Falta de sentido común
¿En qué estaría pensando el DJ Fali Sotomayor cuando repartió Jägermeister entre el público de boca en boca? Posiblemente en nada. Puede ser que solo quería animar el ambiente para pasárselo bomba con el nivel de alcohol bien alto. ¿Y qué pasó con el público que se dejó salpicar con el alcohol? ¿No se daban cuenta de la situación? Como es sabido, el alcohol disminuye notablemente la capacidad de pensar racionalmente. Pero en tiempos de corona la razón y el sentido común son más importantes que nunca. Nadie hubiera protestado si estos cuatro gatos en el chiringuito Kokun Ocean
Club – el aforo está limitado de todas formas - hubieran bailado un poco con la música electrónica y el dúo de DJs Les Castizos simplemente hubiera hecho bien su trabajo. Los tiempos de distanciamiento social, mascarilla y normas de higiene ya son bastantes tristes. Pero no, uno no se lo puede pasar bien de una forma un poco más moderada. El sentido común se dejó en la puerta del chiringuito y eso ha provocado que en el futuro el Ayuntamiento de Torremolinos controlará de una manera más estricta los eventos de este tipo. Muchas gracias Señor Sotomayor, por haber conseguido con su comportamiento que otros DJs tendrán que pinchar en el futuro bajo normas todavía más estrictas y que los amantes de la música electrónica se quedarán probablemente en sus casas para pinchar su música ellos mismos en sus cuatro paredes.