¿POR QUÉ NO TE CALLAS?
Apúntate a la terapia del silencio.
En una sociedad en la que nos interrumpimos los unos a los otros mientras conversamos; hablamos y hablamos sin reflexionar; donde las palabras colapsan nuestra cabeza (¡y nuestros teléfonos móviles!), el silencio se convierte en el aliado perfecto para ser más felices. Porque darnos un punto en la boca nos ayuda a reconectarnos con nuestro yo interior, a encontrar la calma e, incluso, a sortear los obstáculos que aparezcan en nuestro camino. «Cada vez tenemos más ansias por comunicar, pero también lo hacemos peor. La comunicación se ha vuelto frívola, superficial y muy rápida», explica Patrycia Centeno, autora de Sin decir ni mu (ed. Destino). «La cantidad y calidad de la información que podemos transmitir con la boca cerrada no la puede suplir ninguna palabra. Es tan bello el silencio que para qué estropearlo con términos vacíos… Deberíamos callar y meditar antes de decir algo o escribir un mensaje en las redes, y evitaríamos malentendidos y dolores de cabeza», recalca esta periodista especializada en lenguaje no verbal.
El secreto est‡ en tu interior
Los diccionarios definen el silencio como la ausencia total de sonido; sin embargo, esta es una utopía absoluta: hasta en un paraje desértico, sin la presencia del ser humano, la naturaleza pondría su propia banda sonora. «El silencio llega del corazón y no de condiciones externas. Vivirlo no significa no hablar nunca o no hacer ninguna cosa, sino simplemente no estar agitado por dentro, ni mantener una constante cháchara interior», escribe el maestro zen Thich Nhat Hanh en Silencio. El poder de la quietud en un mundo ruidoso (ed. Urano). No cabe duda de que el bullicio –incluso el más cotidiano– nos distrae, altera nuestra concentración y se vuelve
contra nosotros para estresarnos todavía más. Sin embargo, estamos tan acostumbrados a él que, cuando no lo percibimos, llegamos a echarlo de menos y a temer su ausencia. Seguro que a ti también te ha pasado eso de llegar a casa y encender la tele sólo por oír algo; o en la cola del cine, te has puesto a escribir y leer whatsapps por una falsa necesidad de sentirte conectada. ¡Qué grave error! «Buscar el silencio no sólo consiste en bajar los niveles de nuestro alrededor. Implica una aspiración que tiene que ver con liberarte de lo superfluo: pertenencias, cargas de trabajo, redes o responsabilidades, porque tener demasiado de eso conduce al estrés», concluye la coach Amber Hatch en El arte del silencio (ed. Maeva).
Serás más sabia
BUSCA LA SOLEDAD PARA HACER UN ‘BREAK’ EN TU AJETREADA VIDA SOCIAL
Callar tu boca y acallar tu mente es el mejor modo de enfrentarte a tu día a día con plena consciencia y sin distracciones. «El silencio es una estrategia de vida», asegura la experta en mindfulness Amber Hatch. Un hoja de ruta que abre caminos para saber quiénes somos y quiénes son los demás. «Poner en silencio a una persona o una situación nos hace más sensibles para descubrir y empatizar con los pensamientos y emociones reales. Es una información vital para cualquier animal, también humano. Porque, aunque nuestra supervivencia ya no dependa de nuestro instinto para predecir las acciones del mundo o de los demás seres, nos facilita la vida en sociedad», añade Patrycia Centeno. Mantenernos calladas y escuchar mejor nos permite no sólo comprender a quien tenemos enfrente, sino «encontrar las incongruencias entre lo que nos dicen con la palabra y lo que nos comunican con gestos y acciones, dando así validez al lenguaje no verbal, mucho más difícil de manipular».
Ánclate al presente
Rebajar los decibelios del nuestro entorno; cultivar relaciones más apacibles; convertir el mindfulness en un mecanismo de autoconocimiento; buscar la soledad para hacer un break en la ajetreada agenda social; practicar la escucha activa, haciendo el esfuerzo de empatizar con nuestro interlocutor… Todo es posible con un arma tan poderosa como el silencio, un método infalible para practicar el aquí y ahora. Como dice el sabio Thich Nhat Hanh, «sin esta ausencia de sonido, no estás viviendo el momento presente, y este momento es tu mayor oportunidad para encontrar la verdadera felicidad».