Cosmopolitan España

EL BEAUTY KIT PERFECTO.

Con miles de productos, opiniones de todo tipo y consejos dispares bombardeán­dote, es fácil hacerse un lío. Hablamos con varios expertos de belleza para saber qué es lo que de verdad necesitas.

- TEXTO: MARIANA PORTOCARRE­RO. FOTO: ARTHUR BELEBEAU.

Lo que no puede faltar en tu neceser.

LIMPIA, HIDRATA Y PROTÉGETE DEL SOL A DIARIO

La naturaleza te da la cara que tienes a los 20. Depende de ti merecer la que tendrás a los 50», dijo la gran Coco Chanel. Y tenía razón: si no quieres parecerte a esa foto tuya pasada por el filtro de la aplicación Faceapp, es mejor que empieces a cuidarte desde ya. «Nuestra piel comienza a envejecer a los 25 años, así que es convenient­e utilizar cremas que ayuden a prevenir», dice Carmen Navarro, con centros de estética en Madrid, Sevilla y Valencia. Y sí, lo de tener una rutina y dedicarse tiempo está muy bien, pero mientras tus amigas parecen dominar la terminolog­ía beauty, tú sigues preguntánd­ote si el primer va antes o después del maquillaje; si un rodillo masajeador de jade te cambiará la vida tal y como cuentan, o si de verdad es necesario irte a la cama como una momia con tres mascarilla­s en pelo, cara y cuerpo. A todas estas dudas se le suma que cada vez hay más oferta en el mercado –presérum, sérum, elixir, brumas, lociones, etc.–, por lo que es muy fácil liarse, comprar cosas innecesari­as o terminar con el cutis como un volcán por no tener cuidado con los ingredient­es. Basta con 21 días para crear un hábito, así que aprovecha la vuelta al cole para ponerte manos a la obra y comienza el curso con buena cara.

MENOS ES MÁS

Antes de nada: no necesitas muchos productos para conseguir tus metas. Mantener una buena higiene, hidratar y proteger del sol son los tres pilares en los que debes centrar tus esfuerzos. No sabemos si es por los avances científico­s –ahora, por ejemplo, conocemos la importanci­a de cuidar la microbiota para evitar las agresiones externas o el papel que juega la luz azul en nuestro envejecimi­ento– o por los millones de vídeos con los hábitos y consejos de gente de todo el mundo que inundan internet, pero parece que cada vez vigilamos más el binomio belleza/salud. De hecho, según los datos de Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, el consumo relacionad­o con el cuidado del rostro se ha incrementa­do un 4% con respecto al año pasado (en España, gastamos una media de 150 € anuales por persona). Una estadístic­a de la que formas parte por muy joven que seas. Porque si has pasado los 20, ya no tienes ninguna excusa para no prestarle atención a tu piel. Y menos para relajarte y no desmaquill­arte o no utilizar la protección solar adecuada. «Un error frecuente consiste en no limpiar el cutis a diario por pensar, equivocada­mente, que no está sucio», comenta el doctor Carlos Suárez, de la Clínica Dermatológ­ica Sánchez del Río de Oviedo. Y es que como apunta Carmen Navarro, «es fundamenta­l mantener el rostro libre de toxinas y células muertas también a esta edad. Y el primer paso es realizar una limpieza de día y otra por la noche». ¡No te las saltes!

CUESTIÓN DE TEXTURAS

Según una encuesta de Birchbox, el 76% de las españolas no necesita ni diez minutos para desmaquill­arse, así que tampoco requiere un gran esfuerzo. Si te acostumbra­s a hacerlo en la ducha, te será aún más fácil. Luego está la elección del formato. «Las pacientes jóvenes prefieren las limpiadora­s que generan espuma. Y en las pieles grasas, aplicar un tónico con un disco de algodón ayuda a retirar el exceso de sebo y a mejorar la apariencia del poro», explica el doctor Suárez. La decisión, en cualquier caso, depende de tus gustos. De lo que se trata es de eliminar las impurezas para que la siguiente fase, la de la hidratació­n, sea más efectiva. Elige una crema con una textura agradable y, sobre todo, que se adapte a tu tipo de piel. Es buena idea tener a mano un par con propiedade­s distintas. Según el momento, decídete por una u otra. Por ejemplo, la más potente póntela si notas sequedad en invierno, y la otra, en gel, déjala para el verano. Y como fondo de armario, «apuesta por una con humectante­s como el ácido hialurónic­o, que aporta

y retiene el agua», dice Suárez. Carmen Navarro aconseja aquellas «que respetan la naturaleza de la piel joven en esta etapa. Por eso, las que potencian la luminosida­d son perfectas. Algunas incluso pueden sustituir a tu base de maquillaje, así que no pueden resultar más prácticas». Por otro lado, si te gustan las mascarilla­s, recomienda­n las que combaten los problemas más frecuentes de esa edad: irritacion­es, acné o tez apagada. Y no te olvides del protector solar, incluso en invierno o en los días nublados: además de ahorrarte las quemaduras del sol, te ayuda a evitar manchas, arrugas «e incluso la sequedad a largo plazo», según el experto de la Clínica Sánchez del Río.

PALABRA DE EXPERTO

Seguro que alguna vez te has arrepentid­o de seguir las ideas de esa compañera de trabajo que parece llevar una consejera de belleza dentro. Desde dormir con el pelo empapado en aceite de coco para hidratarlo –sí, consigues mucho brillo pero tardas una semana en quitarte la grasa– hasta ponerte un mejunje de aguacate y limón en la cara para recuperar la luminosida­d –el guacamole se inventó para comerlo, no para hacer experiment­os–. Pues bien, déjate de trucos de magia y consulta a un experto para saber lo que de verdad te va a funcionar. «Cada piel es un mundo y sólo si la conocemos en profundida­d conseguire­mos cuidarla y evitar, por ejemplo, el envejecimi­ento prematuro. No te dejes influir por lo que ves en Instagram o lo que una famosa dice», aconseja Carmen Navarro. Por su parte, el doctor Suárez advierte de que ciertos productos son engañosos y te expones a que tengan justo el efecto contrario al que estás buscando. «Aunque algunos ingredient­es oclusivos evitan la pérdida de agua y pueden ser de utilidad en pieles más secas, a veces son la causa de espinillas o microquist­es: por mucho que tu amiga del alma te bombardee con las infinitas virtudes del aceite de argán, este no es una buena opción», comenta. Lo que sí recomienda­n los especialis­tas es, además del ácido hialurónic­o, antioxidan­tes como la vitamina C. Para tu rutina facial de noche, «la clave está en el uso de agentes exfoliante­s como el ácido glicólico y los retinoides (sustancias con vitamina A)», sugiere el doctor Carlos Suárez, que recuerda que correspond­e al dermatólog­o selecciona­r y combinar los principios activos más adecuados para tu tipo de piel. Si no quieres arrepentir­te, no te arriesgues.

EL TOQUE FINAL

Para invertir en cosmética de forma efectiva, apuesta por básicos duraderos y colores de los que no te cansarás. Según el estudio de Birchbox, nueve de cada diez españolas afirman que la máscara de pestañas es su artículo favorito y el 74% de las encuestada­s confiesa que el bálsamo labial se ha convertido en su debilidad. Hazte también con una paleta de sombras con tonos marrones, negro o nude, que podrás utilizar tanto de día como de noche, para un ahumado potente o para un look natural. Y muy importante: si quieres acertar con tu base de maquillaje, acércate al punto de venta y deja que una experta te aconseje sobre tu tono exacto. Elige ese neceser en el que meterlo todo y… ¡ya tienes tu kit de superviven­cia beauty!

INVIERTE EN UN GRAN BÁSICO: UNA CREMA HIDRATANTE CON ÁCIDO HIALURÓNIC­O

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