PALABRA DE COACH.
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Diez asesores comparten sus mantras para que saques lo mejor de ti.
Dicen que el coaching arrancó como un juego. O, mejor dicho, gracias a un juego. Fue en los años setenta, en Estados Unidos, claro. Y la culpa la tuvo un tal Timothy Gallwey, quien escribió un libro, El juego interior del tenis (ed. Sirio), con el fin de ayudar a los tenistas a mejorar su rendimiento en la pista. Aunque esta disciplina, que se mueve entre la psicología, la filosofía, la sociología y la intuición, no llegó a nuestro país hasta el cambio de milenio.
Esp’ritu motivador
El coach se presenta simplemente como un guía, alguien que te pone ante una especie de espejo para que seas tú quien busque las respuestas. Y alguien que, sí, te puede ayudar a eliminar tus miedos y tus bloqueos, tanto personales como profesionales. «Es aquel que consigue llevarte más rápido de un punto a otro», afirma la consultora de empresas Pilar Jericó. Te impulsa, en definitiva, a pensar y ampliar tus horizontes o a cambiar, si llegara el caso, buena parte de tu disco duro. Para ello, se sirve del lenguaje, con términos que te incitan a reflexionar –como resiliencia, autoestima, empoderamiento, zona de confort, reinvención o networking– y expresiones motivadoras. Por ejemplo, el experto en marca personal Andrés Pérez Ortega recurre a menudo a esta frase del empresario Zig Ziglar: «No hay que ser grande para empezar, pero hay que empezar para ser grande».
Y la consultora Eva Collado ha hecho suya una peculiar sentencia del chef Ramón Freixa: «Si tú no dices quién eres, los demás dirán lo que no eres». Estos dos expertos, junto con ocho de los más reconocidos de España, han decidido compartir su sabiduría para que te despojes de los viejos códigos y resetees. Únicamente tienes que seguir sus consignas y esperar a que llegue el ansiado éxito.