SIENTA LAS BASES DE TU PAREJA.
SI CREES QUE ENAMORARSE IMPLICA ENCAJAR POR ARTE DE MAGIA EN LA RELACIÓN PERFECTA, NECESITAS ACTUALIZAR TU ‘SOFTWARE’. EN REALIDAD, ESTA SE CONSTRUYE SOBRE CIMIENTOS HECHOS DEL MEJOR MATERIAL: LA INDEPENDENCIA EMOCIONAL.
La clave es la independencia emocional.
Al principio de una aventura en común no suele haber desajustes. La maravillosa fluidez del enamoramiento produce una compatibilidad de tiempos e intereses increíble. Spoiler: es un espejismo. Lo que ocurre es que el deseo de estar al lado de tu amado convierte lo demás en insustancial. Por eso postergas gimnasio, aficiones, amigos, redes, trabajo, familia… Todo. Tienes la cabeza en otra parte: en él, en ella, en lo que está surgiendo… Este momento dulce da pie al mito de los dos tortolitos que se fusionan en uno solo. Una trampa del romanticismo mal entendido que te lleva por el camino del error. «Aquí uno más uno no son dos –dice Pilar Fernández, coach de inteligencia emocional y coautora del libro digital Inteligencia de pareja (en inteligencia emocional y coa ch ing.com )–. En realidad, uno más uno son tres: los dos miembros por separado y la relación que construyen entre ambos. En la primera fase vivimos totalmente obnubilados. Es una etapa idílica en la que solemos quedarnos sólo con lo que nos gusta del otro. Después comienza el tiempo de conocerse y desarrollar competencias para que nuestro tándem funcione lo mejor posible». Las habilidades que se necesitan para lograr una pareja viva (abierta al cambio) y sostenible (porque las dos personas que la forman se implican y trabajan para
que siga compensando) son muchas: capacidad para negociar y ceder, buenas dotes de comunicación, sentido del humor, empatía… Pero de todas, los expertos apuntan a una capacidad clave: la independencia emocional. O sea, todo lo contrario al efecto lapa que desarrolla la mayoría de la gente cuando empieza a salir con alguien.
MENOS ES MçS
«La disminución del apego puede preocupar, pero es algo que ocurre cuando se gana en confianza y estabilidad» –explica Pilar Fernández–. El entusiasmo pasa a matizarse con la libertad de cada componente. De hecho, el equilibrio del binomio apegolibertad es un buen indicador de la salud de la relación». Está claro: compartir todo el tiempo y todos los espacios, intercambiar constantemente whatsapps o dejar a un lado amigos, intereses o familia no ayuda. Pero para adquirir esta autonomía no basta con decidirlo, porque es un producto que surge del conjunto de vivencias que tenemos desde que éramos pequeñas. «Una cohesión excesiva o exagerada suele responder al temor a perder al otro por deficiencias propias o por el equipaje emocional que llevamos a cuestas (tiene que ver con los vínculos tempranos: si te han querido, cuidado y protegido de niña)», explica Olga Córdoba, psiquiatra clínica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
«La inseguridad en los afectos da pie a una necesidad de fusionarse y no permitir espacios donde crecer y desarrollarse individualmente», añade la experta, psicoterapeuta de parejas en su consulta privada. Y esta incertidumbre e inestabilidad –ambas bastante nocivas– no siempre pueden resolverse en solitario.
CUÁNDO PEDIR AYUDA
«Muchas veces es difícil avanzar sin apoyo psicológico», advierte la doctora. Si sientes que sola no puedes, es el momento de afrontar con responsabilidad el problema y pedir ayuda especializada. Nathalie Bertin, asesora certificada en Life Coaching, sostiene la idea de que sólo dos personas independientes emocionalmente pueden construir una relación feliz: «Alguien capaz de relacionarse desde la no dependencia se hace cargo de sí mismo; es decir, no busca en el otro una confirmación de quién es o de cuál es su valor personal porque ya lo sabe». Para esta coach, la autoestima unida a la capacidad de conocer tus fuerzas y debilidades y de ser capaz de quererte tal como eres, es la que contribuye a que puedas abrirte con confianza.
VALORES SIMILARES
«Las actividades, experiencias y vínculos individuales sirven para enriquecer ese tercer espacio que es la pareja», dice Bertin. Entonces, ¿qué resulta fundamental compartir? «Los valores», sentencia Patricia Fernández. «Por ejemplo, si te enamoras de una persona que no tiene el mismo concepto que tú de la familia, a la larga surgirá el conflicto. Respecto a lo demás, siempre habrá divergencias. Y sólo poseer cierta competencia emocional hará que estas sean insalvables o que, por el contrario, las valores como aspectos nutritivos para aprender, aceptar y saber llevar a la otra persona», concluye la experta.