decir que le preocupa que veas sus sms o un ticket. «De repente dejó de traer el teléfono, lo dejaba en el coche por la noche y sospeché», dice Paola, de 40 años, que después lo pilló in fraganti.
3 ¿Más apasionado en la cama?
Si tu pareja está teniendo sexo con otra persona, puede que ya no quiera tenerlo contigo, pero también puede que ocurra justo lo contrario. «Mi ex novio pasó de no querer hacer el amor a ser un chico sonriente, apasionado y dispuesto a todas horas. ¡Literal! –recuerda Carlota, de 29 años–. Yo pensé: “¡Qué genial, qué chute de energía, nuestra relación está mejorando!”. Pero ese entusiasmo había coincidido con la llegada de una amiga a la empresa donde trabajaba. No dejaba de mencionarla. Su nombre salía en todas nuestras conversaciones. Es increíble que no me diera cuenta de que ella era la verdadera razón de su cambio». Así que ya sabes, duda si era un soso en la cama y de pronto insiste en querer probar posturas. «Si es más apasionado, no tiene que signifcar nada, pero es verdad que algunos hombres tratan de suplir su culpabilidad y se vuelcan para que su pareja no se dé cuenta», explica Rosa Montaña.
4 Te hace regalos a todas horas
Antes no te invitaba ni a una caña y ahora, sin venir a cuento, te mima y aparece cada día con una sorpresa carísima. Si tiene algo que ocultar, es probable que pruebe a compensarlo exagerando su generosidad. «Una noche llegó muy tarde a casa, pero lo que me extrañó no fue eso (solía hacerlo), sino que olía a baño de espuma ¡y se dio una ducha al entrar! –dice Raquel, de 34 años–. Al día siguiente, me compró un abrigo de frma. Me di cuenta de que estaba tratando de limpiar su culpa. De todos modos, le dejé, eso sí, ¡me quedé con el regalo!». Nuestras expertas coinciden en que resulta más difícil pedir explicaciones a alguien si aparece con un detallazo para ti. Pero si no es tu cumpleaños, no le han subido el sueldo, y en el tiempo que lleváis juntos nunca se ha comportado así, lo más probable es que esté escondiendo algo. Lo de devolverlo o no, es otro cantar. «Es una decisión personal, pero debes de tener en cuenta que ningún obsequio va a cubrir el vacío de quien ya no está y quedártelo sólo va a dilatar el tiempo de duelo».
5 Se comporta como un ‘pig’
Busca discutir continuamente y sin motivo y te acusa sin razón. ¡Auuu! «Cuando comenzamos a salir, él no era celoso –dice Sara, de 27 años–. Pero tres o cuatro meses después, no podía ni hacer la compra sin que me preguntara dónde y con quién estaba o a qué hora regresaría. Unas semanas más tarde, una amiga me contó que le vio besándose con otra. Ahora, mirando hacia atrás, me doy cuenta de que las señales eran evidentes. Sólo quería saber cuándo podría engañarme». Se había creado una coartada. «Inventaba una excusa para discutir y decía: “Voy a comprar cigarrillos” y desaparecía una hora y media –continúa Sara–. Terminé descubriendo que cada vez que salía llamaba a la chica con la que se estaba enrollando». Rosa Montaña hace una puntualización importante: «Nadie tiene derecho a controlarte en ninguna circunstancia. Así que si lo hace, huye».
6 Prefere vivir al límite
Los hombres que beben y consumen drogas tienden a no tener límites y a creer que pueden hacer lo que quieran sin consecuencias. «Es que estaba borracho», se justifcan, como si por eso hubiera que perdonarles todo. Laura, de 28 años, no lo hizo y cortó por lo sano: «Llevábamos dos años saliendo, nos compramos una casa y nos fuimos a vivir juntos. Entonces, él decidió regresar a la universidad. Poco después supe que no era verdad, que tomaba alcohol y desfasaba constantemente. Su nuevo estilo de vida incluía el sexo, que practicaba con frecuencia tanto con hombres como con mujeres». Para nuestra sexóloga, «que se drogue o beba no es una excusa para una infdelidad». Rosa Montaña lo deja claro: «Si ha podido consumar es que no estaba tan mal. Lo que hace el alcohol es relajar el control del sistema nervioso central. Es un empujón, pero nada más».