Tun, was man kann
Die gescheiterte Spendenaktion zwischen deutschen und spanischen Tierschützern ist ein Armutszeugnis aller Beteiligten. Und glauben Sie mir, im Artikel hat nur die Spitze des Eisbergs gegenseitiger Anschuldigungen Platz gefunden. Laut Schätzungen werden jedes Jahr allein 135.000 Hunde in Spanien ausgesetzt. Hinzu kommen die Vierbeiner, die aus verschiedensten Gründen abgegeben werden. Das Tierheim in Alicante nimmt Tiere aus acht Kommunen auf. Da werden von der Ortspolizei auch mal Vietnamesische Hängebauchschweine gebracht, die in den Gräbern des Alicantiner Friedhofs buddelten. Oder 25 Kampfhähne. Auch wenn die Anlagen des Tierheims eigentlich nicht darauf ausgerichtet sind. Dass hier kein Idealzustand erreicht werden kann, mag viele Tierschützer schmerzen, aber es ist logisch. Man tut, was man kann. Das Problem der überfüllten Tierheime muss an der Wurzel angepackt werden: Dazu gehört, zu verhindern, dass Menschen Tiere als Wegwerfprodukt sehen.
Hacer lo que se pueda
El fracaso de la acción de donativos entre defensores de animales españoles y alemanes sólo muestra la incapacidad de todos los implicados. Y créanme, en el artículo sólo hubo sitio para reflejar la punta del iceberg de la masa de acusaciones mútuas. Se estima que en España se abandonan unos 135.000 perros al año, a los que habría que añadir los que se entregan por distintas razones en los centros de acogida. La protectora de Alicante acoge a mascotas de ocho municipios y de una gran variedad. La policía local puede llegar con cerdos vietnamitas que estaban cavando en un cementerio alicantino o con 25 gallos, aunque el centro no disponga de las instalaciones adecuadas para ellos. Que no se puedan prestar las condiciones idóneas es difícil de aceptar para los protectores de animales, pero lógico. Se hace lo que se puede. El abarrotamiento de los centros de acogida requiere soluciones en la base, por ejemplo, que dejemos de ver a los animales como producto de consumo.