Was nicht gesagt werden darf
Lo que no se debe decir
Anlässlich des Frauentags strahlte der KinoClub Pessic in Dénia das Sozialdrama „La maternal“über eine 14-jährige Mutter aus. Los geht es mit zwei besten Freunden, Junge und Mädchen, die einen Nachmittag Pornos schauen. Fünf Monate später erfährt das Mädchen, das es schwanger ist. Ihre Mutter ist überfordert, das Kind landet orientierungslos im Frauenhaus. Da wird einfühlsame Sozialarbeit geleistet. Die Kleine geht in der Schwangerschaft, bei der Geburt und als junge Mutter trotzdem durch Himmel und Hölle. Der Film zeigt das schonungslos. Die Katharsis kommt wie ein Wimpernschlag, als Carla sich auf ihrem Kinderrad eine Anhöhe hochquält und über den Berg kommt, während sie sich vorstellt, ihr Kumpel radelt neben ihr. Über den Film wurde diskutiert. Man kritisierte Pornos, man lobte die Sozialarbeit. Das Gespräch verlief in seinen feministischen Bahnen, bis eine Frau sich nach dem Jungen erkundigte. Gebe es denn keine Regelung, die den Erzeuger in irgendeiner Form einbeziehen würde, wollte sie wissen. Bei den Antworten, die sie zu hören bekam, wurde offensichtlich, dass der Junge in dem Film kaum und in der feministischen Weltsicht keine Rolle spielen sollte. Man will ihm gar nicht die Möglichkeit geben, Verantwortung zu übernehmen. Man fragt sich, warum. Der Feminismus könnte als eine integrierende Bewegung zu vielen sozialen Fortschritten anstoßen, welche Art von Umsturz könnte er denn in seiner radikalen Form erreichen?
Con motivo del Día de la Mujer, el Cine Club Pessic de Dénia ha proyectado el drama social „La Maternal“, que trata sobre una madre de 14 años. Comienza con dos mejores amigos, un chico y una chica, que pasan una tarde viendo porno. Cinco meses más tarde, la niña se entera que está embarazada. Su madre está sobrepasada y la menor acaba desorientada en una casa de acogida de mujeres, donde se le ofrece un comprensivo trabajo social. Aun así, la pequeña durante el embarazo, en el parto, y como joven madre, atraviesa el cielo y el infierno. La película lo muestra sin contemplaciones. La catarsis llega cómo un abrir y cerrar de ojos cuando Carla se machaca subiendo un repecho con su bici infantil y llega a la cima, mientras se imagina que su compañero va en bici a su lado. Se discutió después sobre la película, criticando la pornografía y alabando el trabajo social. La conversación transcurría en sus cauces feministas, hasta que una mujer preguntó por el chico. Quiso saber si no existe ningún tipo de reglamentación para involucrar al progenitor de alguna manera. En las respuestas que recibió, se hizo patente que el niño en el film no debía jugar un papel importante y menos aún en la visión feminista del mundo. No se le quiere dar siquiera la oportunidad de asumir responsabilidad. Y uno se pregunta, ¿por qué? El feminismo como movimiento integrador podría impulsar muchos avances sociales. ¿Qué tipo de revolución podría alcanzar en su forma más radical?