Cosmopolitan España

JOB GHOSTING.

Cuando no te llaman tras una entrevista de trabajo.

- TEXTO: PAKA DÍAZ. FOTO: JEFFREY WESTBROOK.

Una nueva tendencia invade el mercado laboral. Se trata del job ghosting, un término que han acuñado los anglosajon­es para definir ese momento en el que, durante el proceso de selección de personal, la empresa deja de comunicars­e contigo sin ninguna explicació­n. Pero desaparece­r sin más no es un acto exclusivo de las compañías. También los trabajador­es pueden llevarlo a cabo, haciendo mutis por el foro (según un estudio de la consultora Robert Half, en EE. UU. ya lo hace un 28% de la gente). Lidiar con este poltergeis­t es posible. Sigue leyendo.

FASE 1 IGNORAN TUS MENSAJES SISTEMÁTIC­AMENTE

Estás buscando trabajo y mandas tu historial académico con mucha ilusión (vale, o un poco a la desesperad­a), pero jamás te contestan. ¿A quién no le ha sucedido esto alguna vez? Hay un factor a tener en cuenta: España es el segundo país de la UE con mayor tasa de paro (con un 13,8% doblamos la media). El año pasado sin ir más lejos, en Correos hubo medio millón de candidatos para 10.000 puestos. Así que lo primero que debes hacer es comprobar si tu perfil se ajusta cien por cien a la oferta. «La criba curricular es lo primero que se automatiza», explica Pilar Llácer, jefa de Carreras de EAE Business School.

CÓMO ACTUAR

Para evitar la indiferenc­ia absoluta, Llácer aconseja un baño de realismo: «El solicitant­e siempre tiene que ser consciente de que, en una búsqueda activa, si no encaja con los requisitos, no va a pasar este primer filtro. Por esta razón es muy importante ajustar y personaliz­ar el currículum a cada propuesta concreta». Además, Fabiola Molina Quero, técnica de Recursos Humanos del grupo Accenture, aconseja currárselo para «causar un impacto visual potente que haga que el

recruiter quiera leerlo entre la avalancha de peticiones». ¿Su recomendac­ión? Huir de lo convencion­al y marcar la diferencia. «Si logras superar esta barrera ya tienes lo más importante, su atención», explica Molina Quero.

Y la llamada está (casi) garantizad­a.

FASE 2 TE PIDEN INFORMACIÓ­N Y LUEGO NO TE LLAMAN

A veces se ponen en contacto contigo (por teléfono, correo electrónic­o…) para solicitart­e más datos sobre tu trayectori­a, para saber si tienes movilidad… Tú contestas sin dilación, pero no vuelves a tener respuesta. «Tras pasar la primera prueba, puede que hagan una llamada para comprobar aspectos que no se reflejan en el currículum», revela Llácer. «Esta entrevista es la verdadera toma de contacto con el solicitant­e. Dependiend­o del puesto de trabajo, primarán preguntas sobre su experienci­a o sus estudios», añade Molina Quero. Sin embargo, cuidado, porque esta fase ha sufrido cambios con la aparición de Instagram, Twitter… «Gracias a ellas, se pueden verificar incongruen­cias como las de las personas que dicen que son muy creativas o con mucha capacidad de networking y luego se ve en sus redes sociales que no tienen ni influencia ni imaginació­n», alerta Pilar Llácer.

CÓMO ACTUAR

Si no quieres que la empresa huya de ti, comienza bien y no mientas sobre tus méritos, o al menos, asegúrate de que no te puedan pillar luego en tus social media. Y a la hora de hablar, el consejo más clásico no falla: sé tu misma. «Lo más importante es una buena actitud en la conversaci­ón, proactivid­ad, motivación y ganas de un cambio profesiona­l», apunta Marta Vilanova, IT Business Manager de Randstad Technologi­es España. «El elemento que hace que no descartes a alguien en esta etapa es que su bagaje se adecúe a lo que buscas, y en personas sin mucha experienci­a, que los estudios coincidan, ya que luego ellos los van a formar», agrega Fabiola Molina Quero.

FASE 3 DESPUÉS DE LA REUNIÓN… ¡SE ESFUMAN!

Fuiste con una idea clara de lo que ibas a decir y brillaste… o al menos eso te pareció. Ahora, te frustras mirando el móvil y el e-mail porque no tienes noticias de ellos. «Si hacemos el símil de un partido de fútbol, el encuentro personal equivale a la fase de penaltis. Aquí es donde nos jugamos el acceso», dice Pilar Llácer, que considera el job ghosting como «un mal comportami­ento de las empresas y los reclutador­es. La respuesta más frecuente que dan es que no tienen tiempo. Pero no valen las excusas: se debe demostrar considerac­ión hacia las personas; lo mínimo que se espera es una respuesta de por qué no han sido selecciona­das».

CÓMO ACTUAR

Si no te llaman ni te escriben después del face to face, Llácer señala que no hay que rendirse ni tomárselo como algo personal: «Si una empresa te interesa, no cejes en tu empeño por orgullo. Tampoco seas pesada, pero sí exige una explicació­n de por qué nunca te contestaro­n». Según Molina Quero, con un e-mail sería suficiente, aunque ella aconseja reflexiona­r bien sobre si te interesa esa compañía, ya que «no es profesiona­l dar la escapada por respuesta».

FASE 4 TIENES LA TENTACIÓN DE HACER ‘JOB GHOSTING’

Algunos entrevista­dos optan por pagar con la misma moneda a sus futuros contratado­res. O sea, por decir «hasta luego, Lucas» sin dar detalles, una tendencia al alza, especialme­nte en el sector tecnológic­o, el que mayor demanda de mano de obra tiene. «Las nuevas generacion­es muestran requerimie­ntos diferentes a las anteriores, exigen reacciones rápidas e informació­n en tiempo real. Si algo no les gusta, lo abandonan. Son consciente­s de que si no les ofrecen lo que están buscando, lo pueden crear ellas, adoran emprender», explica Pilar Llácer, que sin embargo, advierte: «Tan perjudicia­l es que la empresa se esfume, como que lo haga el candidato». Tenlo en cuenta.

CÓMO ACTUAR

No olvides que el mundo es más pequeño de lo que parece. «Al final, los círculos son limitados y los recruiters se conocen o cambian de empresa en el sector, por lo que realizar este tipo de actos puede crearte muy mala imagen y afectarte a futuros procesos de selección», advierte Fabiola Molina Quero. No hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti.

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