Cosmopolitan España

« La vida ordenada no es guay».

Marie Kondo afirma que renunciar a los ‘souvenirs’ y tirar libros te hará feliz. Pues no estamos de acuerdo: ¡viva el caos!

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Elegir qué programa quieres ver en la tele puede cambiarte la vida, o por lo menos, hacer que te la replantees. Eso nos ha pasado a A. y a mí (y a medio mundo) con la serie ¡A ordenar con Marie

Kondo!, que se centra en encontrar la felicidad gracias al Método Konmari, que consiste en que cada cosa esté en su sitio y limpia (danshari en japonés) y que ha logrado que esta

youtuber y escritora, inventora del sistema, se haya forrado. Mucho. Pero mucho. Mucho. En este reality, la gurú japonesa del orden visita varias casas invadidas por el caos. Ella se excita con el desorden reinante y te da unos tips para que mejores porque tienes tu piso hecho unos zorros. Es como cuando tu madre te decía «quiero que tu cuarto deje de ser una leonera, que te come la mierda», pero sabiéndolo monetizar. Sus consejos básicos son que saques todo lo que tienes, asignes espacios para cada cosa y que, sobre todo, te quedes sólo con las que te hagan feliz. Con este esquema, A. y yo nos pusimos a marikondea­r fantaseand­o con la transforma­ción que íbamos a sufrir. Lo primero que percibimos (ya lo sabíamos) es que nuestra vivienda es igual de grande que algunos de los trasteros que salen en la serie. Después de llorar durante un rato, colocamos todo encima de la cama y eso parecía Primark en rebajas. Me puse a mirar las cosas y llegué a la conclusión de que los calzoncill­os no me dan la felicidad, pero un apaño sí que me hacen, así que decidí quedármelo­s. A. dijo que sus mascarilla­s faciales sí la hacían dichosa, así que nos pusimos una y seguimos la tarea con nuestras caretas negras, que si nos hubiera visto Iker Jiménez nos haría un especial. Después empezamos a doblar las camisetas con el método, para hacerlas un tubito y meterlas en unas cajitas muy monas para organizar los cajones. Marie lo mete todo en cajas, es una obsesión que alguien le debería tratar. El caso es que la ropa ligerita queda muy bien, pero cuando doblas los jerséis gordos de invierno, más que rollitos de primavera te salen unos

bazookas que tienes que apilar como las naranjas en el supermerca­do que te fastidian todo el danshari. Una de las reglas más controvert­idas es que sólo puedes tener 30 libros. Si sois dos, tocáis a quince cada uno. Ni uno más. Así que hemos decidido crear la saga definitiva quedándono­s con un volumen de Juego de tronos, otro de Harry Potter, el último de los Los juegos del hambre, un par de mortadelos, la Constituci­ón y un cuento de Peppa Pig de mi prima pequeña. Lo que la Kondo no trata en su programa ni en sus artículos es qué hacer con el cajón de los «descartes» donde pusimos trastos como una pila nueva, gomas elásticas o un recuerdo de Peñíscola en forma de llavero. Siempre intentas jubilarlos, hasta que acabas recordando una anécdota y los vuelves a guardar… ¡Este es el ciclo de la vida! Así que de Marie Kondo sólo he aprendido a doblar las camisetas en forma de turulo y a no acostarme sin decirle a cada objeto que lo amo. Uno a uno. P. D.: No tiramos ningún libro, pero no se lo digáis a nadie.

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 ??  ?? GABRI CALZADO Cómico, guionista, presentado­r, novio de una de nuestras redactoras y sufrido columnista de COSMO.
GABRI CALZADO Cómico, guionista, presentado­r, novio de una de nuestras redactoras y sufrido columnista de COSMO.

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