PRACTICA EL JOBFULNESS.
OLVÍDATE DE ENCONTRAR LA FELICIDAD ETERNA EN EL TRABAJO (LO SENTIMOS, NO EXISTE) Y CONCÉNTRATE EN MANTENER VIVA TU VOCACIÓN (QUE SÍ ES POSIBLE).
¿No estás contenta en tu trabajo? Cambia el foco y notarás la diferencia.
Seguro que preferes pasar las 1.700 horas al año que dedicas a trabajar (según el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, es el tiempo que invertimos los españoles) haciendo algo que te apasiona. Sin embargo, un 65% de los trabajadores de nuestro país reconoce sentirse desvinculado de sus tareas, tal y como informa el estudio de Steelcase Global Report 2018.
¿La buena noticia? Esta realidad ha hecho que surjan tendencias como el
jobfulness, un concepto patentado por una joven emprendedora francesa, Caroline Ladousse, que tiene una misión clara: recordarte que seguir creyendo en la profesión con la que soñabas a los 6 años no es ninguna locura. «No se trata de ser feliz en el trabajo, sino de propósito y alineamiento. Levantarte cada mañana sabiendo para qué vas. Incluso los días bajos, eres consciente de que estás ahí porque lo has elegido, o porque es así como vas a desarrollar la mejor versión de ti misma», explica. El término, patentado en España y Francia por la empresa joincometa.com, tiene mucho que ver con el mindfulness pues extrapola el fundamento de esta disciplina al terreno profesional. «Vive tu vida laboral con consciencia plena,
palpando el sentido de tus actos», dice.
ELABORA UN PLAN
¿Por dónde empiezo? Lo mejor es trastocar el orden, respondiendo a esta pregunta: ¿qué te gustaría que dijera la gente de ti cuando ya no estés? Esta refexión la plantea Ana Herranz, Career Advisor y directora del servicio de carreras profesionales e investigación de IE University: «Dedicar tiempo a esta cuestión te ayudará a diseñar tus pasos de manera inversa, desde el colofón de tu vida hasta el principio del camino». Es decir, cuando sabes adónde quieres llegar exactamente, es bastante más fácil tomar las decisiones que darán sentido a tu trayectoria. Según la coach, sea cual sea tu situación (aburrida en el trabajo, con muchas ideas pero sin focalizar…), hay una herramienta imprescindible: «Ya no sirve enviar un currículum por LinkedIn, el 90% de las oportunidades se dan a través de contactos. Por eso, una vez que hayas refexionado, concreta dos o tres estados en los que te gustaría verte dentro de cinco años, posiciones que para ti serían ideales. Y luego, busca y entabla relación con quienes se mueven en ese mundo», explica Ana Herranz, que hace especial énfasis en la necesidad de «pasar a la acción, que es justo lo que plantea el jobfulness ».
¿Y SI NO SÉ QUÉ ME LLENA?
Este uno de los muros que deben superar los millennials. «La mayoría de los alumnos vienen a hacer un máster porque quieren cambiar, pero no saben cómo», reconoce Ana Herranz. Mantener la ilusión es fundamental y de ahí que haya surgido la fgura del
entrenador de empresarios. Uno de los más solicitados, el economista Carlos Goga (carlosgoga.com), asegura que todos tenemos una vocación: «Para detectarla, sólo hay que responder con sinceridad a dos cosas: a quién quieres ayudar y cómo deseas hacerlo. La primera se relaciona con ese propósito que todos necesitamos tener, y la segunda, con tu don». Y así es como surge la
chispa, una palabra que utiliza mucho Caroline Ladousse cuando habla de
jobfulness: «La magia sucede cuando tu propósito laboral se alinea con el personal». Seguro que conoces a alguna médica que quiso serlo desde niña, así como a otros que a los 30 años siguen dando tumbos. «Sucederá antes o después, nunca es tarde. Siempre se puede –y se debe– encontrar el punto en que tus talentos se unen a tus pasiones, lo que te gusta con lo que se te da bien».
POTENCIA TU TALENTO
Para mantener la ilusión tienes que averiguar en qué eres buena de una manera espontánea. Sólo eso. «Todo el mundo tiene unos dones y una tendencia natural para hacer muy bien alguna de las muchas facetas que nos ofrece la vida», asegura Carlos Goga, autor del libro #lovetopia: El nuevo mundo que llevamos en nuestro corazón (ed. Bubok), que nos invita a escuchar a nuestros corazones y a usar un instrumento poderosísimo: la intuición. Y esta teoría está probada. En 2007 se creó desde Google un instituto sin ánimo de lucro, Search Inside Yourself, pensado para educar en la inteligencia emocional y, tras darse cuenta de la importancia que tenía sobre sus empleados, una década después sigue trabajando en esta dirección (siyli.org). «El único problema
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ES CLAVE PARA EL BIENESTAR DE LOS EMPLEADOS, SEGÚN SEARCH INSIDE YOURSELF, DE GOOGLE
es que predomina el statu quo de las empresas, y el sistema educativo no nos ayuda con nuestra vocación, la acalla y a menudo nos confunde», dice Goga, que sugiere como el gran reto individual aceptar que eso puede ser distinto.
INVENTA TU PROPIO PUESTO
Otras veces la vocación es clara, pero no tanto la forma en que se desarrolla. Costanza, una joven que pasó por los talleres de jobfulness de Caroline Ladousse, es consultora y siempre le ha apasionado su profesión. Su problema era que estaba descontenta con los valores que le transmitía la empresa. Tardó seis meses en cambiar a otra que sí se correspondía con su ética. Algo similar a lo que sucedió en Ouishare (www.ouishare.net), una organización formada por economistas treintañeras que renunciaron a su proyección en una multinacional para desarrollar una economía diferente en la que creían
(la colaborativa). Pero, en ocasiones, ni siquiera es necesario cambiar de trabajo. Inés, ex alumna de Caroline, tardó cuatro meses en reconciliarse con su puesto. «Estás convencida de que tus cualidades las tiene todo el mundo. Pero resulta que no, son sólo tuyas y eso es lo que te hace especial y te permite encajar donde realmente te corresponde», explica en su blog. Carlos Goga afrma al respecto que «los millennials de hoy tienen vidas intensas, lo natural para ellos es hacer muchas cosas. Viven en una libertad y en un positivismo que no veo en las personas de 45 años. La forma en la que se ganan el pan no es lo más importante para ellos, sino conseguir un equilibrio con el ocio». Según el Institute for the Future, aún desconocemos el 85% de los puestos que existirán en el año 2030. «Nos dirigimos a un mundo en el que lo importante será tener creatividad porque el resto de las tareas las van a hacer las máquinas». Y aquí está el quid de la cuestión, según el economista. «Ese arte sólo se puede producir cuando estamos en un estado de plenitud», refexiona.