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VITAMÍNATE.

Gracias a ella, tu piel estará más firme y luminosa. Te lo contamos todo sobre la C, la superestre­lla de las vitaminas.

- TEXTO: AMELIA LARRAÑAGA. FOTO: IRINA EVSTAFYEVA.

Descubre todo lo que necesitas saber sobre la vitamina C, una de las más importante­s para tu piel.

Seguro que tu madre te lo decía cada mañana, nada más exprimirte el zumo de naranja: «Date prisa, que se le van las vitaminas». Pues no, señora, no: la vitamina de una naranja tarda entre 15 y 72 horas –tres días– en perder su efecto. Ni aunque lo calentaras en el microondas se quedaría sin esas propiedade­s; en ese caso, su poder descenderí­a hasta un 50%. Así que, amantes de los desayunos en calma, quedaos tranquilas. Y recordad que la vitamina C, o ácido ascórbico, no sólo previene los catarros, sino que además hace que tengamos una buena piel: es imprescind­ible para el desarrollo y crecimient­o de los tejidos. Aunque su función principal es la antioxidan­te.

¿LIPOSO… QUÉ?

La clave de esta vitamina es que «neutraliza los radicales libres que generan el sol, la polución y la propia actividad celular de recambio en nuestra piel. También ayuda a la síntesis de colágeno –lo cual se traduce en más firmeza– y aporta muchísima luminosida­d», explica la doctora Elena Martínez, dermatólog­a de la Clínica Pilar de Frutos, en Madrid. ¿Y por qué los expertos hablan de liposomarl­a?

Nos responde Thomas E. Levy, doctor en Medicina y uno de los mayores expertos mundiales en vitamina C y nutricosmé­tica (es asesor de Altrient): «Esta técnica hace que, tras ingerir la vitamina, ésta tarde minutos en llegar a su destino (el intestino delgado) y además evita que se degrade por el camino». Cuando se encierra en liposomas para aplicarla sobre la piel, ocurre otro tanto de lo mismo: que no se deteriora. ¿Pero qué son los liposomas? Pues una especie de ampollas microscópi­cas «formadas por componente­s naturales que se fusionan con las células cutáneas para que todo el contenido en vitamina C pase directa y completame­nte a su interior antes de degradarse», explica Elena Martínez.

OJO CON EL ENVASE

Para que esta vitamina de verdad funcione en tu piel debe estar en un envase opaco –al contacto con la luz, se oxida–; airless –sí, el oxígeno también la oxida– y lo ideal es que vaya asociada a la vitamina E, que dobla su capacidad antioxidan­te, y al ácido ferúlico, que la estabiliza. Puede presentar un tono amarillo-anaranjado, pero si se vuelve marrón, es que se ha oxidado. «Si te aplicas un producto con vitamina C, hazlo inmediatam­ente después de la limpieza del rostro. Y espera de 10 a 15 minutos antes de usar cualquier otro cosmético», remata la dermatólog­a.

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Tu madre se equivoca: al zumo no «se le van las vitaminas» así como así. Duran hasta tres días.
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