Satisfaction

Siempre me he preguntado quién hay detrás de ese proceso que permite que un número del calendario se convierta en el día-de-lo-que-sea. Véase, por ejemplo, este mes, en el que además de algunas jornadas de verdad importantes –como el Día Mundial contra el Cáncer (4 de febrero) o el de la Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina (6)– se suceden otras más raritas, como el Día Internacional del Gato (20), el Día Mundial del Pistacho (26) o el del Orgullo Zombie (4). Anyway, mientras siga existiendo el santoral (y el capitalismo), todo apunta a que San Valentín continuará celebrándose el 14. Una fecha que la Comisión Europea ha querido hacer coincidir con su Día de la Salud Sexual, a la que definen como «un estado de bienestar físico, emocional, mental y social» y que para que se logre y se mantenga, «deben respetarse, protegerse y ejercerse a plenitud los derechos sexuales de todas las personas». Cualquiera diría que, si sólo nos atenemos a la teoría, en nuestro país contamos con las condiciones idóneas para que el sexo funcione. Pero ¿y en la práctica? Un momento… ¿qué práctica? Según las estadísticas*, hoy la generación millennial hace el amor menos que las precedentes. Los expertos afirman que, aunque los jóvenes están más abiertos a la experimentación, luego se dispersan por el camino. O sea, su libido se despista. En tiempos del Tinder sorpresa, la revolución digital se ha convertido en el principal competidor de un buen revolcón. Los motivos pueden ir desde avergonzarse por no tener un cuerpo made in Instagram, a estar más interesada en las redes sociales o en Netflix que en la propia pareja. De hecho, según un informe elaborado por el Instituto de la Mujer y la Igualdad, el pasado año el 47 por ciento de las chicas españolas mantuvo relaciones sin ganas. Ahora, eso sí, los juguetes eróticos de Satisfyer batieron récords de venta. Visto lo visto, pronto tendrán su propio día.

« En tiempos del ‘ Tinder sorpresa’, la revolución digital es el principal competidor de un buen revolcón »