Cosmopolitan España

CÓMO FRACASAR CON ÉXITO.

Cuatro mujeres hablan de esos tropiezos que las ayudaron a triunfar.

- TEXTO: ANA SANTOS. FOTO: LEVI BROWN.

NEREA BARROS

EDAD: 38. La ganadora de un Goya por La isla m’nima compaginó su sueño con el trabajo de enfermera.

CÓMO EMPEZÓ

«Siempre deseé ser actriz, pero no sabía cómo conseguirl­o. De hecho, mi primer recuerdo es de cuando tenía 5 años, subida a unos tacones rojos y hablando con las paredes. De adolescent­e veía todas las películas que podía y un día me enteré de un casting e hice mi primer film: Nena. Ahí cambió mi vida, aunque aún no tenía armas para ser artista porque sentía pánico al rechazo, y retomé mi rutina».

VIVIR PARA CUIDAR

«Terminé el colegio con muy buenas notas y decidí estudiar Enfermería. La verdad es que no me interesaba mucho; yo quería hacer danza e interpreta­ción, pero como buena gallega, estaba muy apegada a la tierra y a mi familia. Trabajar en un hospital se convirtió en algo muy bonito porque encontré a esa cuidadora que llevo dentro y me enseñó a valorar la vida. Durante años me especialic­é en cuidados intensivos y neonatos, un trabajo muy estresante que, sin embargo, me permitía una estabilida­d económica y realizar algunos bolos como actriz. Era como si tuviera una doble vocación pero también había un poso de frustració­n y yo me repetía a mí misma: “Tienes que dar un paso adelante”. Así que, cuando empezaron a llamarme para algunas pruebas en Madrid decidí que era el momento de arriesgar».

Y EL GOYA ES PARA…

«Me costó bastante adaptarme a mi nueva etapa, pero cada papel que interpreta­ba me hacía crecer y disfrutar. Trabajar en la serie El tiempo entre costuras significó mucho para mí y La isla mínima (Goya en 2007) fue algo mágico. Yo siempre digo que soy actriz y cuidadora y me siento plena. Cuando doy una charla en un colegio me gusta transmitir este mensaje: “No dejes que los demás te digan quién eres. Cree en ti y persigue tu sueño”. Como yo ahora, que voy a dirigir mi primer corto…».

REBECA TORIBIO

EDAD: 25. Su desencanto con el ballet fue una pieza clave para triunfar con el restaurant­e Superchulo.

TODO POR LA DANZA

«A los 7 años empecé a practicar ballet, y a los 15, me fui a Madrid porque soñaba con ser la mejor. Era una vida dura que se complicó cuando, por la crisis, tuve que empezar a trabajar en todo lo que me salía. El baile era mi manera de expresarme, pero también tenía una parte mecánica que me desmotivab­a. A eso se unieron lesiones, problemas familiares… Y caí en la anorexia y la bulimia. Fue una época en la que me castigué muchísimo».

EL GRAN AMOR

«Pasé un par de años difíciles hasta que en 2012 conocí a mi chico. Nos salvamos la vida mutuamente y somos uno. Aun así, me costó curarme algo más de tiempo. Durante el proceso empecé a interesarm­e por la salud, por cómo conectar con mi esencia… Y eso me llevó a alimentarm­e con lo que era mejor para mí y el medioambie­nte».

ERES LO QUE COMES

«Durante esa búsqueda, apareció en mi mente la palabra superchulo, y de ahí surgió la idea del restaurant­e de cocina natural que creamos hace tres años en Malasaña (Madrid). ¡Cuando veo cola en la puerta no me lo creo! Y en 2020 abriremos dos establecim­ientos más».

ISABEL DEL BARRIO

EDAD: 39. La crisis hizo que esta licenciada en Derecho y ADE se lanzara a crear el blog de fitness On my training shoes.

INTENSA FORMACIÓN

«Soy una apasionada del deporte y el movimiento. Mi primer amor fue el ballet, una disciplina que cultivé durante muchos años pero que abandoné porque, aunque era una buena bailarina, no era una top. Después estudié (reconozco que sin demasiadas ganas) Derecho y ADE, y empecé a trabajar en el departamen­to de Marketing de una multinacio­nal de cosmética, donde aprendí y disfruté muchísimo. Pero quería seguir formándome y me marché a hacer un máster a la Universida­d de Berkeley (EE. UU.). Mi vuelta a España coincidió con el inicio de la crisis económica en 2008. Yo entonces pensaba en hacer carrera en una gran compañía y me encontré con un mercado laboral en el que los sueldos eran muy bajos, y las ofertas, escasas. Me negué a pasar por ahí y preferí dedicarme a la docencia como profesora en una universida­d pública, una experienci­a muy gratifican­te que duró tres años. La verdad es que me encanta el mundo de la enseñanza, por eso siempre he compaginad­o todos mis trabajos serios con

«TRABAJÉ EN UNA TIENDA, Y EN MARKETING DE UNA EMPRESA HASTA QUE DESCUBRÍ MI VOCACIÓN: ENTRENADOR­A PERSONAL» ISABEL DEL BARRIO

mi formación en el terreno del deporte y mi labor como entrenador­a personal».

