‘QUICK SEX’
Consiste en eliminar los preliminares de las relaciones sexuales para pasar, de inmediato, a la acción. Ir directamente al grano es excitante e introduce grandes dosis de emoción y creatividad. El factor sorpresa y el riesgo implícito en los encuentros furtivos pueden reactivar la pasión y proporcionar un gran placer, pero cuidado... ¡si no tocas la tecla adecuada puedes quedarte con las ganas!
AUMENTO DEL DESEO
Practicar sexo rápido fuera de la cama o hacerlo a escondidas en un lugar público son dos fantasías que pueden ponerte como una moto: «Resulta muy sexy y atractivo hacerlo con prisas. Además, el factor sorpresa incrementa el deseo», afirma Lara García Ferreiro.
CHUTE DE ADRENALINA
Según la sexóloga, «cuando consigues algo que deseas con mucha intensidad, comienzas rápidamente a segregar adrenalina y, como consecuencia, aumenta tu frecuencia cardíaca, tus vasos sanguíneos se contraen, mejora tu autoestima y te sientes pletórica y feliz».
MÍNIMO 5 MINUTOS
Diversas teorías sobre la respuesta sexual humana aseguran que las mujeres necesitamos más tiempo que los hombres para alcanzar la excitación. La prestigiosa sexóloga Debby Herbenick, de la Indiana University Bloomington, explica que precisamos
un mínimo de 5 minutos para llegar al orgasmo, por lo que una sesión de quick sex nunca debería ser inferior a este espacio
LA SENSACIÓN DE ESTAR HACIENDO ALGO PROHIBIDO INCREMENTA LA EXCITACIÓN
de tiempo. «Estamos hablando de sexo rápido, no ultrasónico. Hay que encender el horno antes de meter la pizza», afirma la sexóloga haciendo un símil. Para acelerar el orgasmo femenino, sugiere «estimular el clítoris en el transcurso de estas relaciones».
MEJOR DE FORMA ESPORÁDICA
Lara desaconseja mantener relaciones exprés de modo recurrente porque «puede conducir a la insatisfación si no se llega al clímax e, incluso, desencadenar un problema de eyaculación precoz en el hombre».