Pathetische Strategie
Zwiespältig an Carles Puigdemont ist, dass nie ganz klar wird, ob er den Bezug zur Realität verloren hat oder ein Meister der Strategie und des Suspense ist. Was er erreicht – und damit geht er uns gewaltig auf die Nerven – ist, ständig Gesprächsthema zu sein. Das hat er nicht verdient. Vom Exil in Brüssel zu sprechen, ist ein Hohn. Nicht vor Gericht in Madrid zu erscheinen, ein Affront gegenüber seinen politischen Mitstreitern, die ihre Sache vor der Justiz verteidigen und Gefängnis riskieren. Sich selbst als verfolgtes Opfer und Spanien als Land hinzustellen, in dem er keine Garantien auf einen fairen Prozess hat, entspringt entweder tiefer Verzweiflung oder einer wohlbedachten Marketing-Strategie. In beiden Fällen ist er pathetisch. Madrid wird ihn per internationalem Haftbefehl vorladen. Belgien hat zwei Monate Zeit, den zu vollstrecken. Parallel zur Landtagswahl werden wir jeden Tag von Puigdemont hören - von ihm und seiner realitätsfernen Causa vom unabhängigen Katalonien. Das trübt die Freude über Mariano Rajoys Schachzug, Wahlen anzusetzen und die Übernahme der Verwaltung Kataloniens kurz zu halten. Estrategia patética Lo desconcertante en Puigdemont es que no se sabe muy bien si ya ha perdido del todo el contacto con la realidad o si, por el contrario, es un maestro de la estrategia y el suspense. Lo que sí está consiguiendo es sacarnos a todos de quicio manteniendo la atención pública. No la merece. Hablar de exilio desde Bruselas es una burla. No aparecer ante la Audiencia Nacional en Madrid es una afrenta para sus compañeros políticos que sí van a defenderse ante la justicia arriesgándose a ir a prisión. Calificarse a si mismo de víctima perseguida por un gobierno español incapaz de garantizar un trato justo, o es pura desesperación o una muy bien pensada campaña de mercadotécnia. Es patético en ambos casos. La justicia en Madrid dictará una orden de detención europea y Bélgica tendrá dos meses para ejecutarla. Junto a la campaña electoral para las autonómicas del 21 de diciembre seguiremos escuchando de Puigdemont y de su causa alejada de la realidad por una Cataluña independiente. Todo eso, enturbia la satisfacción por la jugada estratégica de Mariano Rajoy de anunciar elecciones anticipadas y acortar al máximo el 155 en Cataluña.