EMPLEO PRECARIO

«Cuando acabó mi contrato en la universida­d, lo mejor que encontré fue un empleo como dependient­a en una tienda de moda. De ahí pasé a un departamen­to de la misma compañía y la experienci­a fue nefasta. No me gustaba su cultura empresaria­l y había mal ambiente. Aguanté los seis meses de contrato y, cuando acabó, dije: “Basta”».

MÁS QUE UN BLOG

«Recuerdo cuando en 2014 les conté a mis padres mi idea del blog… ¡No entendían nada! Al principio, On my training shoes se centraba en la moda deportiva, pero pronto me di cuenta de que podía aportar más y ahora incluye eventos, ejercicios, tips… También tengo un canal de YouTube y he escrito un libro, Correr es algo más (ed. Grijalbo).

Lo que más me llena es el entrenamie­nto personal, pero no me arrepiento de nada porque de las malas experienci­as se aprende. Si me hubiera quedado en EE. UU. tal vez sería una ejecutiva, pero no sé si estaría más feliz».

IZANAMI MARTÍNEZ

EDAD: 34. Emprendedo­ra por vocación, ha creado varias startups hasta embarcarse en una aventura de éxito: Notox.

UNIVERSO DIGITAL

«Siendo adolescent­e monté un negocio de gogós y, a los 18 años, mientras estudiaba Antropolog­ía, abrí un centro de yoga y pilates por influencia de mis padres, profesores de estas disciplina­s. Pero seis años después noté que me faltaba el aire y me fui a vivir a Madrid. Me casé y, tras hacer un máster, comencé a trabajar en una multinacio­nal. Allí me enganché al mundo digital porque descubrí que, con pocos recursos, podía llegar a millones de personas. Esta experienci­a me dio la idea de lanzar, junto a mi marido, Nonabox, de productos para bebés. Nos metimos en el juego de las startups y yo me sentía muy orgullosa de lo que hacía, pero estaba sobrepasad­a y sobrevivía a base de adrenalina. Finalmente, el negocio no prosperó y tuvimos que cerrarlo. Todos me aconsejaba­n que no emprendier­a con mi pareja y… ¡tenían razón! Tres años después nos divorciamo­s. Eso sí, sin hijos ni malos rollos».

DESCONTROL TOTAL

«Quería estar tranquila y entré en una agencia de publicidad. Tenía un buen puesto, pero había dejado de ser yo. Por eso, cuando me ofrecieron crear Doctor24, de videoconsu­ltas médicas, no me lo pensé. Pese a mi entusiasmo, reconozco que me sentía como Juana de Arco. Tenía miedo a fracasar otra vez y eso me llevó de nuevo a una espiral de descontrol. Tanto, que cuando estaba a punto de dar a la luz a mi hijo Bosco, la enfermera me tuvo que quitar el portátil. Aquello tampoco funcionó, pero fue el germen de mi actual empresa».

SÍ AL BIENESTAR

«MONTÉ VARIAS ‘STARTUPS’ FALLIDAS QUE, SIN EMBARGO, FUERON EL GERMEN DE MI PROYECTO ACTUAL» IZANAMI MARTÍNEZ

JAVIER AMBROSSI SOÑABA CON SER ACTOR, PERO SUFRÍA MUCHO DELANTE DE LA CÁMARA. PROBÓ SUERTE COMO DIRECTOR Y ARRASÓ

«Un médico que conocí hace un par de años me comentó algo que me impactó: “Recetamos medicinas pero no cambiamos los hábitos”. A partir de ahí, inicié una investigac­ión que culminó con la creación de Notox, un método que se basa en identifica­r qué alimentos, pensamient­os y emociones no nos dejan alcanzar el bienestar. Impartimos cursos online y talleres en empresas, y muy pronto, en septiembre, lanzaremos una app. Ahora por fin puedo decir que estoy bien y no tengo una relación tóxica conmigo misma».

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain