SOY UNA CHICA WANDERLUST. Apúntate al club de las que han hecho de los viajes una forma de vida.
SI SIENTES UNAS GANAS IRREFRENABLES DE VIAJAR Y ABRIR LOS OJOS A SENSACIONES DIFERENTES, YA FORMAS PARTE DEL CLUB QUE TE DESCUBRE EL MUNDO Y TE ACERCA A TU INTERIOR. ‘BON VOYAGE!’
Wanderlust es un universo inspirador que proviene de dos palabras germanas: wandern (caminar) y lust (deseo). Juntas forman el inicio de un modo de vida revolucionario, basado en los valores de los espíritus viajeros: interés por descubrir otras realidades y volver a casa siendo mejor persona. Ahora bien, ¿por qué hay gente que se apuntaría a una escapada sin planifcarla mientras que otras personas sienten pereza hasta para coger un tren de cercanías? Algunos investigaciones lo atribuyen al gen DRD4, que podría estar relacionado con los niveles de dopamina, un neurotransmisor que produce sensación de placer y nos incita a arriesgarnos. Según los científcos, sólo un 20% de la población tiene ese ADN wanderlust. ¿Quiere esto decir que infuyen otros factores? «La clave está en la educación», dice Alice Fauveau, fundadora y CEO de la agencia Focus on Women. Sea como sea, te damos los tips que te ayudarán a entrar en este club.
Siéntete parte de la naturaleza
«Si te han acostumbrado desde niña a abrir los ojos, desarrollarás esas ganas irrefrenables de ir de acá para allá. Aunque wanderlust es mucho más: la expresión máxima de disfrutar el momento, de hacer tuyas las experiencias y, luego, sentirte transformada», señala Fauveau, experta en viajes pensados por y para mujeres. Jef Krasno, autor de Wanderlust (Libros Cúpula) y cofundador de un festival con el mismo nombre, profundiza en el concepto: «En paralelo a nuestra exploración, somos buscadores espirituales de una vida feliz, iluminada y con un propósito. Nuestra peregrinación geográfca encuentra su refejo en un viaje interior». En un mundo contaminado y estresante, la vuelta al origen ayuda a encontrar el norte. «La gente considera un milagro caminar sobre el agua, pero lo verdaderamente maravilloso es hacerlo sobre la tierra», dice el maestro budista Thich Nhat Hanh en Mi casa es el mundo (ed. Kitsune Books). «El cielo azul, las nubes blancas, las hojas verdes: todo es un milagro sin darnos cuenta», añade. Convierte tus paseos por la naturaleza en fuentes de salud: date un baño de bosque para reducir la presión sanguínea, eliminar tensiones y aumentar tus defensas. ¡Es wanderlust!
Encuentra el equilibrio en el yoga
Unión con tu yo interior: eso signifca la palabra yoga. «Practicarlo implica conectar contigo misma a todos los niveles porque, mientras sientes tu cuerpo, entras en tu mente, controlando activamente la respiración, que se acompasa a cada movimiento que realizas», explica Yolanda Ruiz, directora del centro So-Ham Yoga en Sevilla. Entonces no hay cabida para otro pensamiento que no sea lo que estás sintiendo. «Y si encuentras el equilibrio, las posturas fuyen». Sí, esta disciplina te transforma en todos los sentidos: «Porque, al fnal, expandes hacia el exterior lo que descubres sobre ti».
Ríndete al poder inspirador del baile
Nuestra vida comenzó con el ritmo de los latidos del corazón de nuestra madre. A partir de ahí, ¡que no pare la música! En algunas culturas, bailar se convierte en un medio de expresión que te conecta con los demás y contigo misma. «La danza es un viaje especial entre cuerpo y mente, una puerta para acceder a tu espacio más espiritual», explica Yunick Vaimatapako, fundador de Ia Ora Tahiti España y profesor de danza polinesia. «Después de una clase de baile, la gente se siente más libre y dispuesta a enfrentarse a su vida cotidiana. Es una especie de terapia que ayuda a abrirse a experiencias». Da igual tu estado de ánimo, un movimiento de caderas puede arreglar tu peor día. Como buena wanderlust, déjate llevar por la música.
Aliméntate con consciencia plena
En el mundo, todo está interconectado, así que las decisiones que tomamos a la hora de comer repercuten en el futuro del planeta. «Contribuye a su bienestar con una alimentación equilibrada, sana y meditada», recomienda la experta en nutrición Ginebra Sat Karam, del centro Natural Karam. «Elige productos orgánicos desde su origen y obtenidos sin sufrimiento, que sean de proximidad y de temporada. Así evitas que se hayan conservado artifcialmente». Prepáralos con consciencia, disfrutando paso a paso de su elaboración: «Y recuerda que la energía que tengas en ese momento se la transmites a lo que cocinas».
Deja que fuya tu creatividad
Viajar activa la creatividad wanderlust. «Cambiar de escenario supone crecer también en el ámbito artístico: te hace abandonar tu zona de confort y enfrentarte a situaciones desconocidas en las que debes buscarte la vida», dice Alice Fauveau, de Focus on Women. «Ser un viajero que piensa, siente y obra con conocimiento de sus actos y su repercusión implica utilizar los sentidos al máximo y desarrollar los estímulos que salen a tu encuentro». ¡Eso es crear! Compra lápices de colores y pinta mandalas; pide a tu abuela que te enseñe a hacer punto; apúntate a un taller de ikebana (arte foral japonés)… No importa lo que hagas ni si lo haces bien o mal. Lo realmente valioso es despertar a la niña que llevas dentro.