EL JUEGO MILLENNIAL.
Comienza como ocio y puede acabar en adicción. En España, más de medio millón de jóvenes arriesgan su dinero en apuestas cada año. Los expertos advierten: el peligro es alto.
Los expertos advierten de los riesgos de las apuestas, una tendencia al alza.
Con una música machacona, un anuncio de televisión repite un mantra para animar a apostar online. Al rato, empieza otro con un astro del deporte –Rafa Nadal, Cristiano Ronaldo o Gerard Piqué– promocionando el póker en línea. Parecería que se trata de un inofensivo modo de ocio, pero nada menos cierto. «A diferencia de las adicciones tóxicas, mucha gente accede al juego por considerarlo inocuo», advierte Antonio Soto, psicólogo y director del área de Prevención y Nuevas Adicciones en el centro Triora MonteAlminara de Málaga. Muy al contrario, esta actividad tiene un triple componente que engancha fácilmente: incertidumbre, intentar controlar lo que va a ocurrir y las expectativas. «De hecho, muchas veces el perder se convierte en un incentivo para intentar ganar la próxima vez», aclara.
JUEGO DE BOLSILLO
Desde que en el año 2011 se regularon las apuestas online en nuestro país con una de las normativas menos restrictivas de Europa, el mercado no ha dejado de crecer. Sólo en 2019, las casas de apuestas se gastaron 180 millones de euros en publicidad. Pero la prosperidad económica no debe hacer olvidar otra realidad: tenemos el índice de ludopatía juvenil más alto de Europa. «En España ya sufrimos una epidemia de adictos al juego con la legalización de las tragaperras en los ochenta. Entonces, las autoridades prefirieron mirar hacia otro lado, el recaudatorio y fiscal, e ignoraron el fenómeno –apunta Luis Díez, coautor del libro ¡Jugad, jugad, malditos! La epidemia del juego en España: ludópatas y capos del azar
(ed. Akal)–. Hoy la situación es más grave porque las modalidades instantáneas y online han enganchado a millones de jóvenes». Ahora, sin salir de casa, con el conocido como juego de bolsillo, se puede acceder desde un smartphone a una sala de apuestas las 24 horas al día. Y una de sus consecuencias es el inicio a edades cada vez más tempranas. «Si antes hablábamos de un varón de unos 45 años, con una afición patológica a las tragaperras, ahora es también un hombre, pero entre 18 y 22 años, habitual de las apuestas deportivas y juego online y cuya edad de inicio ronda los 16 o 17 años», explica Juan Lamas, director técnico de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR).
PƒRDIDA DE CONTROL
La ludopatía es un comportamiento adictivo que se caracteriza por la pérdida de control ante el juego, con una fuerte dependencia psicológica por la búsqueda de bienestar emocional. Al principio, te hace sentir bien, en plan subidón, lo malo es que eso lleva a la conducta compulsiva. Después, te dejan de interesar otras actividades y el juego acaba por deteriorar tus relaciones personales, con tu pareja, familia y amigos, tu trabajo y tu ocio. Además, la necesidad de conseguir dinero para seguir apostando puede generar problemas económicos. En nuestro país
Las casas de apuestas se gastaron 180 millones de euros en publicidad en 2019, diez más que el año anterior Entre los que necesitan ayuda en España, 1 de cada 3 son mujeres pero sólo un 10% la pide