‘SLOW SEX’
Inspirado en el sexo tántrico y el mindfulness, el slow sex huye de las prisas. Pone énfasis en las caricias, la masturbación, los juegos eróticos y el conocimiento de la otra persona para un disfrute pleno de las relaciones íntimas. Estamos ante una sexualidad cocinada a fuego lento, con mucho mimo, que te permite conocer mejor las zonas erógenas de tu pareja y, también, las tuyas.
ADIÓS A LA ANSIEDAD
Hacer el amor despacio, sin presión, reduce la ansiedad y te permite saborear cada sensación «No te obsesiones con el orgasmo y pásatelo bien con cada minuto del proceso. Relájate y disfruta de las caricias, los mordiscos, el sexo oral… Potenciarás tu erotismo y tus relaciones serán más completas», apunta Lara.
AUMENTA LA LIBIDO
La piel es nuestro órgano más extenso y contiene innumerables terminaciones nerviosas. Rózate con tu pareja y explora sus recovecos. «Es una manera eficaz de aumentar la libido; una gran herramienta para proporcionar la
estimulación y lubricación necesaria para la penetración», explica.
ROMPE MOLDES
El modelo sexual imperante es el coitocentrista, que gira en torno a los genitales, pero la sexualidad es mucho más que la penetración. Tienes muchas zonas erógenas y, si las descubres y estimulas, vivirás experiencias mágicas. «Hay que desmitificar la importancia del coito. El sexo es una conexión física y química con tu pareja. Para que todo fluya de un modo placentero, debes pensar más en el proceso que en el resultado», recuerda la psicóloga.
MAYOR CONEXIÓN
El slow sex es un gran aliado de la creatividad. Aparca la timidez y experimenta sin pudor. ¡Todo vale si los dos estáis de acuerdo! «Los juegos aumentan la excitación y ayudan a profundizar en el cuerpo de la pareja. Comentar las mejores jugadas mejorará vuestra conexión», concluye.
TOMARTE CON CALMA EL SEXO POTENCIA EL EROTISMO Y EL PLACER