Recarga
¿Notas que tu productividad suele caer en picado a la misma hora, por ejemplo después de comer? Aprovecha esos momentos para hacer algo útil. Los expertos aconsejan empezar cada mañana escribiendo una lista de aquellas ocupaciones que no requieren demasiada concentración, alias tareas de baja potencia cerebral, como responder emails o limpiar tu escritorio. Dedícate a ellas cuando estés sin ganas de trabajar: así te despejarás hasta que consigas tener las pilas cargadas de nuevo.